miércoles, 22 de diciembre de 2010

Colirio.

Hablaban de colirio para los ojos y nunca entendí de que se trataba.

Años después seguía sin entender esa palabra y no quise buscarla, no sé, me gustaba tener aún cosas que ir descubriendo con el tiempo, cosas que se elevaran en mi cabeza al momento de que aparecieran y bam! ahí estaba la respuesta.

Ella no lo sabe pero yo sí, en todo este tiempo, cuando he caminado a su lado, vuelo un poco, voy con los pies despegados del suelo pero ella no lo ve, porque me agarra fuerte de la mano y evita que como globo, me eleve hasta la estratosfera y estalle en mil pedazos de mi que al caer serían la desagradable sorpresa de los demás paseantes.

Me imagino con ella en una banca en un parque de NY, ambos, cansados de pasear todo el día, observamos a la gente y hacemos chistes sobre ellos que nadie entiende. Entonces ella comienza a elevarse y se pierde en el sol y yo recibo su luz que se ha mezclado con el aire y me envuelve en un halo de piedras preciosas doradas, en un polvo que se me mete por la nariz y me impide respirar y me seco como yeska en verano en la sierra y ardo.

Todo es posible mientras las mantarayas sigan desmadrando aún el mar, todo es posible mientras puedan existir los cambios de ritmo en el futbol, todo es posible mientras aún tenga diez minutos más, diez minutos para decir en papel electrónico que todo es posible.

sábado, 18 de diciembre de 2010

la boca del lobo

Patético intento de acabar con lo que no tenía a la mano.
La llamó desde un teléfono público para amenazarla de muerte y colgó, oculto bajo el anonimato y la distancia, le dijo que en 2 días la iban a matar.

Ella colgó y se metió a la cama en donde él, el hombre por el que había dejado todo, dormía como una piedra.

Dos días después ella estaba sentada en la mesa de la cocina, nerviosa esperaba a quien le iba a desmadrar la vida, a quien juró que iba a matarla, ella ya no estaba como para andar corriendo.

Entró Gabriel, no el ángel, su ex marido y no le dijo nada. Ella le sirvió un vaso con agua y él lo bebió de un trago. El amante de ella no estaba ya en el motel.

Gabriel desenfundó un viejo cuchillo, ya mellado y oxidado, le dijo que la mataría con el, así, aunque se tardara más pero quería que ella sufriera todo lo que él había sufrido.

Ella se recargó en la barra y lo invitó a matarla.
Gabriel se acercó lento y le dijo al oído que después de hacerlo, se mataba él mismo.

Ella no se resistió.

Él descargó todo su coraje y ella no metió las manos.
Se mató después y se llevó a la tumba, la mirada de ella.

Los zombies comenzaron a comerse a los marcianos azules en el fondo del lago.

JAJAJJAAJAJAAJAAJAJAJAAAJAAJAJAAJAJAAJAJAJAJAAJ


jueves, 9 de diciembre de 2010

Seguir

Mis días mejores son aquellos en donde nada pasa, son en los que el tiempo existe como una gelatina que nos atrapa y nos engulle y nos deja estar dentro de ella, alimentados, cálidos, eternos.

Los días mejores son los que nos regalan alas, los que nos desatan amarres, los que nos filtran palabras de aliento por los poros de las horas y que al escucharlas caemos como presas fáciles de lo positivo.

Los mejores días son los que nos alimentan los miedos, los que funden la soledad con el dolor, los de la amargura, los de caminos sin salida.

Los mejores días son iguales a los peores.


martes, 30 de noviembre de 2010

Eliza

Desde la primera vez que hablé con ella a el día de hoy, más o menos a las 6 de la tarde, nos han pasado tantas cosas juntos que me faltaría tiempo para decirlo todo.

Ella llegó y preguntó por mi en el auditorio de la preparatoria #8 en donde yo trabajaba ayudando en las proyecciones y perdiendo el tiempo, ella llegó y me dijo que teníamos una persona en común.

Ella tiene la piel muy blanca y el cabello muy negro, siempre me ha parecido muy guapa aunque para algunos no lo es, tiene una de sus orejas en forma de duendecillo y de esa fecha a acá, ha cambiado de color de cabello cerca de 7 veces.

Tenía un piercing en la lengua ese día, era un dado. Traía una blusa de Oasis y me dijo que no quería estar en clase y que si podía fumarse un cigarro conmigo. Lo compartimos. Quedamos de vernos al día siguiente.
La rutina se repitió dos meses seguidos. Al tercero ella estaba suspendida de clases y no volvimos a vernos en la preparatoria.

Ahora nos veíamos afuera. Pasaba por ella en mi VW blanco y nos ibamos al cine o a cenar. Su madre siempre me tuvo un cariño muy grande, ella tiene un hermano mellizo que nunca he visto en vivo y un par de sobrinas hermosas y destructoras compulsivas de juguetes. La besé una vez en una tienda de mascotas. Fue rápido y estúpido. Me dijo que eramos amigos, le dije que me perdonara y no volvió a pasar.

Seguimos siendo amigos muchos años más. Nos hacíamos compañía y platicabamos abrazados afuera de los cines, cenabamos y nos contabamos cosas de quienes nos gustaban y quienes nos habían roto el corazón. Teníamos grandes conversaciones teléfonicas, su teléfono es de los pocos que me sé de memoria. Ella odió a Karla, yo a Roberto. Nuestros exqueveres.

Ella fue a verme a Monclova cuando yo vivía allá y por idiotas nunca nos pudimos ver, las telecomunicaciones nos jugaron una mala pasada y cuando la ubiqué, ella estaba en un bus a Real de Catorce y yo estaba en la central fumando desesperado y triste.

Nos dolió mi partida a México. Nos dolió la distancia de la misma forma que amamos mi regreso. Nos emborrachamos una noche, sólo una noche de confesiones y pactos.
Dos semanas después una llamada suya rompió mi noche y me obligó a ir a un cajero a retirar 4,000 pesos para pagar la mordida del choque en el que ella había destrozado su auto. Al llegar a Constitución y Revolución, ella tenía sangre en la cabeza y un oficial me pedía 8 mil pesos. Le dí 4 y quedamos bien. La llevé a los separos y salimos de ahí abrazados y con el imbécil de su amigo hablando de lo mierda que eran los policías, yo le dije al tipo que el imbécil era él por dejar que ella manejara, no lo llevé a su casa, a ella sí.

La última vez que nos vimos le conté de mi actual novia, aún no andaba con ella y ella me dijo que se escuchaba buena persona, le dije que sí y quedamos de vernos la siguiente semana. No ha llegado esa siguiente semana.

La quiero mucho, no me da miedo que mi novia lea esto, quiero a Eliza con todo el cariño de tantos años juntos/separados. Es mi recuerdo de Eliza, es mi cariño por los recuerdos, es mi amor por mi en las distintas etapas de mi vida, es Eliza y soy yo.

Hoy me avisa que está embarazada de su novio, un buen tipo y sonrío con el corazón y la memoria. Felicidades chavita. Te quiero mucho.

viernes, 26 de noviembre de 2010

En el bosque no se escucha.

Van a tirar los cuerpos allá atrás, me dijo la niña mientras señalaba el camino rumbo a la montaña, le dí las gracias y avancé a pie por el camino empedrado.

¿Qué carajos hace un tipo como yo metido en cosas que no debe? no sé, no quería saber y salí de casa la noche en que leí en las noticias el descubrimiento de la fosa clandestina más grande de este país. La noticia me rompió el corazón, esta vez había niños entre las víctimas y no podía quedarme impasible ante lo que escuché en la televisión, tomé algo de dinero, una libreta y me fui en el primer autobus rumbo a la Sierra de Durango.

Al llegar al pueblo nadie me quería llevar, sólo aceptó un señor en un vochito alterado para montaña y me costó 300 pesos. Lo quedé de ver en la plaza a las 6 de la tarde. Llegué a la zona de la fosa cerca de las 10 de la noche.

A la mañana siguiente subí solo el camino empedrado, al llegar arriba encontré a representantes de gobierno, de los medios de comunicación y a agentes policiacos, traían a un tipo lleno de sangre, consiente pero con la cara deformada a cachazos, el tipo señalaba un lugar, estaba esposado pero con la cabeza guiaba a sus captores. Se me acercó un policía y me preguntó que que hacía ahí, le dije que nada, que no era de ningún medio, ni siquiera narco. Me pidió una identificación, le pasé mi licencia.

Entonces viene desde monterrey a qué chingados? me dijo, le dije que venía a ver con mis propios ojos como se nos cayó el país, me dijo que mejor fuera que me fuera.

Me senté en la orilla de la fosa, hasta donde me lo permitieron los agentes. Olía a cloro y tierra mojada, cerré los ojos y me acordé de la vez que había ido a un pueblo cercano, fui de misiones de la iglesia y recuerdo que en ese viaje aprendía no confiar en el Dios para el que me dieron un manual y descubrí al Dios de los niños, de los árboles, del café y de la fogata, ese Dios también se nos murió.
La sierra, el bosque no era como yo lo recordaba. El lodo con sangre sabe a fierro y los gusanos se salen de sus escondites buscando restos de carne podrida, ellos están en su festín particular y a nosotros nos come el odio y las dentelladas de los perros que somos.

Me fui de ahí con un dolor en el pecho y un olor en la nariz que persiste.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

no lo entenderías

Algunas veces, desearía que todo no fuera así.

Encender el coche y largarme, perderme en el bosque o donde sea, conducir hasta que llegue el sol y hasta donde alcance el dinero que traiga, en las noches que sueño eso me despierto de repente con mucha sed y bajo la luz del congelador me da una pena grandísima, se me congelan los sueños con hidrógeno.

Soy tan predecible, tengo una crisis de 28 años, una ridícula crisis de 28 años que no se me quitan y que no sé que hacer con ellos, escucho y escucho una canción que me habla de despertares de terciopelo y yo no he vivido eso, hoy me despertó un pinche pájaro y le grité por la ventana, reté a unos chingazos a un triste pájaro, un triste yo.
Esto de madurar no es como me lo dijeron, no sé si me encanta sólo sé que pasa, que se me atoran en la garganta los años como gritos de impotencia y por eso se me pone el cabello blanco y de puros puntos revisé que el Grecian 2000 cuesta 34.60 en Soriana.

Necesito algo, un club de la pelea o algo, no sé. Una herida. Un golpe de hielo.
Despertar con culpa.

Necesito desesperadamente lo que nunca se me ocurrió que extrañaría.

Me necesito derrotado para levantarme de nuevo.




martes, 23 de noviembre de 2010

Las equis y las yes

¿qué sucede cuando las cosas dejan de estar en donde deberían de estar?

Anoche mismo, llegué a casa y dejé las llaves encima de la mesa de la sala y cuando encendí la luz, había un pequeño agujero enmedio de la sala.

Llamé a la casera y me dijo que de vez en cuando se abre un portal a otra dimensión, que ya están avisadas las autoridades y que sólo tenga cuidado con pisar ahí porque una vez un chico cayó y no volvió, aparte dejó una deuda de teléfono impresionante. Le dije que debía de haberme dicho, dijo que lo había olvidado pero que si veía al vecino del departamento de al lado le avisara que su recamara está sobre un mini cementerio indio. Colgué y comencé a pensar en como sobrellevar ese portal a otra dimensión en la sala de mi departamento en la colonia Vista Hermosa.

