sábado, 31 de enero de 2009

trenes

Desarmar la noche, dividirla en pequeños segmentos de momentos, en fotogramas de una pelicula de una duración de 6 horas y que conlleva un inicio, un desarrollo, un climax y un desenlace.

Los actores somos nosotros y en esas 6 horas de pelicula viva, alcanzamos a generar una historia espontanea en la que hay buenos (nosotros), protagonista (yo, o tú en tu caso), malos (los tipos rudos de algun lugar, los padres que no dejan salir a alguien, los exnovios, las exnovias, los meseros, los cadeneros, nosotros mismos), interés romantico( esa chica por la que quedaste de pasar, esa chica con la que te quedaste de ver, tu novia, tu exnovia, la chica del bar que va con el tipo rudo, la mesera, la madre de tu mejor amiga)una historia o una situacion(ir a un concierto, conquistar a una chica, ir de viaje esa misma noche y dejarlo todo, escapar de narcotraficantes, ser asaltado, chocar, robar una tienda, morir).

Siempre hay una historia en la noche, una pelicula que no se ha filmado, somos Nick y Norah, somos Eternal Sunshine, somos el Padrino, somos Detroit Rock City, somos una chick flick, somos una movie de suspenso, somos un actor secundario en la pelicula de alguien más, somos un fotograma, una linea de un guion, un cameo, somos un cameo en la pelicula que no acaba y que es la historia de todos, del mundo.

Con la actuación especial de césar torres como él mismo.

jueves, 29 de enero de 2009

saeta

Avanzaba quebrando el agua, partiendola en dos, avanzaba escapando de la culpa, del dolor, de los recuerdos difíciles, avanzaba respirando en intervalos muy pequeños, sientiendo su cuerpo y el calor de su temperatura al chocar con el frío del agua.

Lloraba mientras nadaba y sus lágrimas eran más húmedas que el agua misma, sus lágrimas la empapaban terriblemente y la ahogaban, la ahogaban desde adentro. Desde el corazón. Las niñas grandes no lloran, pero ella siempre había sido pequeñita y hoy, mucho más.

La sola idea de sus lágrimas diluidas en el cloro de la alberca en la que las demás competidoras nadaban a su propio ritmo, con sus propias ideas y sus propios problemas, la sola idea de que sus lagrimas estuvieran formando parte de los cuerpos de esas competidoras, la entristecia aun más, porque ya sus tristezas formaban parte de la comunidad con la que compartía la alberca. Por osmosis al menos.

No hay tristeza que dure cien años ni triste que la soporte, pero con las nuevas tecnologías en el campo médico, quizá estemos en la nueva era de las tristezas que duran cien años o más. Será un parteaguas en el mundo de las tristezas y todos podremos ser lo infelices que queramos ser todo el tiempo que podamos vivir.

Como la chica que nada todos los días, como la chica que llora todos los días, como el corazón que late todos los días a intervalos breves, cortos, como las brazadas que daba la chica en esa piscina inmensa que es la vida y el dolor.

Las lagrimas empapando el agua y yo sin saber nadar.


lunes, 26 de enero de 2009

viento

Me tope un venado en un sueño. Encendí las luces del auto y apareció como en ese comercial extraño de David Lynch para playstation. Apareció y quien se asustó fui yo. El me miraba, desafiante, sin temor, con la vista clavada en mis ojos y yo no pude sostenerle la mirada. La desvié asustado al asiento del copiloto donde no había nada más que un block de notas donde precisamente, acababa de dibujar un venado.

El animal se acercó al auto a paso lento pero firme, yo bajé del mismo y me dispuse a encararlo, a vencer el miedo, a desafiarlo si era necesario, a morir en el intento, a pedir una explicación. Al tenerlo frente a frente, en el frío de la noche que se reflejaba en la cantidad de vapor exagerada que salia de nuestras respiraciones, yo no pude hacer ni decir nada. El, contra todo lo esperado se puso en dos patas y erguido avanzó, rompiendo con sus patas traseras las hojas y las ramas del suelo. Al verlo, ví al diablo y comencé a temblar y a buscar en la parte más escondida de mis recuerdos, alguna oración, algo que me hiciera sentir un poco más seguro.

