domingo, 4 de enero de 2009

cereza

Primero sólo había una, y me parecía de lo más normal. Pensé que una casa sin hormigas no es casa, así como también una casa sin tapete de entrada o sin olor a café no lo es tampoco. Y como mi casa no huele a café y no tiene tapete de entrada, me permití tener hormigas. 

Y paseaban por ahí y yo ocasionalmente les tiraba un pedazo de pan dulce, el cual desaparecía a los pocos minutos.
Eran tantas después de seis meses que empecé a temer por mi vida, imaginaba que un día ya no tendrían limites y después de acabarse toda la comida de mi refrigerador y mi alacena, pensarían en mi como su próximo alimento.

Pero no hice nada, hasta que al despertar un martes a media mañana, sentí como tenía los labios llenos de hormigas, (cuando esto pasa, evita cualquier tipo de movimiento brusco)caminé asustado al espejo del baño y vi mi reflejo y mis labios llenos de hormigas y te maldije por ese estupido lipstick sabor cereza que antes me gustaba tanto y que ahora me tenía ahí, paralizado pensando como salir, o más bien, como sacarlas de ahí.

No podía dejar de ver como se movian por mi boca y después subían queriendo entrar y meterseme por los ojos y yo los cerraba y ellas se sujetaban fuertemente de mis pestañas y yo sentía su peso extraño y multiplicado y sonreía sin darme cuenta del peligro que representaban tantos insectos en mi cara.

Busqué por la casa algo como distraerlas, como llamarles la atención y que salieran para siempre de mi cara y caminé lentamente hacía la cocina. Mientras lo hacía, algunas hormigas de mis pestañas caían al vacío y yo ponía mis manos intentando capturarlas, después de todo, eran seres vivos que no me habían hecho ningun daño.

De la alacena tomé unos paquetes de azúcar y los esparcí sobre la pequeña mesa de la cocina y acerqué mi cara a la superficie de la mesa intentando que ellas salieran en busqueda de algo más dulce que tus besos pero no, ellas se mantenían aferradas a mi cara y leyendo los sobrecitos de azúcar me dí cuenta de que a las putas hormigas no les gusta el azúcar light.

Caminé a la sala a esperarte para que me ayudaras con esto,después de todo,  en el trabajo no me iban a aceptar así. Tomé mi ipod y lo dejé correr aleatoriamente y aparecio una canción de los beatles que hizo que las hormigas comenzaran a moverse al ritmo de la musica, lo juro, se que no me creeras pero así fue y yo con ellas escuchandola, esperandote, esperanzado. 
Fue ahí cuando recordé que no ibas a regresar más, que la noche anterior fue nuestra ultima noche juntos y que el cielo estaba cerrado como siempre pasa cuando terminamos y que ya no estaban tus patines en mi closet, y que te devolví tus dvds de Sex and the city y que tu lipstick cereza ya no estaba en el buró de mi cuarto.

Las hormigas en la cara iban a complicar que alguien pudiera volver a besarme con el lipstick de sabor, a menos de que alguna chica rara se interese por alguien como yo, de buenos sentimientos pero con un hormiguero por rostro, lo pondré en mi perfil de facebook y en una de esas llega alguien, pero dudo que tenga un lipstick de sabor cereza como el tuyo.

En eso estornudé y todas ellas se fueron para siempre, como los beatles, como el lipstick, como tú.

Mi perfil del facebook ahora dice Soltero.



1 comentario:

Unsolicited Reflection dijo...

Vaya manera de comunicarnos a todos que estás soltero ya. Me acordé de un capítulo de CSI que dirigió Tarantino. No pude aguantarme la risa al imaginarme en tu cara un hormiguero. También me acordé de Gregorio, el de Metamorfosis. No sé por qué.
Un saludo, cara de hormiguero! :D