El primer día no pasó nada, el segundo había perdido ya las llaves de mi coche, el portal se las había tragado, qizá ahora fueran objetos de valor incalculado en una dimensión paralela o un meteorito que destuye una villa de enanos no lo sé, mi perro cayó al tercer día y debo de ser sincero al decirte que no lo extraño, creo que es más feliz lejos de mi y yo de él, quizá se lanzó como una especie de suicidio, lo último que escuché de él fue un ladrido que sonaba a "adiós vas y chingas a tu madreeeeee".

El problema fue cuando mi, ahora exnovia, fue a verme. Veníamos algo borrachos de una fiesta y comenzamos a besarnos en la entrada del edificio, ella me metía mano y yo a ella y cuando ibamos a entrar al depa ella no tenía blusa y yo estaba sin zapatos ya, debí encender la luz.
Ella cayó en el portal y esa noche me quedé solísimo, que feo ha de ser llegar a otra dimensión sin blusa y con el maquillaje corrido.

Mañana espero lleguen las personas del municipio a arreglar este caos. No pienso tener novia hasta que me aseguren que ese agujero del demonio no vuelva a causar estragos.



martes, 16 de noviembre de 2010

La geografía personal

El ser humano, las personas pues, son en si mismos lugares nuevos, son planetas en los que todos los otros humanos giran en torno a ellos, cada persona tiene sus valles, sus recovecos, sus tratados, su himno, su religión, su cielo y su infierno.

El amor es un artículo intercambiable y las relaciones con otra persona son acuerdos migratorios, los vicios son la delincuencia personal y los sueños, estados del cuerpo ocupados por el limbo.

No existe la reencarnación. Sería tomada como una especia de "dictadura" y eso está penado.

El sexo sin consentimiento es una invasión al territorio nacional-personal, el sexo consentido es una anexación al territorio de una forma temporal.

La muerte es el fin del mundo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El que no es

Dejo en el closet el traje que no me gusta usar porque no uso trajes.

Les tengo un leve resentimiento, me imagino que el mismo, heredado de mi padre, hacia las cosas que olieran a "dinero", mi padre es un trabajador, hombre de rancho que odia con todo su corazón la injusticia, la corrupción, las mentiras y la formalidad de los trajes.

Prueba de ello es que cuando le pedí que me ayudara a anudarme la corbata llamó a un vecino y le encargó la tarea, mi hermano el menor es más propenso a usar ropa "formal" y aprendió a anudarse la corbata desde muy chico. Yo no. No lo haré. Le debo eso a mi padre al menos. Si aún no le he dado un nieto para que lo eche a perder le daré al menos espacio en mí para él, para perpetuarse en vida en las cosas pequeñas, en el fútbol que me apasiona, en escribir poemas, en cantar y silbar por las calles, en no aprender a anudarme la corbata.

Soy él más jóven. Soy mi padre y por eso enamoro a las mujeres que él no pudo porque él es de los hombres de antes que sólo se enamoraron de una mujer y con ella están para siempre pero yo no, por eso lo hago, por que sé que cuando me ve llegar a casa desvelado, oliendo a alcohol y con marcas de rasguños de alguna mujer, él es feliz y le gana un poco a la vida.

Soy como él a medias porque mi padre, ese señor de ya casi 60 años, él sí sabe bailar.






martes, 9 de noviembre de 2010

La marea de la calle 89

Me tocó estar ahí justo en el momento en el que la primera bala tocó la cabeza del muchacho, veníamos bajando mi hermana y yo por el corredor, en donde está la tiendita, cuando se escuchó seco el tiro, un grito y luego la gente corría por el mercado mientras comenzaban los demás disparos.

Tomé a mi hermana del brazo y nos metimos a la casa de una señora que nos ayudó muy a fuerzas, no quería abrir la puerta pero cuando vió a mi hermana embarazada nos dejó pasar, se escuchaban muchos balazos y luego un estallido, la señora, del susto se cayó y los cristales de las ventanas se rompieron todos, mi hermana estaba agachada como podía, ya tiene casi 9 meses de embarazo y yo la cubría con mi cuerpo.

Luego el silencio.

Salí de la casa a ver que había pasado, había cuerpos tirados y a lo lejos se veía a la patrulla de exterminio de gobierno, los negros, que seguían avanzando por la calle y la gente se escondía como mi hermana y como yo.

Entré a decirle que se quedara ahí, le di a la señora 200 pesos para que me cuidara a mi hermana y corrí dos calles abajo a casa de mi primo Mario, ya no había casa. El estruendo fue ahí, lo supuse, no sé porqué pero sabía que había sido ahí, vi un torso, no quise pensar que fuera de Mario y no lo toqué, no se veía otro cuerpo. Corrí a donde estaba mi hermana y de ahí marcamos a casa de mi madre para decir que estabamos bien pero que no fueran a casa de Mario y que no se salieran porque "los negros"andaban cerca. Mi madre entendió y nos echó la bendición.
Esa noche nos quedamos en casa de la señora que no pudo dormir porque su hijo no llegó.

A la mañana siguiente ya no había cuerpos en la calle.

Caminamos a casa.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Mal.

Hay preguntas que detonan tantas cosas, son como pequeños misiles que llegan y activan partes del cerebro que creíamos dormidas, ¿sabes cuáles?

¿Eres feliz? Esa es la más cabrona de todas.

No sé si soy feliz, creo que soy feliz le dije al psicólogo que me entrevistaba-curaba-estudiaba-cobraba y después le dije que no confiaba en él porque qué no se suponía que los psicólogos no preguntaban cosas así?

Salí y no le pagué.

El neón de los anuncios de los bares siempre me ha parecido el mejor invento del mundo. Ella también me parece el mejor invento del mundo.

Entro y pido una cerveza y los que están jugando billar no notan que soy un infeliz, que no soy feliz, que acabo de salir del psicólogo cuestionado, arrinconado, muerto de miedo.

Volví a soñar que ella me decía algo y no podía recordar que era, ni siquiera la recordaba a ella. Todo en neón, palabras en neón, un rastro de su voz subiendo por mi oreja como un camino de hormigas, las palabras entran y adentro de mi oído se vuelven nada. Me dejan ciego.

Marco un teléfono. Ella no está. Lo sé. Ya no vive aquí. Ya nadie vive ahí, esa casa la dinamité hace tanto. Lo marco para no volverme pinche loco. Marco el número...redial. No hay tono. No hay nada.

Salgo del bar y siento que mi corazón está empacado al vacío. No puedo respirar.



martes, 2 de noviembre de 2010

Lanvin

Restos de mañanas. De colillas de cigarros. De café con leche ya congelado en la ventana.

http://www.youtube.com/watch?v=IrnB7c8Dvow

Escuchando a The Knife saliendo de clases, camino a casa. Pienso en todo. En los colores de los vidrios más altos del edificio en donde nunca trabajaré. Pienso en que las botellas de agua son terriblemente aburridas y prefiero mil veces más esta versión que la de José González y eso que José González es un chingón.

Desapareces.

Los millones de minutos que se tomó la vida para ponernos aquí ya no son nada.

La canción se acaba ahora.

jueves, 28 de octubre de 2010

carreteras

Ella va conmigo, vamos en el coche y no nos detenemos casi nunca, sólo cuando lo amerita algo verdaderamente importante, como cuando tenemos ganas de que todo vuelva a tener sentido, de que el frío nos pegue, de que el calor nos despierte, de que el tiempo vuelva a correr.

Abro la ventanilla del coche y escucho los trailers que avanzan como balas por la carretera y mueven mi coche como si mi coche no significara nada, y quizá tienen razón, quizá mi coche no signifique nada. Ella duerme cansada de cantar la misma canción desde que comenzamos el viaje. Yo la veo y la imagino y la extraño a la vez a pesar de que está aquí, llenando todo el coche de ella, llenando todo el día de ella.

Cortamos en dos el mapa del país, no tenemos una ruta definida pero cada quien lleva una tarjeta con 43 mil pesos exactos para ver a donde nos llevan. Vamos a conocer el país nos dijimos, vamos a conocernos pensamos.

El coche sin significado definido se detiene. Nos hemos orillado cerca de un acantilado y ambos tiramos al fondo del mismo el pasado, los otros nombres que antes nos definieron, los millones de sentimientos acumulados, le dimos restart a todo con el sonido del coche avanzando. Al carajo el pasado, a la mierda el futuro.

Ella viendo por la ventana, no me habla ya, no le pido que lo haga, ni siquiera quiero que lo haga, está lejos aunque viaja aquí, no está aquí pero la veo. Ella se quedó para siempre en el acantilado. Yo también. El frío, el vaho de su respiración pinta en el vidrio una capa en la que ella escribe su nombre y luego borra. Escribe otro nombre y luego lo vuelve a borrar.

Al llegar al siguiente pueblo ella tiene un nuevo nombre, no me lo dice, me pide que lo adivine y yo escribo cientos en papeles de colores que guardo en una lata, ella los va leyendo y ríe y se burla de que no le he atinado, saca el último papel y tampoco es, se acerca a mí y me lo dice al oído. Soy un imbécil, pienso. Su nombre sigue siendo el mismo.

Avanzamos por la carretera en el coche que no tiene un significado definido y poco a poco nos vamos disolviendo en las curvas, en la niebla, en el tiempo. En ella.



lunes, 25 de octubre de 2010

Varadero 67"

"Los millones de pesos tirados a la mierda en las campañas políticas bien podrían ser utilizados en mi esparcimiento personal, creo que a final de cuentas me merezco todo lo que hay en este pinche país de mierda y no espero menos que la felicidad que Dios nuestro señor me pueda dar..."

El loco que habla afuera de la carnicería que está por la casa de mi tía Lorena siempre me ha parecido un tipo mucho más sensato de lo que todos los que pasan por ahí creen. De hecho esa frase pertenece a un fragmento de dos horas videograbadas en donde él me explicaba su lugar en la cadena alimenticia, social, sexual y divina. El tipo colocaba en el suelo pedazos de basura y con excremento de gato, dibujaba un gigantesco organigrama en el que después de la Santísima Trinidad, estaba él, único descendiente de los últimos aztecas nobles que habían huído hacia el norte después de la muerte de Moctezuma Ilhuicamina en el periodo conocido como La Conquista.

El loco era un genio, todo tenía sentido.

Hablaba conmigo y con nadie más, bueno, sólo con sus ideas y sus recuerdos llenos de imbecilidades que yo encontraba fascinantes, no así el dueño de la carnicería que ocasionalmente lo corría con una cubetada de agua con jabón.

El loco era un genio y un diablo.

Lo supe el día que lo encontré lleno de sangre, obviamente no era de él y me dijo que algo había pasado, que un tipo enviado del gobierno había querido llevarselo y él se opuso y lo mató con una piedra gigantesca. Al día siguiente encontré en el periódico la imagen de un niño con el craneo destrozado por una piedra en el lecho del río.

El loco huyó. Era un genio, un diablo y humo.





miércoles, 20 de octubre de 2010

Adiós

A todos:

Para los que leen esto y no me conocen, vivo en Monterrey, Nuevo León, ciudad azotada cabronamente por el narcotráfico. Tengo 28 años y soy el segundo de una familia de 6 personas.
Todos honestos. Todos honrados. Todos dignos mexicanos.

Este es el texto #200 en mi blog. Una fecha casi cabalística en mi país. Un año en el que el número 200 ha estado en todos los putos lugares.

Quería aprovechar este espacio para despedirme por si no los vuelvo a ver.

No, no pienso dejar de escribir, no pienso dejar de vivir y no pienso olvidar mi pasword.