Las oraciones nunca son mi fuerte cuando más las necesito y no pude recordar ninguna. El venado lo adivinó y dió un grito que rompió el silencio y la oscuridad y mi miedo y el parabrisas del coche y yo, armado con la pluma con la que había dibujado en el bloc de notas, lo ataqué, un sólo golpe, al cuello, y él, empapandome de sangre me abrazó en un movimiento de muerte y cayó desplomado sobre mi. Y yo, sintiendo su sangre y la tierra fria donde caímos, desperté del sueño con una pluma en la mano y una hoja de papel con la palabra Venado escrita en ella. Fue el sueño más extraño que he tenido en mucho tiempo.


jueves, 22 de enero de 2009

La avaricia y el dinero fácil

Tiene el corazón un momento antes de morir que nos permite darnos cuenta de la existencia del mismo. Sabemos que late porque nos lo han dicho. Sabemos que late porque lo hemos escuchado en nuestras visitas al doctor. Sabemos que existe porque si no no existiriamos nosotros. Pero nunca lo sentimos como en el ultimo instante antes de morir.

En nada, nunca ando en nada. Camino por el filo de las cosas sin entrar. Me meto al agua del río poco a poco porque un cambio repentino de temperatura podría matarme. Salgo de casa con una bufanda el día que la temperatura baja a quince grados. En nada, nunca ando en nada.

En la hora más oscura de la noche siempre se me ocurre levantarme de la cama y caminar con miedo a la cocina, abrir el refrigerador y contemplar la luz y sentir el frío y sentirme un poco vivo. Ya no soy el tipo de las noches infinitas, el que llegaba tarde, el que comia estrellas en el plato de cereal, el que aprendía nuevos continentes cada tarde, el que rezaba y creía en Dios. Ya no. Soy sólo el tipo que contempla la luz del refrigerador.

Escribo porque debo de hacerlo. Porque las historias y los personajes no son culpables de lo que me pasa. Escribo porque en cada texto, en cada nombre, me busco un  poco y me pierdo un mucho. Escribo porque si no lo hiciera, hacía muchos años que las cosas hubieran sido diferentes. Escribo para salirme de aquí, para ver si nos topamos en las hojas de las paginas que alguna vez fueron blancas como la sonrisa de la que fuiste y ya no eres. Escribo porque si. 

Estoy cansandome de tantas cosas. Este texto es una expresión de mi día que ha sido raro y dominado por la avaricia y el dinero fácil y el divismo y mi intolerancia y mis prejuicios y la desconfianza de las cosas y de las personas y porque no tengo ganas de parar y de que este texto no se detenga porque si se detiene es que todo se ha detenido y las deudas me inundaran y los momentos me ahogaran y las risas no pararan y las noticias me agobiaran y heath ledger no ganara el oscar y no hay salida de Gaza y barak no acabará por ayudarnos y Ayala no merece la selección y mis goles de anoche debian ser anulados porque jugue dopado de paracetamol y miedos y porque no quiero un coche nuevo y porque no puedo parar y porque se me termino la botella de agua y porque mi compu es vieja y no se siente bien y porque yo estoy cada día más loco pero no se si ir hoy con el psicologo porque en el fondo se que en el fondo yo no estoy equivocado ni solo. En el fondo...en el fondo no pasa nada, por en nada, nunca ando en nada.



miércoles, 21 de enero de 2009

milo

Con la vista perdida en el punto más lejano del horizonte, el perro esperaba oculto en los arbustos, que pasara alguién, que una mano lo alimentara porque después de años de cautiverio domiciliario, había perdido la capacidad de proveerse  el mismo de alimento.

