viernes, 21 de enero de 2011

fecha de caducidad

Sabes que nuestra relación tiene fecha de caducidad verdad?-me dijo ella mientras se ponía las medias y empezaba a levantarse de la cama.

Claro, todo tiene fecha de caducidad, porqué no habríamos de tenerla nosotros también?- le dije siguiéndole el juego.

Porque hoy es el día límite, hoy me voy y no me vas a volver a ver- ella decía esto sin emoción, fría, mientras se miraba en el reflejo de mi televisor apagado y se acomodaba el cabello. Odiaba su fleco.

Tengo motivos para alarmarme? es cierto que te vas y que ya no te veré? repercute algo en mi? me importa pues?-le dije congelando lo más que podía las palabras, procurando que no se quebraran, que salieran sin dolor.

Ella caminó al baño, el ruido del agua corriendo. La ventana abierta ligeramente, azotando quedamente. Una sinfonia de sonidos caseros como despedida.
Después la puerta. La llave que caía al suelo. Los pasos en la escalera. El silencio.

Camino al refrigerador ya no está ella. En los alimentos reviso el código, la fecha. Si tan sólo aún nos quedara un poco más de tiempo. Si tan sólo no fuera todo tan perecedero. Si tan sólo, tan solo.