Pero, uno nunca sabe y los balazos están muy barato en mi casa así que, amigos, vatos, morras, si a este negro algo le pasa, siempre fue bueno, nunca anduvo en el narco y siempre quiso bien.

A mi madre, má, te amo, eres la mejor y la más grande persona que conozco, es un orgullo ser tu hijo.
Papá, por ti soy lo que soy, honesto, trabajador y lleno de errores, gracias, te quiero.
J: Te quiero, eres un ejemplo hermano, mi hermano mayor.
D: Gracias roomie por 20 años, eres bueno, sigue así y llegarás lejos. Te quiero bro.
M: Creo que nunca he querido a nadie como te quiero hermana, te ganas el cielo todos los días.

Novia: Te amo, gracias por cada día juntos y aunque vayamos empezando, creo que nos falta mucho aún juntos, espero.


Sé que uno llama a la desgracia y quizá este, catastróficamente y jodidamente, se convierta en mi último texto, Dios quiera que no, pero bueno, uno nunca sabe.



domingo, 17 de octubre de 2010

67

Ya casi por terminar lo que era el principal evento en el concierto que acababa de pasar, uno de esos que se hacen para recaudar fondos para un país en desgracia, la cura de una enfermedad, los niños de la calle, qué carajos sé yo! el cantante se quedó sin voz. 

La gente lo miraba y se enternecían de ver como no podía articular palabra, pensaron, conmovidos,  que el tipo había dejado de cantar por lo emocionado, tocado, iluminado por la situación de los que sufrían. Yo estaba atrás del escenario, participando en la coordinación del todo y me di cuenta de que el tipo se había cagado.

Su vestuario, blanco totalmente, ahora tenía una mancha parduzca en las nalgas, él se dio cuenta y dejó de cantar, yo me atraganté con el agua que bebía y comencé a reir, los músicos se acercaron al tipo y lo rodearon y la gente se puso de pie ovacionándolo, el cantante elevo los brazos al cielo y la mancha seguía creciendo, yo no podía parar de reir. Mi jefe se acercó a mi y me dijo que me callara y fuera rapidamente por un abrigo o algo, corrí y tomé del vestuario del cantante un enorme saco negro con el que le pedí a la corista que se acercara a cubrirlo, llenandolo de glamour. Las luces del escenario sobre la gente de las primeras filas impidieron que ellos vieran y una correcta sincronización entre los switchers de cámaras nos mostraban close ups del cantante, acercamientos a la gente, close ups del cantante, acercamientos de la gente para irnos con el gran final de la cifra record conseguida de una forma cardiaca y todos felices. El cantante se fue entre abrazos y yo lo seguí al camerino. El tipo caminaba graciosamente, como un pinguino y todos percibían ya que algo había pasado, el olor era más que evidente.

En el camerino, su asistente personal me demostró con sólo una acción lo que significa "un trabajo de mierda", el cuál consiste en limpiarle el culo a un tipo por dinero. Eso es un "trabajo de mierda".

Rompimos la cifra. Niños salvados. Mierda en un pantalón blanco. Las luces del escenario.


martes, 12 de octubre de 2010

La mitad

Los que piensan que pueden no pueden- me dijo Gabriel en la estancia que está entre su cuarto y el cuarto de sus padres quienes no estaban porque ya no viven ahí, bueno, más bien ya no viven.

Lo acompañé a su cuarto, estaba tan ebrio que no podía caminar y lloraba un poco, mi chamarra tenía lágrimas de él y algo de cerveza también. Lo acosté y salí del cuarto. Me detuve a ver la foto familiar y entendí que mi amigo estaba solo. Hijo único y con la edad para que nadie se haga cargo de él. Huerfano a los 22. Había terminado ya la universidad cuando pasó todo. Tomé una botella de Chivas que no creo que iba a extrañar y salí de su casa. Hacía mucho frío.

Conducir a casa me hacía sentir bien, tan bien. Abrí la ventana del coche y el aire frío me mantenía despierto, teníamos ya 3 días de fiesta del adiós a sus padres y no habíamos casi dormido, no podía dejarlo solo.

Llegué y me estacioné mal. Tomé mi teléfono y le marqué a una amiga para que viniera a mi casa, no me contestó. Me puse la bufanda y caminé a la puerta. Hacía tanto frío que no podía sacar las llaves de mi saco. Escuché un par de pasos a mi espalda y era Gabriel. No escuché su coche, quizá por el gorro de lana tejida que yo llevaba en la cabeza. Gabriel me quitó la botella de Chivas y le dio un trago largo. No dijo nada. Se fue caminando a su coche y desapareció.

Me sentí tan mal de haberle robado, no lo hice con dolo, creo. Lo hice como una de esas cosas que uno hace cuando está borracho y piensa que no le hace daño a nadie, como llamarle a una chica, como insultar a un policía, como robarle una botella a tu mejor amigo.

Sobra decir que no pude dormir. 

Gabriel y la Botella. La Botella y Gabriel. Gabriel y Yo. Los Padres de Gabriel Muertos. Gabriel Muerto con la Botella. La Botella Matandome y  los Padres de Gabriel Sin Gabriel.

Lo peor de todo es que el Chivas no me gusta y a la botella sólo le quedaba la mitad. Lo peor de todo, es que los padres de Gabriel seguían muertos y él tan solo.

"Los que piensan que pueden no pueden"- ahora entendí que Gabriel no podía olvidar.




miércoles, 6 de octubre de 2010

Llamar a casa

Mi madre me llamó la otra noche, eran como las 2 de la mañana, una hora inusual para que ella estuviera despierta, me dijo que tenía mucho que yo no llamaba a casa y era cierto, en ese momento pensé que tenía toda la razón del mundo, hacía más de 5 semanas que no llamaba a casa, me daba miedo hacerlo y sobre todo, hablar con ella.

Le dije que me disculpara, que no era mi intención y que a qué se debía su llamada, me dijo que la gata que habíamos tenido desde hace 14 años acababa de morir. Me invadió una profunda tristeza, espesa, espesisima, era como petroleo que comenzaba a diseminarse por mis venas, me sentía enmedio de un derrame de tristeza inmenso.

Cómo pasó?- le pregunté. Me dijo que fue una muerte natural, nada del otro mundo. Los gatos se mueren de viejos también, como nosotros, las personas, me dijo recriminándome mi reciente abandono, le pedí que me disculpara y al día siguiente le llamaría. Colgué.

Esa noche no pude dormir bien, recordaba bien a la gata, era de un color entre negro y café, nunca fui muy apegado a ella pero creo que nos caíamos bien por eso, por permitirnos ser y estar sin necesidad de falsas caricias, la extrañaría sin duda. Pobre. 

Al día siguiente no llamé a casa. Le envié un mensaje de texto y flores a mi madre y seguí con mi vida, como ellos lo hicieron a partir de que yo, su único hijo, había decidido irse.
Entré al facebook de mi madre y había puesto una foto de la gata y la palabra EN MEMORIA.
Me pareció de un terrible mal gusto y la eliminé de mis amigos. Luego la volvería a dar de alta sólo quería que entendiera que hay cosas que no se deben de hacer como poner la foto de tu mascota y la palabra EN MEMORIA. Pensé que menos la llamaría.

Luego recapacité y me dije a mi mismo que mi madre merecía otra oportunidad, después de todo, es mi madre.

Le dí de alta en facebook.

Ella declinó mi invitación y le mandé un mensaje de confirmación "soy yo mamá, tu hijo, sólo estaba jugando, andale, agrégame".

No lo hizo.
Ni yo volví a llamar a casa.

De la serie: no pude


Acabo de borrar dos historias que no me gustaban, una sobre un abogado de divorcios con ganas de enamorarse y otro sobre una pareja que se conoce en internet y luego se ven para suicidarse juntos.

No los pude hacer.

Fuck.






martes, 5 de octubre de 2010

Atentamente, bien gracias

Casi.

Ya quiero que todo se quede así-me dijo ella.

Todo así?-le dije y me aclaré la garganta haciendo un ruido que no llegaba a tos, haciendo una pregunta que no llegaba a ser frase.

Así, celeste- ella miraba por la ventana del departamento, estar en el piso número 7 siempre es una buena idea para sorprender a una mujer, pago más pero lo vale, en la mañana me regalan estos dialogos que me dejan más de lo que ellas creen, incluso más que lo que pasó en la noche.

Celeste...eso que ves allá, esa estatua, sabes que tiene 200 años de estar ahí y nunca la han limpiado-le dije mientras me acercaba a la ventana en la que ella observaba y señalaba una estatua de un viejo campesino que sostenía un cesto y podíamos percibir mierda de paloma acumulada.

Es verdad?- me preguntó y puso más atención en la estatua.

No, sólo estoy jodiendo- y le acaricié la espalda con mis manos todavía tibias.

Ella recargó su cabeza en mi pecho y continuamos existiendo en esa fría mañana de otoño. 
Yo no dejaba de pensar en el color celeste. Ella tomó su ropa y salió de la habitación. Yo me puse lo mismo que vestía la noche anterior y puse una canción en el dock del ipod que estaba en la sala. Escuché la puerta cuando salió de mi departamento y aún alcancé a verla cuando se dirigió a la plaza donde estaba la estatua. Volteó a ver el edificio intentando ver mi ventana, ella sabía que la veía pero ella no me veía a mi.

Se alejó de la plaza. Me concentré en lo que escuchaba "American IV" de Jhonny Cash. Siempre me da miedo ese disco, no sé porqué, la voz de él siempre me ha intrigado, es como si una barra de metal tuviera voz y cantara. Es una barra de metal cantando.

Yo sólo pensaba en el color celeste. En la vida celeste. 








jueves, 30 de septiembre de 2010

Los Perros

"Cuando un perro te muerde, no importa el tamaño del perro, ni la edad que tú tengas, ni la fuerza de la mordida, lo que se te queda para siempre, es la escena, es la furia del animal, es la violencia, la mirada del perro".

Ellos ya están muertos y no se han dado cuenta, nadie ha tenido la delicadeza de decirles que están viviendo en tiempo extra y el partido está por terminar, ellos, los que no tienen nada pero que han decidido tenerlo todo así sea por un breve periodo de tiempo, ellos, los que no saben donde van a estar mañana y viven acelarados en un rush de cocaína y dinero que les quema las manos, la cabeza, el cuerpo y que después, ese mismo dinero mutará, se transformará en balas, en dolor, en lágrimas. Ellos, los perros sin dueño.

Ayer ví uno a los ojos, me ladró directamente a la cara y pude verlo, pude olerlo, pude sentir su miedo y mi miedo. El que ladra más es que tiene más miedo-pensé. Pero yo no ladraba porque no podía, era impotente a lo que veía y me quedé ahí, detenido en el tiempo, tan solo, como el último cubo de hielo en la bandeja del congelador. El perro ladró más y yo le bajé la mirada.

Caminé con miedo a mi coche, pensando en lo que me dijo y saben, lo ví morir.

La diferencia entre ese perro y yo, es que cuando yo muera, no importa cómo ni dónde, yo no estaré solo y tengo la certeza de que será rápido.

Ese perro va a sufrir. Se va a atragantar con su propia sangre y dejará de ladrar. En ese momento, es cuando alguien tocará su espalda y le susurrará al oído "estás muerto".
Y no tendrá tiempo de arrepentirse de nada.








martes, 28 de septiembre de 2010

-Nunca llegué a Paris, me quedé cerca- me dijo ella mientras le daba un golpe largo al cigarro, blanco, como su mano izquierda, un poco teñida en los dedos del amarillo que los años de fumadora van dejando en el cuerpo.