Nada pasaba, nadie pasaba, el curso del tiempo y del viento no cambiaban pero el hambre aumentaba y el cansancio comenzaba a cerrar sus ojos de mirada triste. La confianza lo mató podría decirse, pudo haberse resistido a ese paseo en coche, pudo haberse escondido o incluso escapado por el barrio, pero la confianza y el amor lo perdieron y lo llevaron a las afueras de la ciudad, a lo desconocido, al miedo, a la muerte guiada por quien él quiso más. Si la curiosidad mató al gato, el amor mató al perro.

Hurgaba en la basura de la orilla de la carretera y el estornudaba una mezcla de vidrios y polvo y de haber podido llorar, habría llorado su desgracia y su impotencia y su amor mal correspondido, pero el perro no llora y no sabe lo que sigue, porque es un perro tonto que confió demás.

Caminando lentamente por el costado de la carretera veía pasar los coches rapidamente, quiza esperanzado de que de un momento a otro, él volviera y le dijera "sube" "vamos a casa", pero el milagro no ocurria y la carretera no tenía fin. Avanzando, avanzando, vío los despojos de lo que alguna vez también fue un perro, sorprendido y asqueado volteo la vista y comenzó a correr bosque adentro, a lo desconocido, lejos de los coches, cerca de la nada, a la oscuridad y al frío.

La lluvia, esa que vuelve más dramatico todo, comenzó a aparecer y el perro, se resguardo bajo un árbol a ver llover y a ver como los ríos miniatura pasaban por un lado y dentro de ellos, bichos que nunca había visto, luchaban contra la corriente y el pensó...yo podría estar peor, pero el ruido de su estomago le dijo no estás tampoco tan bien.

Decidido a contrarestar el hambre, olfateó dentro del lodo buscando algo y con la nariz manchada de mierda y frío, comió gusanos y catarinas y escarabajos y bebío del agua sucia que corria y cuando terminó, se volvió a resguardar bajo el árbol a esperar que algo pasara y que la lluvia amainara y que el frío se detuviera y que los truenos ya no hicieran ruido y que el asco no lo dominara y pudiera guardar en su estomago por más tiempo, la cena.

La mañana siguiente lo despertó el estomago y el dolor. Tenía un día fuera de casa o mil. La primera maldita noche no lo mató, pero había que continuar y el perro que no era tonto entendió que ya toda esperanza por volver a casa había terminado. Y comenzó a ver lo bueno, lo fresco de la mañana, el aire diferente y no enrarecido al pasillo donde vivió siempre y sobre todo, la libertad de saber que todo dependía ahora de él y si iba a comer era por él, si iba a vivir era por él y si iba a morir era por él.

En la verdad está la felicidad, no en la ignorancia. El perro en una noche entendió eso y caminando por el bosque, dejó de esperar migajas y manos que lo acariciaran y empezó a buscar lo basico, agua, comida y refugio, el amor ya no era relevante, el amor ya no tiene cabida en este nuevo mundo. El perro ya no está enamorado.




martes, 20 de enero de 2009

canto

Las sirenas de la bahía cantaban todas las noches la misma melodia. Cantaban para sacar sus pecados y cantaban sus arrepentimientos por los accidentes provocados con su voz, pero no entendían que con cada canción de arrepentimiento volvían a provocar nuevos accidentes, nuevos muertos, nuevos cantos futuros.

Yo las veía al menos dos veces a la semana, me amarraba fuertemente a un poste y avanzaba escuchando, protegiendome de no dejarme llevar al fondo de la bahía, por la cuerda que rodeaba  mi cintura y que llegaba justamente al filo de la orilla a escasos centimetros de caer para siempre.