-Yo tampoco, no sé que es Paris, para mi Paris no existe porque nunca he ido- le dije y le quité el cigarro para fumarlo yo.

-No puedes decir que no existe Paris, Paris existe para todos-
-No para mí-la interrumpí- Para mí Paris es un diseño en la computadora de alguien, es un fotomontaje, es un cuento chino, ahora que si nos adentramos más en eso, China tampoco existe porque yo no la conozco- sonreí sabiendo que ella, cuando está borracha, enfurece.

-Eres un imbécil, esa pinche forma de pensar no te deja avanzar y por eso vives en esta mierda de lugar y no tienes nada más que un puto colchón en el suelo- me dijo ya empezando a molestarse, con la ceja izquierda un poco más arriba que la derecha, con la ceniza a punto de caer de la punta del cigarro.

-Para mí, el mundo es lo que conozco, eres tú, es mi ciudad, son los aviones en los que me he subido, son las mujeres con las que he estado, es la comida que he probado, son las olas que me han tocado, pero Paris no es nada, para mí no es nada, mi mundo se acabó en el lugar más lejano que llegué, Mar del Plata al sur, Nueva York al norte, Burgos al este y Nayarit al oeste, no más- comencé a reir y me levanté de mi puto colchón en el suelo.

-Si no nos hubieramos conocido yo no existiría?-me dijo pensativa.
-Exacto, no existirías.

-Eres un tipo triste, Paris te llegará como llegué yo. A todos nos llega Paris- se levantó y me dio un abrazo largo.

A todos nos llega Paris, pensé eso al dejarla en su casa. Ese mismo día busqué un vuelo. Era hora de que Paris comenzara a existir.

jueves, 23 de septiembre de 2010

fajos

Los casinos, los benditos casinos pensé y salí de ahí con 183,500 pesos en un cheque que podría pasar a cobrar ahí mismo al día siguiente. Era una noche caliente en la ciudad, de esas que te hacen sudar hasta cuando estás parado, venía aún mareado por el humo de los cigarros de las ancianas, por la luz de las máquinas tragamonedas, por los patrones interminablemente idénticos en el tapiz de los muros. Dos cocacolas lights sin caféina, medio cigarro marlboro medium y la emoción de ganarle por primera vez a la casa, eso y nada más eso traía en la panza.

Me recargué en el primer coche que ví y sonreí mientras echaba la cabeza hacia atrás y de mi nuca, un leve crack! se escapaba y con él, el casino.

-ganaste mucho, te ví cuando ganaste, me dijo la voz de un hombre que estaba sentado enfrente de mi, traje oscuro, lentes de pasta, 45-50 años, cabello levemente cano, cigarro en la mano.

-gané algo, pero no traigo dinero en efectivo, no te lo pagan- le dije y metí la mano a la bolsa delantera de mi pantalón por instinto, ahí estaba el cheque.

-No quiero dinero ahora, de hecho, te ofrezco algo, te doy 200,000 cerrados en efectivo ahorita, no tienes que esperar a mañana para cobrarlos, te compro el cheque por más de lo que te van a pagar- me dijo el tipo y apagó el cigarro en el suelo.

-Algo hay no? nadie te da nada, y nadie me va a dar 200,000 por un pedazo de papel que no vale nada hasta mañana, qué ganas tú?-le dije y comencé a caminar a mi coche.

Detrás del tipo apareció un hombre y a su lado una mujer muy pequeña, ella traía una maleta deportiva, se la dió al tipo que había hablado conmigo y él me la aventó a los pies.

-200,000 pesos, tuyos, llévatelos, pero hazme un favor-me dijo.

-Ya sabía, te dije, nadie da nada man-apagué el cigarro y levanté la maleta del suelo, no voy a mentir, me gusta el dinero y mientras pueda hacer poco por conseguirlo mejor, pero no me gusta tener que meterme en cosas culeras por él.

-ni sabes el favor aún mijo, es sencillo, mañana vienes a cobrar el cheque y ya, es todo- el tipo caminó hacia mí lentamente. Una pareja salió del casino y se subió a su coche frente a nosotros.

-Cobro el cheque que ya me pagaste, mmmm sigo sin entenderte nada- y de verdad no entendía nada, le devolví la maleta y me subí a mi coche.

El tipo se sentó en el cofre de mi coche, el tipo que iba con él rompió de un golpe la ventana trasera de mi coche y después metió la maleta con el dinero en el asiento trasero.

-Abren a las 11, pagan a la 1. te veo aquí mismo a las....mmmm 1230? con cuidado- se bajó de mi coche y yo me fui de ahí. 

Traía 200,000 pesos en el coche, podía irme y no volver al día siguiente pero creo que hubiera sido una estúpida idea. Llegué a casa y conté el dinero. 200,000, cerraditos. Repartidos en 2 fajos de billetes de 500 cada uno. Buena lana, no era lo más que había tenido en las manos pero era algo interesante, para pagar tarjetas, rentas, deuditas.

Llamé a la oficina al despertar para decir que no iba, me contestó el tipo que es "recepcionisto", un gordo que siempre trae camisetas de dream theater cuando es viernes informal, le dije que no iba y me dijo que porqué, le dije que no iba y dijo que porqué, apagué el fuego del diálogo repetitivo y colgué mientras tosía exageradamente fuerte.

Tomé dos billletes de 500, uno de cada fajo, total, chingueasumadre y salí de casa.

Me paré en el Ihop de Vasconcelos y pedí el paquete más sencillo y una jarra de café, leí el periódico que alguien había olvidado en la mesa y al terminar de desayunar, me lo llevé, lo puse en el asiento del copiloto y conduje al casino.

Siempre me da como tristeza el ver los estacionamientos de los casinos llenos por la mañana, tanta gente ganchada en lo de la apuesta, pero luego me muerdo la lengua y me doy cuenta de que yo también soy de ellos, soy de los mismos.

12:30, el tipo no está, ni el otro, ni la chica. 

A la una entré al casino, a la chingada, si salen que salgan y me digan, les diré que los estuve esperando, que no llegaron y cobré.

Salí de ahí con 183,500 pesos en efectivo. Subí al coche, encendí el aire acondicionado a todo lo que daba y conduje a casa.

Cuando llegué, tomé el dinero que me habían pagado y lo cubrí con el periódico que me había robado del Ihop, al entrar a la casa, junté todo el dinero, 389,500 pesos en efectivo en la mesa de mi cocina. Respiré hondo. Bajo los billetes estaba la portada del periódico y en primera plana, estaban ellos, los que me esperaban afuera del casino. Muertos, los habían matado los soldados poco después de que habían hablado conmigo.

Nunca super que querían ni porqué me habían dado el dinero. Algo iba a pasar pero nunca pasó, por si las dudas puse los dos billetes de 500, uno en cada fajo, y guardé el dinero en una lata que siempre escondo en el closet, no vaya a ser que alguien vaya a reclamarlo.















miércoles, 22 de septiembre de 2010

De la nada

Buscaba como loco a Lala, habíamos quedado de vernos media hora antes de las 3 pero no llegó, me puse los jeans azules y salí del departamento con un coraje que no me dejaba hablar, el vecino me dijo hola y rumié un vete a la verga que el tipo entendió como saludo y sonrió.

Subí a mi Ibiza 2010 blanco, quemacocos, stereo, rines, golpe arriba de la llanta izquierda delantera y arranqué sin precaución, el taxista de un tsuru verde tocó su claxón pero no lo escuché, sólo traía el puto coraje que Lala y su maldita impuntualidad me habían provocado.

Llegué a donde ella trabajaba como diseñadora  y no estaba,  sólo Marce y el vato que quiere con ella pero no le dice, Rubén se llama creo, me lo presentó Lala en una fiesta que fue en casa de él, llegue de colado pero no creo que nos hayamos presentado, Marce me dijo que Lala tenía rato que se había ido.

De nuevo al coche, avanzar por las calles de siempre y la ví de lejos, estaba sentada en un Starbucks escuchando música y leyendo, no había donde estacionarme y lo dejé a la vuelta del café, caminé hacia ella y cuando me acerqué ví como levantó las cejas y alcanzé a ver como La Culpa, El Despiste, El Chingadamadre le pusieron roja la cara.

Le dije que Qué Pedo! nos habíamos quedado de ver en mi casa, me dijo que lo había olvidado pero que me sentara, esperaba a un cliente potencial, le dije que eso de esperar un cliente me sonaba a puta, me dijo que era un pendejo y se me olvidó el coraje. Lala tiene ese efecto en mi, es buena gente, está buena, es divertida y coge bien. Desafortunadamente a los 5 minutos de escucharla hablar sobre las posibilidades reales de que ese cliente le adelantara al menos el 50% de lo que cuesta el proyecto, cerré los ojos y volví a estar en La Perdíz, ese restaurante uruguayo (Vía San Marcos y Bolaño, Montevideo, Uruguay) y escuchar a Marnio, el productor del comercial que me explicaba los beneficios de la carne producida en el Uruguay sobre otras carnes de la región, siempre que me aburro al hablar con Lala, recuerdo algún viaje, la última vez fue uno a Lima de Abajo, un pueblo que está cerca de Puerto Vallarta en donde probé un atún sellado increíble.

No me despedí, me paré y me fui, la dejé esperando y cuando giré la cabeza para decirle adiós con la mano ella me pintaba un dedo, a la verga, pensé, pinche vieja aburrida.

Subí al coche y me fui a casa. En el camino no encontraba la canción exacta, esa que me sacara de la cabeza lo que traía y que aún no definía si era bueno o malo pero mejor para que arriesgar y había que espantar al diablo, cuando creí haberla encontrado (una de jack white que ni me sé pero que me gusta adivinar que sigue) ya había llegado a casa.

Dejé las llaves sobre la mesa y me senté a ver la televisión, nada. No había nada.
Me fui al baño a lavarme la cara y frente al espejo, mientras veía mi reflejo, tampoco había nada.

Llamé a Lala y le dije que me perdonara. Nunca contestó, le dejé en su teléfono un "perdón ando de malas" y colgué. El silencio en mi casa era tan grande, tan voluminoso que me ahogaba, quería ruido. Abrí la puerta del refrigerador para que se escuchara el sonido del motor, del gas frío. Por la ventana de la cocina se veían los techos de las casas de los vecinos. En mi teléfono un mensaje de texto. "Ok" decía. No respondí. No respondí nada.


 




miércoles, 8 de septiembre de 2010

Fuego a la tarde

Era un niño pero no lo olvido, tenía como unos 8 años más o menos y ese día por la tarde, ví de cerca lo que para mi, a esa edad, era el infierno.

Estabamos jugando en la calle cuando la explosión a lo lejos interrumpió lo que hacíamos. Salió mi padre sin camiseta de la casa y nos dijo a todos los niños que había explotado la refinería cercana a mi casa, eran pocos kilómetros los que nos separaban de ahí pero estabamos emocionados con la posibilidad de que la destrucción nos alcanzara, de que tuvieramos que ser evacuados como en las películas, de que las cosas fueran divertidas.

Mi casa era de un piso y no se veía bien el fuego, los árboles tampoco nos permitían ver las llamas, sólo mi madre cargando a mi hermano menor y las vecinas comentaban lo que había pasado y la información nos llegaba a los más chicos y nosotros lo transmitíamos, todos oíamos el radio en el cofre del coche del padre de un amigo. 

Uno de los vecinos, el que tenía la casa más grande de la calle nos invitó a subir al techo a ver el fuego. Atravesamos la sala de su casa, olía a viejo y la luz casi no entraba, pasamos por una de las habitaciones y vi a una señora acostada en la cama, viendo el techo de su cuarto con la mirada perdida y un tanque de oxigeno a un lado de ella. Sigo sin borrar de mi cabeza sus ojos, creo que la mirada sigue estando en mi.

Subimos al techo a ver el fuego, rompiendo el cielo con sus flamas. El papá de un vecino le señalaba las formas que decía que tomaba el fuego. Le dijo que parecía un diablo que se iba a comer la ciudad. Yo no percibía ningun diablo, para mi era el sol que se estaba deshaciendo y tocando la tierra cerca de mi casa. El fuego de la tarde, los ojos de la señora, el sol que se deshace. La inocencia del diablo en el verano. 


viernes, 20 de agosto de 2010

Aún es viernes

Los más bellos días del mundo se llaman viernes, nadie muere en viernes, al menos nadie que me importe y si lo hacen, pues que bien porque para el sábado ya estarán en el cielo, contando estrellas y tomandose una cerveza en el filo de un "cúmulonimbus" escupiendo ocasionalmente al mar para ver como salpica el asteroide de su saliva. En el cielo sólo se escucha Galapogos de Smashing Pumpkins y los besos siempre son en slow-mo.

El amor es una película en donde las partes están editadas para siempre mostrar lo bueno, el sexo nunca es animal, es amor, es sinuosidad, cuando mucho erotismo!.

En las noches nunca falta el sonido de un tubo que lo rompe todo, de un gato que maulla y cambia de color y siempre me lo imagino negro, de suerte. elegante porque el negro siempre te hace ver más delgado y cuando pienso en el poder de una camisa negra, recuerdo a Jhonny Cash and the fucking cocaine blues, blues de blue velvet de lynch y la vida más oscura que la noche.

Aún es viernes mi alma y hoy las balas van de reversa porque los viernes, los viernes no moriré!, júrolo, si lo hago que me revivan, que me mantengan en coma hasta la 1 am del sábado  y ahí me dejen  ir.

Quiero ser la animación del niño de dreamworks en el cielo con una caña de pescar.

Quiero que el cielo siempre sea un puto viernes.


martes, 17 de agosto de 2010

mire

Sostengo en la mano el origami de un conejo.

Veo los pliegues del conejo, el cuidado en cada detalle, la figura que en mi mente detona (una reminisencia de un conejo que tuve siendo niño), el papel blanco vuelto una figura animal, un conejo muerto.

Por la ventana de mi oficina siempre veo a los trabajadores que construyen un hospital de lujo, un hospital al que ellos nunca van a poder entrar como pacientes pero que lo conocen aún mejor que el propio dueño. Porque ellos lo sufrieron, ellos parieron un hospital bajo el sol de esta ciudad. Ellos lo crearon a imagen y semejanza de un plano arquitectónico. Esta es palabra de Dios también. 

En la palabra de Dios, en los resquicios legales de su palabra, busco el permiso para hacer lo que me plazca. El Papa dijo que el cielo no es un lugar sino algo que no podemos comprender. El infierno entonces tampoco existe? Si no existe no hay castigo, si no hay castigo, no hay pecado y sin pecado no hace falta pedir perdón. Estamos todos absueltos y libres de culpa y podemos entonces todos arrojar las piedras. Amén. Esta es palabra de Dios también.

El Papa sabe que ha perdido, él ya no es Pedro en esta tierra, son tiempos difíciles para la santidad. Son tiempos difíciles para el recato pero buenos tiempos para el pecado. sodomaygomorra.com es casi una comunidad en línea, el internet es la voz de Dios y se mueve y predica por impulsos eléctricos, el diablo es un virus informático que nos condena al infierno de la incomunicación.

El conejo de origami no camina, lo fotografío y lo subo a la página de una comunidad de fabricantes de origamis. Esto es obra de Dios pienso. Hoy he creado.

Amén.




lunes, 19 de julio de 2010

Diarios de papel

-Has visto como cortan el jamón en el departamento de carnes frías? los has visto? has visto como pasa por una rueda que gira y corta velozmente...lo has visto? es una de las cosas más increíbles que he visto y ese sonido, fuck! ese sonido...es que imaginalo todo de afuera, imagina que estás secuestrado por un asesino en serie y tienes los ojos vendados y estás atado a una silla y lo único que escuchas es ese sonido, una cuchilla que gira y corta velozmente, me cagaría de miedo-.

-Tantas cosas tan fascinantemente complejas porque a que tú no sabes como carajos funciona tu computadora, como se encienden los circuitos y esas cosas, los patrones que tienen en las maquiladoras para poder producir esa camisa que traes puesta y que dices que es tu favorita, hay tanto que desconoces porque las das por hecho, como en este momento que das por hecho que te amo y que te seré fiel toda la vida pero no sabes y desconoces el hecho de que ayer mismo te engañé y me cogí a tu mejor amigo...sabes, y no lo hice porque sea una puta y te quiera lastimar antes de la boda pero quería hacerlo para sacarme algo de adentro...chistoso que sea mediante la introducción de algo pero así fue sabes, y no quiero que canceles la boda, quiero estar contigo toda la vida, te dejo la opción, si quieres irte, puedes, pero quisiera que no,porque así como te quiero es como quiero más, no me explico, es, es... no sé que carajos es y ni siquiera sé si deba de pedirte perdón por lo que hice o dejé que me hicieran pero...a la mierda, no debería decir esto por teléfono y menos dejartelo en tu contestadora pero no podía verte a los ojos, no podía, si quieres estar el día de la boda en la iglesia, ahí estaré yo. a miguel no lo invites, sería una estupidez...otra-.

-Me siento tan sin  nada sabes, ahora que estás aquí, a pesar de que te amo, me siento hoy que soy sólo un envase de cartón, soy un envase de cartón vacío, ya no hay nada y no me puedo levantar de esta alfombra, no así, con el corazón tan roto, no así, tan lastimado, tan mandado a la chingada, pero tengo que hacerlo, me dijo mi madre que todo se cura y creo que siempre hay manera de surcir el corazón, con algo, con alcohol, con alguien, con una nueva adicción, creo soy adicto al drama porque tiendo al drama y no debería quizá dejar que me vieras llorar, no hoy y menos por algo tan irrelevante como mis problemas pero juro que no puedo dejar hoy de llorar, hoy no, mañana sonreímos juntos, hoy no-.



TEXTOS FICTICIOS QUE SALEN AL VUELO MIENTRAS ESCUCHO UNA CANCIÓN DE SEAN LENNON.






lunes, 5 de julio de 2010

Cal

El agua que sale de los panteones cuando llueve, es agua de muerto. Tiene restos de cadaver, de flor y de rezos. Tiene aún la sal de las lágrimas, el sonido de una canción, tiene pedacitos de secretos que se llevaron a la tumba. 

El agua que sale de los panteones cuando llueve, no es sólo agua. Es muerte y es vida. Aún viajan velas encendidas que recorren el sistema de drenaje del panteón, porque las velas cuando se apagan, no se apagan, siguen para siempre encendidas en el recuerdo que se queda en el corazón de los que no están muertos. El agua lleva fotografías color sepia de niños que no pasaron de los 10 años y que una enfermedad, una imprudencia, un accidente, no los dejó ser. Viajan en el agua de los panteones dientes de oro, casquillos de balas de plata, plumas de gallina negra, gritos de adolescentes que interrumpen el sueño de los muertos, comidas completas del 2 de noviembre, sombras inexplicables que descansan sobre los mausoleos. 

El más pobre y el más rico del panteón son ahora una misma explosión de agua que escapa. Como queriendo vivir de nuevo. 


miércoles, 30 de junio de 2010

Su voz

Aún hay días en donde recuerdo el tono exacto de su voz.

No, no es la voz de una mujer de mi pasado, ni de mi conciencia. Es algo que me pasó y que no olvido porque representó tanto para mí, que no puedo imaginarme ahora sin el momento en que escuché su voz.

Estaba sacando al gato de la cocina; los momentos trascendentales de la vida por lo general ocurren mientras uno realiza cosas tan simples, tan humanas, tan sin chiste, como sacar el gato de la cocina; cuando escuché que una sombra me hablaba desde la copa del árbol que rompe en dos mitades exactas, mi patio.

No recuerdo el nombre del árbol, sólo sé que estaba ahí antes de que yo llegara a vivir en esa vieja casa, sólo sé que en ese momento, una voz, que nunca había escuchado, decía mi nombre.

David.

Era un murmullo, una sombra de voz la que tenía esa voz, pero al entrar en mi cerebro, no pude dejar de darle una etiqueta a esa voz, para mí, era la voz que de poder hablar, tendría el metal.
Eran dos láminas de acero inoxidable chocando entre sí a una velocidad lentísima. Era una voz que sólo así podría definirse.

David, me decía la voz, soy yo. No quieres hablar conmigo?

Le dije que no tenía nada que hablar con una sombra en lo alto de un árbol y la sombra bajó. Ví su cara, era metal puro, era la imagen de un querubin de hielo, voz de acero, cara de hielo, tuve miedo.

Quítate la máscara, le dije, él así lo hizo, debajo de esa máscara había otra, y otra, y otra. 

Puedo estar así toda la noche me dijo. Pero no tengo toda la noche. 

Entonces dime a que vienes.

Vengo a decirte que lo que ves es irrelevante, que el secreto está en lo que no ves, en el silencio está la clave y en los sueños los ladrillos de la casa que quieres construir.

Después de decir eso, se marchó del patio de mi casa. Dejándome en la memoria, las laminas de acero que tiene por voz y en la cabeza, una duda que aún persiste.


Sigo sin despertar, sigo esperando que vuelva con la otra mitad, con la luz, con las palabras justas. Quiero que vuelva y que todo tenga sentido.


viernes, 18 de junio de 2010

Escribo

Amarro palabras, siento que salen, no sé que pasa pero a veces, esa comezón de los dedos es lo que me incita a escribir, creo que tengo comezón en la punta de los dedos que sólo se quita escribiendo.

Lo hago desde los 8-9 años, no como un tipo que se diga dotado para esto, más bien como un pinche loquito que no tenía otra manera de decir, de respirar.

Escribo porque me siento bien.

Aunque cuando me siento muy muy bien, no escribo.

Tenía mucho que no escribía.

Hoy escribí.


lunes, 31 de mayo de 2010

Cenizas

Caen del cielo como copos de nieve. De una nieve cálida y que ensucia lo que toca. Que deja un rastro en la calle, como de tiza.

Camino a la azotea de mi casa y tomo con las manos fragmentos de esa nieve que no enfría, leo en ese pequeño "copo", una historia de amor entera en dos palabras. "Lo siento" dice y yo, en verdad lo siento.

Porque a lo lejos se distingue el origen de todo, es un incendio  que se ha desatado en la montaña, en el aire, el calor se confunde con el olor de las flores quemadas. Es rasposo, es una comezón que empieza en la nariz y termina en el corazón, es el incendio del amor que se acaba, que arde en la montaña.

Y yo me encuentro de nuevo sentado en las baldosas de una avenida en Barcelona, escuchando y viendo los fuegos artificiales, el espectaculo que se desata en el cielo, tan distinto a este nuevo show enmarcado también por el fuego.