Me gustaba el riesgo y me perdía en sus voces, voces de sirenas, inexplicables, increibles y seductoras como ninguna, no entendía lo que cantaban pero las sensaciones en mi cuerpo producidas por las vibraciones de su voz, eran adictivas y relajantes a la vez. Y yo lloraba sin quererlo, conmovido por los ecos y el ambiente de quietud de la bahía y por los recuerdos de los pecados de los cuales no me había arrepentido, pero lloraba sobre todo, pensando en mi propia sirena que se había escapado para siempre de la red que nos habíamos tendido muchos años atrás.

Por la mañana, cuando las sirenas dejaban de cantar y el frío calaba más fuerte, me desataba agotado del esfuerzo de resistirme al canto de ellas, las sirenas, y con los ojos aún llenos de lágrimas, le daba gracias a Dios por permitirme seguir con vida y seguir pecando y seguir pensando en ella.

Quizá mañana ya no tenga fuerzas para atar la cuerda, quizá mañana ya no tenga fuerzas para resistirme al canto, quizá mañana ya no tenga fuerzas para vencer los recuerdos y me hunda en el fondo de la bahía y me vuelva parte del coral inmenso de cadaveres en donde sentadas, las sirenas cantan su arrepentimiento. 

No lo sé


martes, 13 de enero de 2009

saldo

Cuando Teresa despertaba, siempre encontraba un monton de flores y cenizas en su cama, en su sillón, en el tren o en el coche que la dejaba en su casa después de una noche de fiesta. Siempre y sin falta, después de despertar, veía flores y ceniza rodeandola y el aroma de las mismas, penetraba sus poros y ella misma era toda una flor.

Nunca le dijo a nadie, todo ocurrió después de la primera vez que durmió con un hombre, a la mañana siguiente, ella despertó rodeada de flores y pensó que era un detalle romantico de su pareja y lo quiso más que nunca, pero cuando él le dijo "mi vida, que romantica eres, mira que las flores en la cama y todo..." ella entendió que él no había sido y descubrió que junto a las flores, una leve capa de ceniza pintaba de gris y negro las sabanas.

Los vecinos del edificio de departamentos, se habían acostumbrado a verla caminar con bolsas de flores rumbo al cubo de basura, al menos tres veces por semana. Pensaban que tenía un amante romantico en exceso o que ella era una apasionada enfermiza de las flores, pero nunca le preguntaron nada, y ella seguía con el olor a flor a todas partes.

Alguna vez pensó hacer negocio y comenzar a vender popurri floral y adornos hechos de pétalos, pero en el momento en que los terminaba, las flores se deshacian con facilidad y quedaban reducidas a cenizas que la hacían estornudar.

Era una especie de maldición eso de las flores, como podría decirle a alguíen, "quédate a dormir, pero si te levantas temprano y ves flores y cenizas, es algo que me pasa, aparecen" de loca no la bajarían, suficientes problemas había tenido ya cuando en un viaje en taxi, el taxista abrió la puerta y vió que su taxi estaba lleno de flores y ceniza y su pasajera dormía placidamente. Tuvo que pagar la limpieza y la aspirada del taxi y avergonzada entró a su departamento.

Fue con un psicologo y él le dijo que las flores y cenizas eran una representación natural de los lazos que no se rompen y al no romperse, emergen y se materializan simbolicamente en flores y cenizas que ella cree ver y que no son más que alucinaciones producto del estrés y de una reacción hormonal típica de una mujer con patrones de conducta solitarios.

Ella se entristeció y no pudo ni siquiera sacar de su bolsa las flores y la ceniza que llevaba para demostrarle que era cierto y juró nunca más ir con el psicologo, que sus flores y su ceniza eran muy suyas, como muy suyos eran sus problemas y también, sus sueños.

Teresa, rumbo a su casa, se detuvo a comprar una aspiradora y un cubo de basura más grande.

jueves, 8 de enero de 2009

Lo

Estaba esperando que su esposo terminara la taza de café para decirle sin dudar, sin pensar y sin arrepentirse, que le era infiel.