Y soy el mismo y soy distinto, porque ahora no sonrio. Nadie puede sonreír cuando a lo lejos se queman la esperanza y el recuerdo. Palabras que se van, "te quieros" que hierven en el cielo y se condensan y quizá caigan como una lluvia de "perdonames" (si es que esa palabra llegase a existir), decenas de flores, de fotografías, de recortes, de planes, de sueños. 

Pobre del hombre que reniega y que quema su pasado. 
Pero más pobre es el hombre que vive con ese pasado.

De las cenizas del amor quemado, un fénix de promesas arde.




lunes, 17 de mayo de 2010

Contar ovejas

Todos los lunes, sin falta, analizo las posibilidades que tengo, escribo en una hoja de papel la serie de serias desiciones que debería tomar, hacia donde giraría mi vida si me decidiera a algunas cosas, hacia donde giraria si no me decidiera. 

Son miles de hojas de papel llenas de desiciones. Si me hubiera aplicado a reunirlas todas, podría, sin duda, armar un libro de esos de aventuras que te decían "si quieres que el protagonista abra la puerta del calabozo, vaya a la página 234, si quiere que monte el dragón, vaya a las 456".
Un libro de desventuras más bien.

Los lunes son de planeación. De reporte de daños. De modificación de patrones. De toma de desiciones. De junta directiva de mi cerebro. De analisis de competencia. De visión a 5 años. De reestructuración de la planilla directiva. De pensar.

Hoy es lunes y la hoja de papel está más blanca que nunca.

Izquierda o derecha? 


lunes, 10 de mayo de 2010

El cielo

Siempre le he tenido miedo a la idea de perder a la gente que quiero. Pero de un tiempo a acá me he refugiado en la idea de que nos volveremos a ver así que estar sin ellos, un par de años o quince, no se compara a estar toda la eternidad juntos, es sólo un pequeño momento en el espacio.

Pero después pensé...al llegar al cielo estarán todos? llegaré al cielo? y de hacerlo...reconoceré a mi gente?

Porque creo que todos mis abuelos al morir y estar allá arriba, deberán estar en la etapa de su vida que más disfrutaron y no creo que haya sido la vejez, no tendría sentido o al menos yo no lo haría, yo creo renacería en el cielo a esta edad, porque ahora me siento bien.

Y de ser así, como no los conocí jovenes y el cielo debe ser tan grande, encontrarlos debe ser imposible. Entonces mi cielo puede ser un infierno, desesperante, solitario, una busqueda eterna como eterno es el cielo.

Me dijeron que al llegar uno no recuerda nada, lo cual también torna todo en un infierno porque que clase de cielo es ese en donde no eres quien eres y te vuelves un amnesico que camina como loco por pasillos (en mi cielo hay pasillos) y cuartos llenos de gente que se empieza a conocer. 

No lo sé, pero que feo cielo sería ese en el cual no soy yo el que está ahí pero si soy yo. Eso significa que todo lo que hice en vida no tuvo una repercusión porque no contó y ahora, como si fuera un envase vacío de leche arrastrado por un vendabal, naufrágo en el cielo del desconocimiento.

Afortunadamente, me dijeron que el cielo, como santa clos, no existe.

jueves, 6 de mayo de 2010

Black Moleskine

El cielo, ese espejo de los días, no cambia.

He pasado tardes enteras esperando que algo acabe con él y conmigo y no pasa nada. El tiempo transcurre y yo, me deslizo en la tierra y me convierto en polvo porque polvo soy y en polvo me he de convertir.

No regales animales a quien quieres porque cuando el amor se acaba, el animal peligra. Puede sufrir un accidente, caer de la terraza, entrar al horno encendido, accidentalmente cortarse el cuello con una navaja, la vida está llena de accidentes.

Me doy vuelta sobre la tierra mientras reflexiono esto. Ahora respiro el polvo y aguanto lo más que puedo el estornudo, vamos a ver quien resiste más, yo o yo. Pierdo contra mi mismo. Siento la tierra caliente en mi rostro y saco poco a poco la lengua sintiendo el sabor de la tierra, el sabor seco, una vez leí que en un pueblo de Bolivia la gente no tenía que comer y se hacían pequeñas tortillas de lodo que comían y se enfermaban y morían con el estomago lleno de barro y bichos. No quiero morir. No hoy. No mientras el cielo siga en su lugar.

Giro de nuevo y con la cara al sol y al cielo, maldigo a ambos porque siempre tienen el futuro asegurado y no están como yo, actuando como un loco en una cancha de fútbol abandonada. Un vecino ha llamado a la policía y escucho como la sirena se acerca. El agente se inclina sobre mí y me pregunta si estoy bien, le muestro la lengua llena de tierra y el tipo se indigna y se marcha. Me gusta volverme un poco loco los martes. 

Me levanto de un salto y me sacudo el polvo, escupo la mezcla de tierra y saliva y avanzo a mi coche. Me voy y el cielo sigue donde estaba. Una vez más no he podido hacer nada.




miércoles, 5 de mayo de 2010

Paredes blancas

Los sueños vienen envueltos en los ronquidos que lo acompañan, en las respiraciones, en ese inhala-exhala que se genera en los cuartos, sin ellos no habría sueños, es el secreto que nadie conoce, nadie sabe que los sueños se generan en base al ritmo de respiraciones que uno tenga, por eso los niños chiquitos, al respirar acelerado siempre tienen sueños de aventuras, de peligros que sortean. Los adultos tenemos muchos sueños sexuales porque cuando respiramos, llamamos al sexo, incluso aún después de haberlo tenido, porque en la mente los adultos, sólo hay lugar para eso y vaya que uno no puede decir que hay personas santas consagradas que no sueñan eso, las noticias nos enseñan que los diablos también usan sotana.

Libertad, se va a llamar Libertad.

Cuando era niño quería llamar a mi hija Libertad, fui un niño extremadamente comunista, dividía la atención que le prodigaba a mis juguetes equitativamente, de tal forma que, ni el G.I Joe ni el coche de carreras podría sentirse menos.
Mis amigos, escasos amigos, de la infancia me veían como un animalito raro, como un  perro de tres patas, raro pero común, porque sigue siendo un perro pero tiene una pata menos, me veían con una forma de compasión, aunque ellos no supieran lo que significaba esa palabra y por lo cual, al no tener una forma de definir su sentir hacia mí, hacían lo cristianamente indicado, ignorar lo raro, ignorar al perro de tres patas que era yo.

Pero nunca me importó, acostumbrado al silencio desarrollé la habilidad mágica de mandar el mundo al carajo y de que el carajo fuera sólo un lugar, un destino para todos y yo, enmedio de conversaciones comunistoides con mis juguetes, era feliz. 

Era feliz con la soledad. Con ese espacio infinito e interminable que es la soledad porque lo importante para nunca sentirse solo, es saber que uno no está solo, uno lo tiene todo, nadie está ahí para compartir las cosas, es la perfección absoluta, es el hilo negro, es ganarle en el ajedrez al diablo, es ser feliz.

Hasta que te enamoras.

Y todo parece que te encierra y ese salón infinito que es la soledad, se vuelve una cajita de zapatos en donde te han forzado a cumplir condena y ese terrible lazo que se forma al querer, esas ganas de sentir que la otra persona está ahí, esa confirmación de que dependes...es lo opuesto a lo que eras y te das cuenta de que al perro le ha salido la cuarta pata y es uno más de la...perrada? manada? jauría?

El amor es indefinible, indescifrable, incoloro, inoloro, intocable, incansable, internacional, inmaculado, intravenoso. El amor es bien raro.


sábado, 1 de mayo de 2010

Pradera

Bajan por la pradera norte, la que va directo al despeñadero, una manada de mujeres desnudas.

Las hay de todos colores, hay asiaticas, caucasicas, latinas, negras, pelirojas, peliazules, peliverdes, todas las mujeres que alguna vez soñaste, esas, las hermosas, están corriendo por el campo libremente. 

Es como uno de esos anuncios de televisión en donde en un campo de sueño, un grupo de mujeres bebe té verde en una nueva presentación light sin saber a light, es casi así, perfecto, pero es perfecto doblemente porque ahora están desnudas y no se vislumbran rastros de té verde light que no es light.

Corren y entre ellas se cuentan secretos mientras galopan, se escucha el seseo y uno se siente casi asustado porque sus hermosas voces son canciones pop que nunca nadie ha cantado. Ellas se cuentan entre ellas esos sueños en los cuales estuvieron la otra noche, los sueños húmedos de adolescentes que nunca han conocido a una mujer desnuda, los sueños húmedos de los hombres casados aburridos de su misma mujer, los sueños húmedos de las mujeres que quieren conocer a una mujer perfecta.

Ellas bajan corriendo por la pradera contando en donde han estado, sonriendo, perfectas, hermosas, mujeres. 

Caen por el barranco. Desechables. El día ha terminado y una nueva noche comienza. A lo lejos viene bajando un nuevo grupo de mujeres. Hay asiaticas, latinas, caucasicas, negras, pelirojas, peliazules...



martes, 27 de abril de 2010

nubes de gel

El camino a Concepción del Oro, territorio que es justo la mitad entre Saltillo y Zacatecas, está lleno de líbelulas de gelatina multicolor, nadie lo sabe porque nunca nadie, a circulado por ese lugar, por ese mítico kilómetro 267 a las 3:29 de la tarde.

El calor era insoportable, aún lo recuerdo, podías freír un huevo de avestruz en la palma de mi mano y el huevo se volvería un mapa mundi que te daría la solución y la ubicación exacta del arca de Noe, que como todos sabemos, está en algun lugar oculto entre Mazatlán y El Salto Durango, no es para nada una coincidencia que ahí esté esa carretera que ahora conocemos como El Espinazo del Diablo, se creo hace miles de años por el surco que el Arca de Noe dejó en esas antes inhóspitas regiones.

Pero volvamos a las libelulas de gelatina, iba yo manejando mi moto por la carretera y en la abertura que dejaba mi casco, el cual siempre trae la firma y un dibujo de los ojos de mi madre, penetró una libelula que se me metió en la boca, pensé en escupirla pero el sabor era impresionantemente bueno y no me quedó más remedio que disfrutarla y en eso estaba cuando una nube gigante de libelulas me envolvió de pies a cabeza, me quité rápidamente el casco y los guantes llenos de arena naranja de la carretera y me puse a acabar con esos terribles/deliciosos insectos.

Justo cuando estaba más entretenido porque tenía más de 23 horas continuas en moto y casi sin comer, fue cuando lo vi a la distancia, tomando vuelo, era el toro más imponente que había visto en mi vida y sobre el toro, la mujer más hermosa que alguna vez haya podido ver, ni en las revistas de las terminales de autobuses había visto una mujer así. Me sentí por un momento en una portada de disco de Metal de los 80´s de esos donde las mujeres semidesnudad blanden espadas de las cuales salen rayos. 

Y ella me miró.

Una última libelula multicolor intentaba salir de mi boca, aleteaba desesperada y la dejé salir.
Mi moto sobre el acotamiento de la carretera era un cadaver lleno de sol. Yo sin casco enmedio de la carretera era un cadaver lleno de sol. Ella y el toro eran el sol.

Levanté la mano a manera de saludo y ella se inclinó sobre la cabeza del toro y le dijo algo al oido, el toro se dió media vuelta y con ella, se fueron para siempre.

Las libelulas de gelatina multicolor de la carretera, a la altura de  Concepción del Oro existen, como existió ella y el toro. Es sólo cuestión de saber esperar el momento y de tener paciencia y suerte.

Me fui conduciendo la moto. Dos cadaveres llenos de sol que avanzaban sin miedo.



martes, 20 de abril de 2010

ODIO

El texto que estaba escribiendo antes que este, estaba bien chingón, iba apenas a la mitad pero tenía la pasión de una historia de Cormac Mcarthy, así con silencios bien estructurados, con imágenes contemplativas con frases como "Para él, el día que acababa se volvía un cadaver en la noche, un cadaver que impregnaba de sal el ambiente"

Un texto así de esos que se ven una vez cada pinches 4 años (como el mundial), ahora no sabré ni ustedes sabrán que es lo que le pasó a Daniel, el personaje que esperaba que llegara una avioneta enmedio del monte y quien, al escuchar unos pasos en la hierba se refugió detrás de una piedra y apuntaba a la noche.

Chingado que coraje, era la onda la historia y ahora está perdida para siempre. 

Descanse en paz "En el monte", descanse en paz "Daniel".


martes, 6 de abril de 2010

Cuando no se tiene nada

Sentado frente al mar grité tu nombre dos veces y maldije el día en que te conocí, el día en que caímos en esta tormenta que se llamó: "nuestra relación".

Porque cuando ya no se tiene nada, ni el polvo, ni las cenizas, el vacío que queda en los huecos de los troncos de los árboles, no son, ni serán el refugio indicado para esconder este corazón que ya no sé que hacer con él.

Cuando no se tiene nada, los momentos son fotografías en sepia, fotografías que por más que las juntes unas con otras, no llegan nunca a formar ese collage perfecto, esa sincronía, esa película con un final feliz.

Cuando no se tiene nada, una gota es un arroyo, un suspiro es un arrullo y a cualquier barbón lo confundes con Jesús y le rezas.

Cuando no se tiene nada ya ni llorar es bueno.

domingo, 21 de marzo de 2010

no es lo mismo

No es lo mismo escribir así.

Tan disperso. 

Tan raro.

Se me escapó ya el conejo

O liebre.

O las cabras.

Algo me ha pasado que se siente raro. Muy quien sabe como.

Intrascendente. 

Demoledor.

Un suspiro.

Corren los trenes rápido y no los escucho porque cierro los ojos y el polvo que levantan no me toca porque estoy volando.

Caigo disperso y me vuelvo de menta, una manta de menta que es consumida por un saco de hormigas negras-rojas-comunistas.

Está raro todo.

lunes, 8 de marzo de 2010

en estos momentos

En estos momentos estoy en la oficina intentando hacer un anuncio increíble.
Habemos 38 personas aquí.

En estos momentos una mujer acaba de encontrar un cabello en su comida.
El abuelo de alguna persona está muriendo.
Un niño debe estarse concibiendo.
Alguien está borracho en su trabajo.
Una niña acaba de perdersele a su madre en un centro comercial.
Las víctimas de un terremoto buscan en los diarios el nombre de algun familiar.
El repartidor de agua acaba de chocar y le descontarán el choque de su sueldo.
7 personas deben estar siendo despedidas.
3 contratadas.
Miles de llantas de coches acaban de pincharse.
Miles acaban de olvidar algun pasword o teléfono.

Yo sigo aquí y el anuncio nomás no sale.



jueves, 4 de marzo de 2010

hay veces

Hay mañanas en los que el agua se siente en la garganta como Red Bull frío.
Mañanas en las que al abrir los ojos no te pesa el dar el primer paso.
En las que al bañarte el agua sale con la presión indicada, la temperatura perfecta.

En las que el hambre no te pega en la boca del estomago.
Mañanas en donde te sientes bien pues.

Hoy está raro, como que quiere ser una de esas veces, pero no termina de ser.

Todo se queda a medias. Medias tintas. Medias de seda. Medias noches. Mediodía.

Esperemos que en la tarde todo tome otro matiz. Otro color. Más digamos, duraznoso. 
 

martes, 2 de marzo de 2010

paciencia

Siempre que estornudo o toso, siento que se le va un poquito de alma, que se me quiere salir.

Siempre que tengo fiebre siento que es una reacción de mi cuerpo que evita que mi verdadera personalidad salga a flote y sólo sale cuando en los delirios de la fiebre, insulto, hablo, recuerdo, vomito y me vuelvo vulnerable.

Leyendo un libro la otra noche, me quedé pensando en la diferencia que tienen los autores y yo y creo que todo, más allá de la creatividad, es una cuestión de paciencia. Carezco de paciencia y por eso no termino una jodida novela. Me limito a cuentos cortos y a guiones de sitcom. No está en mi escribir un libro ni una pelicula. Me limito a lo corto. Y creo que es un reflejo de como llevo mi vida. Una serie de situaciones de corta duración. Noviazgos cortos. Amistades cortas. Por eso mi teléfono está condicionado a tarjetas de prepago, por eso no compro una lavadora propia, por eso no me enamoro ni me comprometo con nadie. Porque no tengo paciencia. 

Soy entonces un producto de gratificaciones instantaneas. De promociones de Gana al instante. De pastillas para bajar de peso. De cursos de 3 semanas para lo que sea. 

Que persona tan impaciente soy. Espero no perderme la paciencia de mi mismo.




miércoles, 24 de febrero de 2010

Promesas

El lunes cumplí una promesa, no es que nunca lo haga, simple y sencillamente algunas veces carezco de la fortuna para poder realizarlas todas pero me esfuerzo, creanme que lo se.

Ella, a quien nombraremos "Daniela", preparaba sus maletas para irse a Paris, yo, a quien llamaremos "Elihú", preparaba una campaña que tenía que vender un día después.

Platicando por msn me dijo que que haría...le dije que como todos los lunes iría a hacer el ridículo en la cancha, jugando, siendo feliz, no como cuando estaba con ella pero algo cercano. Me deseó suerte en la cancha, soy propenso a las lesiones debido a mi fuerte y atrabancada manera de jugar, lo cual es un reflejo también de como llevo mi vida, una serie de lesiones variadas, de accidentes, de fueras de lugar.

Le prometí un gol. El gol más sin valor en la historia de los goles, no iba a ganar nada con él pero quería meterlo por ella. Debido a las posiciones en las cuales me he colocado a últimas fechas como lo son la portería o la defensa, limitaba mis posibilidades de anotar. Jugué todo el partido, un tiro al poste y un remate que sacó un defensa casi de la línea. Pensé que no iba a anotar, pero dije...dí dos pases a gol, quizá con eso lo compense. Le podría mentir, decirle que había anotado y que había pensado en ella. Pero no soy dado a las mentiras con ella. No más.

Escapada de un extremo derecho. Dejo la marca que le hacía a un delantero y me sumo al ataque, él me tira la bola, eludo a un contrario, suelto la pelota filtrada a él quien abre aún más la bola al lateral que se había agregado al ataque, quedaba poco para el final, el lateral pierde la pelota...comienzo a regresar, mi contención recupera la bola a base de empuje y me filtra el balón, voy contra el portero. Tan solo. Como a veces me siento cuando pienso que ella está lejos o que no existe más. Sale el portero, recorto hacia adentro, se come la finta y empujo la pelota al fondo.

Se acercan y me felicitan. Levanto la vista a la noche. Ella en un tren a Paris, yo en una cancha dedicandole un gol. Cumpliendo una promesa. Espero algún día cumplirle todas las demás que le he prometido.




lunes, 15 de febrero de 2010

vaya

Complicado, siempre es complicado toparte a alguien que en verdad concuerde contigo en todo, que sea perfecta, que tenga las cualidades que uno anhela...y ella no las tiene ni lo es, pero por eso mismo la quiero tanto.

Porque en su totalidad de imperfecciones, es perfecta y me hace sonreír. Porque el tiempo que paso con ella algunas veces me es insuficiente y quisiera que se prolongara aún más y que pudieramos estar tirados en el suelo hablando de todo lo que no tiene importancia pero a la vez es trascendental en nuestra vida de jovenes adultos.

Ella me cuestiona mis ganas de irme sin saber que su presencia misma es para mí, una razón para cuestionarme la partida, porque volver a toparme a alguien así, es improbable y sólo me ha pasado unas 34 veces en la vida. 

Ella es el 90 % de mis mensajes en el cel, de mis llamadas, de mis contadas sonrisas, de mis enojos, de mis palabras, de ese cariño que ultimamente anda tan escaso, ella se ha vuelto un 90 % y se siente raro porque es un cariño genuino y descomunal, al menos de mi parte, el que siento por ella y que se desborda como una capa de paz sobre los tejados de mis días más grises. Ella ha sido el único regalo de San Valentín que he tenido en años. Y la quiero no sólo por eso, sino por lo demás, lo que no le digo, lo que no me dice, pero que se siente, cálido, sincero, como una sonrisa, como su sonrisa.

Un beso muzz.


martes, 9 de febrero de 2010

así de fácil

Poco a poco te desprendo de mi. Como cuando pelas una mandarina y le vas quitando la cáscara con los dedos, sin las uñas, sólo a presión. Te me vas y al irte dejas en el aire un minúsculo rocío perfumado de besos y en mis manos, restos de lo que tuviste aquí.

Y sonrío. Y mezclo ya en mi cabeza situaciones que vivimos con las que no y todo es una gran masa de plastilina de colores-no tóxica- que forma al amasarse, un corazón multicolor que al combinarse aún más, se vuelve pardo y sin chiste. 

Corro de ti. La frase en sí suena mal y no se si es correcta, creo debería ser "huyo de ti", pero me gusta como suena "corro de ti", tiene un poco de revolución, de dignidad, de calor y dolor que dejan los pasos del que corre de ti. Corro a darle la vuelta al mundo y cuando vuelva a pasar por donde estés, agacharé la cabeza y seguiré de largo, porque "correr de ti" es quizá, el paso que uno necesita para avanzar. Para correr.

lunes, 8 de febrero de 2010

Desfasado

El tiempo es relativo según el lugar en el que estás. Esto me queda claro cuando te leo llegando de fiesta y yo aún estoy en la oficina y borracha me dices que me quieres, o cuando es a la inversa y te maldigo lleno de alcohol y madrugada en las manos.

Vuelo y salgo de Valparaíso sin haberlo conocido y cierro los ojos y los abro y tras el vidrio del vuelo 622 de LAN, el mar me espera. Y por un segundo deseo que caigamos todos y nos volvamos parte de las estadisticas de vuelos que desmienten que mueren más personas por choques que por avionazos. Pero la esperanza en los ojos de la señora que viaja conmigo y que va con toda la ilusion de 60 años queriendo conocer Guadalajara porque su hijo se casa con una mexicana, me alejan de mis pensamientos de tragedia y me persigno en la mente y quiero llegar bien a México porque esa doña chilena es igual a mi madre, pero mi madre es más hermosa claro.

Y volamos sobre Acapulco. Y atrás queda Montevideo y sus hermosas mujeres, y su comida, y sus momentos, y los sueños que cumplo y que apenas abro como regalos en Navidad.

Viajando, amo viajar. Amo los aeropuertos. Amo ver mi eterna maleta en la banda. Amo el miedo de perder mi pasaporte. Amo enamorarme del reflejo del sol en las alas del avión.

Quiero viajar de nuevo. Viajo de nuevo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Viajando

Son las 8:25 de la mañana tiempo de México  y las 11:25 de la mañana tiempo de Chile y me entero vía internet de noticias que me conciernen y cambian todo a la distancia.

Y ambas me dan gusto. Por un lado, el nacimiento del hijo de un amigo, un hijo esperado, deseado y sumamente platicado con uno de esos partos que parece que nunca van a llegar pero de repente, ya está aquí y todo son sonrisas. Mientras me enteraba el acento chileno de la chica del mostrador de LAN, me arrullaba como alguna vez otro acento chileno lo hizo.