Siempre fue muy fría con él. Siempre habían tenido una relación anormal en cuanto a la vida que se supone deben de llevar los matrimonios y después de esa representación de 3 años y medio, era hora de bajar el telón y buscar un nuevo cuadro actoral, un nuevo coprotagonista para ella, un nuevo reto que la llenara más.

Te estoy engañando- le dijo sin sentimientos. 
Ya lo se. 
Y porque no dijiste nada?
Porque no me importa que me engañes, yo sólo te quiero ver feliz.
Pero no lo soy.

Ella dejó la cocina y el se levantó con toda la tranquilidad del mundo y puso la taza en el fregadero. Se inclino sobre el y respiró profundamente, sintiendose él, más que ella, liberado del peso de la verdad que ella se guardaba.

La encontró empacando sus cosas en una maleta. Ella siempre había sido muy ordenada para todo y él le había agradecido eso. El orden no era su fuerte y una compañera que lo complementara y ayudara con eso, era algo que valoraba infinitamente.

A dónde vas?
No lo sé. A dónde sea.
Te vas con él?
Porqué me haces esto?
Hacerte qué?, tú eres la que me engañó a mí- El sonrió tristemente.
Esto, actuar así, tan tranquilo, tan raro.
Quieres que te grite y que te golpee porque me engañaste? quieres que se enteren los vecinos?

Ella levantó la mirada de la maleta y la ropa y se soltó a llorar. Él la abrazó fuertemente y ella a él.
Nunca te he importado de verdad?-le dijo ella.
Eres lo más importante para mí..te amo.
Y porque dejas que me vaya?
Porque se que volverás...y cuando vuelvas, me vas a querer como yo te quiero a ti.

Un coche se estacionó frente a la casa y en el teléfono de ella se sintió la vibración de un mensaje de texto, él, en el abrazo, también lo sintió y respiró profundamente para detener las lágrimas que sentía que brotarían y los ahogarían a los dos.

Te buscan afuera no?
Si. Ya vinieron por mi.
Te puedo pedir algo?. por favor?
Qué..?
No me olvides.
Ni tú a mí.

Ella salió de la casa y él con el corazón roto se acercó a la puerta para verla por ultima vez, ella volteó a verlo, él no alcanzó a ver el rostro del tipo que conducía, ella le mandó un beso al aire, él se sentó en la pequeña escalera de la puerta, ella cerró la puerta del coche y se marchó para siempre, él comenzó a llorar amargamente...

Yo le cambié de canal y prometí no ver nunca más el Hallmark a las 3 de la mañana. Las películas tristes no son para mí.




miércoles, 7 de enero de 2009

payasos

El primer paso es reconocer el problema. Me dijo y salí de ahí convencido de que lo que me había dicho era verdad.

Caminé a casa a reconocer el problema y mientras pasaba por enfrente de la casa color celeste que más me molesta en el mundo, me di cuenta de que el problema era yo y yo no me reconocía.

Era incapaz de reconocerme en un espejo, a lo largo de mi vida he creído que la persona que reflejo no soy yo, que quiza soy parte de un experimento parecido a la serie de Quantum Leap y yo no soy yo el tipo despeinado que todos los días batalla para aplacar el cabello alborotado que tiene.

Es extraño esto de no reconocerse a uno mismo, es como una amnesia personal pero me pasa, me pasa porque veo fotos de mi pasado y tienen que decir algun comentario como "mira que raro sales" y señalarme en la foto para ubicarme a mi mismo, si no, sólo por descarte podría adivinar quien soy yo en las fotografias.

Me siento culpable cuando mi madre me dice...eres el retrato de tu abuelo y yo pienso, pero si yo no soy yo menos voy a ser el retrato de alguien. Incluso creo que pronto despertaré y terminaré siendo el vecino de al lado y todo tomará sentido y manejaré su coche y tendré su empleo y su esposa me besará antes de dormir y el intercambiara conmigo la vida de soltero que llevo y será feliz y seremos felices y nos reconoceremos en el espejo al despertar cada día y nos saludaremos con una sonrisa y compartiremos esta complicidad de haber terminado con la confusión del destino.

Sabrán las mujeres que he querido y me han querido que yo dudo de ser yo mismo?... porque en cierta medida las he engañado porque nunca he sido yo y si nunca he sido yo nunca me han amado realmente...y también yo nunca les he hecho daño ciertamente, porque yo no soy yo. Soy sólo la ilusión de ser yo. Yo no estoy.



domingo, 4 de enero de 2009

cereza

Primero sólo había una, y me parecía de lo más normal. Pensé que una casa sin hormigas no es casa, así como también una casa sin tapete de entrada o sin olor a café no lo es tampoco. Y como mi casa no huele a café y no tiene tapete de entrada, me permití tener hormigas. 

Y paseaban por ahí y yo ocasionalmente les tiraba un pedazo de pan dulce, el cual desaparecía a los pocos minutos.
Eran tantas después de seis meses que empecé a temer por mi vida, imaginaba que un día ya no tendrían limites y después de acabarse toda la comida de mi refrigerador y mi alacena, pensarían en mi como su próximo alimento.

Pero no hice nada, hasta que al despertar un martes a media mañana, sentí como tenía los labios llenos de hormigas, (cuando esto pasa, evita cualquier tipo de movimiento brusco)caminé asustado al espejo del baño y vi mi reflejo y mis labios llenos de hormigas y te maldije por ese estupido lipstick sabor cereza que antes me gustaba tanto y que ahora me tenía ahí, paralizado pensando como salir, o más bien, como sacarlas de ahí.

No podía dejar de ver como se movian por mi boca y después subían queriendo entrar y meterseme por los ojos y yo los cerraba y ellas se sujetaban fuertemente de mis pestañas y yo sentía su peso extraño y multiplicado y sonreía sin darme cuenta del peligro que representaban tantos insectos en mi cara.

Busqué por la casa algo como distraerlas, como llamarles la atención y que salieran para siempre de mi cara y caminé lentamente hacía la cocina. Mientras lo hacía, algunas hormigas de mis pestañas caían al vacío y yo ponía mis manos intentando capturarlas, después de todo, eran seres vivos que no me habían hecho ningun daño.

De la alacena tomé unos paquetes de azúcar y los esparcí sobre la pequeña mesa de la cocina y acerqué mi cara a la superficie de la mesa intentando que ellas salieran en busqueda de algo más dulce que tus besos pero no, ellas se mantenían aferradas a mi cara y leyendo los sobrecitos de azúcar me dí cuenta de que a las putas hormigas no les gusta el azúcar light.

Caminé a la sala a esperarte para que me ayudaras con esto,después de todo,  en el trabajo no me iban a aceptar así. Tomé mi ipod y lo dejé correr aleatoriamente y aparecio una canción de los beatles que hizo que las hormigas comenzaran a moverse al ritmo de la musica, lo juro, se que no me creeras pero así fue y yo con ellas escuchandola, esperandote, esperanzado. 
Fue ahí cuando recordé que no ibas a regresar más, que la noche anterior fue nuestra ultima noche juntos y que el cielo estaba cerrado como siempre pasa cuando terminamos y que ya no estaban tus patines en mi closet, y que te devolví tus dvds de Sex and the city y que tu lipstick cereza ya no estaba en el buró de mi cuarto.

Las hormigas en la cara iban a complicar que alguien pudiera volver a besarme con el lipstick de sabor, a menos de que alguna chica rara se interese por alguien como yo, de buenos sentimientos pero con un hormiguero por rostro, lo pondré en mi perfil de facebook y en una de esas llega alguien, pero dudo que tenga un lipstick de sabor cereza como el tuyo.

En eso estornudé y todas ellas se fueron para siempre, como los beatles, como el lipstick, como tú.

Mi perfil del facebook ahora dice Soltero.