La otra, una chica que quise, que quise mucho, anuncia vía medios electrónicos que está en una relación. Me da mucho gusto por ella y mucho gusto por mí también, porque a pesar de que ella era lo que yo creía que necesitaba  no lo era, ni yo era lo que ella creía que yo era, ahora sólo soy y ella sólo es. Y la quiero a la distancia mientras el sonido de la cafetera y  de un tipo chileno haciendo negocios por teléfono, me despiertan como un trueno en un día soleado.

Siempre lo he dicho, no hay como viajar. Los hijos de la familia Torres son viajeros y viajamos en nombre de nuestros padres que no lo quisieron o no pudieron hacer y lo hacemos con gusto y disfrutamos dos veces todo, por nosotros, por ellos. Hoy que estoy en Chile me arrepiento de no tener el tiempo de ver a los amigos que tenemos acá, a quienes quiero y saben que siempre podrán contar conmigo.

Pero lo mejor del viaje casi siempre es el regreso, a casa, a todos, a ella.

Para ella que me lee en otro continente, un beso.
Para ella que me lee en casa, un te quiero.
Para ella que no me lee, te extraño
Para ella que me lee y no me dice que lo hace, no me lo digas.
Para ella que lee este blog por accidente, gracias.

Desde la sala Mistral de LAN, porque en LAN las salas se llaman como los escritores. 

Me voy, me pierdo en los acentos y en estos pasillos que espero pronto, me vuelvan a ver pasar. Espero pronto.

domingo, 24 de enero de 2010

12:55 am

-Recuerdas lo que te conté?
-Qué?

-Lo de la gente, lo que hablamos en el restaurante de sushi.
-Lo de los personajes?

-Si, que la gente cuando la ven representa un personaje y cuando no, son auténticos.
-Si, si me acuerdo.

-Nunca he sido honesto contigo, siempre he actuado, siempre he sido un mentiroso y lo que te conté desde que nos conocimos, es una mierda, una basura sin sentido. Nunca me has visto a través de las ventanas, siempre estoy aquí, actuando, siendo lo que no soy y dando lo que no tengo.
-Ya lo sabía.

-Lo sé, ya se que sabías.
-Entonces porque lo confiesas.

-Porque no me quería quedar con nada.
-Y cuando fue que tuviste algo?





lunes, 18 de enero de 2010

María

Ella me pidió a la distancia que escribiera, que no me detuviera, que le regalará un poco de como veo los días y como fluyen de mi cabeza a la punta de mis dedos, de ahí a teclas, de ahí a códigos de un software y de ahí a un blog que es éste.

Ella me pidió que lo hiciera y no veo porque no hacerlo. Creo que no he tenido mucha oportunidad de hacerlo pero hoy lo haré, por encargo y será, "La Pequeña historia del cumpleaños de mi padre".

Mi padre cumplió años hace una semana y después de toda una vida de no festejar, le hicimos una fiesta. Mi padre nació en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, al norte del norte. Es el segundo de 4 hijos, en eso coincidimos, también en la responsabilidad y en el amor por el fútbol. También en que no sabemos decir que no.

Ayer lo ví sonreír como no lo había visto en años. Ayer le canté una canción: "Baraja de Oro" de Los Relampagos del Norte. Ayer fue un perfecto anfitrión y yo un perfecto mesero-barman-cocinero-DJ-Cantante. Ayer mi padre tuvo el protagonismo, era el niño de la fiesta, el mero mero, el señor Torres, el Compadre, el Amigo, el Padre. 

Ayer creamos un momento que no se me va a borrar de las retinas en muchos años. 
Ayer mi familia encontró lo que quizá alguna vez, habíamos perdido. 




jueves, 14 de enero de 2010

Casa

-Soñé con esa casa anoche-Me dijo Damián, un día antes de que muriera.
¿Con cual?- 
-La del final, la del portón de metal- Damían tiró el cigarro y se acercó a la puerta, la tocó.

Yo lo miraba desde la acera contraria, habíamos decidido irnos por esa calle contrario a por donde siempre pasabamos, ese día aquella calle estaba en reparación y si algo odiabamos era el ruido de las máquinas destrozando la tierra.

Cuando pasamos enfrente de la casa del portón de metal, Damián se paró en seco y fue lo que me dijo, "soñé con esa casa anoche".

No entramos, nos fuimos caminando a nuestro nuevo empleo como operadores de telemarketing. El ruido de los teléfonos sonandome en la cabeza todo el día, el humo del cigarro en el patio entrandome por los ojos, los números girando en mi mente, mis manos presionando botones y mi voz, que no es mi voz cuando vendo, engañando, nada me evitaba pensar en lo que me dijo Damián.

De regreso pasamos por ahí.

-¿Ya habías pasado por aquí antes Damián?
-Nunca. Lo dices por lo que te dije que había soñado con esa casa no?
-Si, me puso nervioso.
-A mi también, sobre todo porque no fue un buen sueño sabes.

Me contó el sueño, era raro, muy raro. Me dijo que había soñado que pasaba por ahí en bicicleta, que era un día muy caluroso y sudaba demasiado, que tenía mucha sed y se había metido por el jardín de la casa, en el jardín había una estatua chiquita de un sapo explotando en pedazos, los hierbajos crecían por todos lados y él andaba en shorts y las hierbas le picaban las piernas. Tomó una manguera del suelo y abrió la llave, cuando empezó a beber agua el agua estaba podrida y daba más sed. En eso se abrió la puerta de la casa me dijo,  y una mujer parecida a su madre lo miraba beber. Damián quiso salir y ella le dijo que no pasaba nada. Que entrara. Damián entró a la casa. 

La señora le invitó a sentarse, por dentro la casa no tenía un orde aparente, la cocina era a la vez una gran sala en donde había mesas y sillas de diferentes tamaños y texturas. Al fondo, Damián vió a un chico retardado masturbandose frente a un televisor que sólo transmitia estática. Damián quiso salir y la señora lo tomó de un brazo, al momento de hacerlo, el brazo se le deshizo, como se deshace la carne a baño maría, y Damían quizo correr, tropezando con las sillas multiformes y conforme avanzaba su cuerpo iba deshaciendose como carne deshebrada, lo ultimo que cayó al suelo fue su cabeza y sus ojos abiertos, se cerraron para siempre con la imagen del chico retardado teniendo un orgasmo descomunal. La casa olía a petroleo y sal.

"Vaya sueño"- le dije y en mi nariz alcancé a percibir como de la casa emanaba un ligero olor a petroleo. No había nadie dentro de ella. Nos fuimos caminando y olvidamos el tema.

Esa noche soñé con la casa, pero en mi sueño yo no entraba, sólo contemplaba el momento en el cual Damián se deshacia y la escultura del sapo cobraba vida y me brincaba encima empapandome de sal y sangre. Desperté con la llamada de mi madre diciendome que habían encontrado a Damián colgado en un árbol.

Salí de casa corriendo y sin saber porqué, llegué a la casa de la pesadilla de Damián. Damián no estaba ahí. Entré por el jardín y el olor, el jodido olor a petroleo lo impregnaba todo. El sapo explotando no existía ni tampoco la manguera de agua podrida, pero si el olor. En mi boca empecé a sentir la sal. Temblé.

Mi teléfono comenzó a sonar. Era el número de Damián. Contesté. Era él. Me dijo que no volteara a la derecha, lo hice, ahí estaba ella. Mirándome. Colgué. Ella me tomó del brazo.

Desperté en el hospital. Duré tres días en un desmayo que parecía interminable. Mi cuerpo tenía sal por todas partes y nadie sabía como había sido. Me había perdido del funeral de Damián, mi madre pensó que me había afectado mucho y por eso pasó lo que pasó.

En el coche camino a casa, una desviación nos hizo pasar por la calle de la casa. Cerré los ojos pero aún olía a ella, a la casa. Desde la ventana escuché que alguien decía mi nombre. Pensé en Damián, en mí.










domingo, 10 de enero de 2010

frío

Cuando el camino termina y no quedan más que ramas que ocultan los agujeros por donde se nos va la vida, cuando los silencios inundan y rompen los oídos de los perros que no saben ladrar aún.
Cuando los dedos se me congelan al romper el aire helado que inunda el lugar en el que duermo y lo llenan de una apacible falsedad, de una engañosa soledad. Pienso.

En las estructuras de los edificios. En los hilos que tejen las arañas. En los galones de pintura que se necesitan para pintar un barco. En el sueldo que gana el que limpia los vidrios del edificio más alto de Dubai. En los tipos de cambio en Venezuela. En las comedias románticas. En los suspiros que se me gastan cuando sueño. En las botellas que van por el mar buscando llegar a un nuevo destino. En los payasos que ya no saben cuando están riendo por gusto. En los millones de dolares que no tengo. En el tiempo que le queda de vida a las baterías de mis aparatos electrónicos. En los números que aún no marco. En los molinos son Quijotes. En las baldosas de una casa de clase media. En los comerciales de productos para el cabello. En nadie.

En mi.

jueves, 7 de enero de 2010

lolo

Calentador encendido y aún así, el frío no para.

Todo se vuelve un momento que me explota en la cara y la ventisca de la explosión se vuelve un dibujo en los árboles, un dibujo sin sentido, como lo que ha pasado entre nosotros.

No quedan huellas ya en la arena de mi casa, hasta las huellas te llevaste y en tus palabras y en el reflejo de tus mejillas ya no quedo yo, ni una pizca de mí, ni un asomo de lo que alguna vez tuvis...tuvimos.

Mis pies se me derriten en la nieve, se vuelven uno con los pasos que alguna vez quise dar, pero no, no pude, y no, no podré. En la nieve no se avanza, se hunde. Las palabras son la nieve algunas veces y yo no puedo con ellas ni contigo.

Porque no entiendo de sonidos ni de tiempos, ni de instantes, ni de polaroids, ni de mujeres. No entiendo nada porque nunca me tomé el momento para prestar atención. Dejé pasar por alto las señales de PARE y me estrellé y caí en los juegos que no debí caer, en los tragos que no debí beber, en las azoteas donde no debí caminar.

El gato de mis padres se llamaba Lolo. Era un gato gris, enorme. Tenía mucha personalidad y siempre andaba solo. Lolo. Algunas veces, cuando hace frío y voy a ver a mis padres, extraño a Lolo. 


miércoles, 6 de enero de 2010

de moda

¿Pasaremos de moda algún día? Dejaremos de ser para las demás personas, eso que somos ahora, ese momento, esa pequeña necesidad y ganas de existir en el presente inmediato y nos convertiremos en un número teléfonico perdido en el orden alfabético de la memoria de un teléfono.

Dejaremos de existir y veremos como LA NADA, ese villano invisible de La Historia Sin Fin, nos sumerge en la más profunda oscuridad del olvido. Estaremos todos destinados a pasar de moda, a dejar de pertenecer al Top de amigos en alguna comunidad virtual, a ser borrados de los números frecuentes, a caer en una espiral de incertidumbres, de llamadas no realizadas, de citas por siempre pospuestas.

Tenemos tatuados en los brazos nuestra fecha de caducidad personal. Debemos ser remplazados por nuevas emociones producidas por nuevas personas y perdemos nuestra originalidad, estamos por siempre condenados a ser un producto temporal que será reemplazado del anaquel al cambiar la promoción. Pepsi azul, Coca-Cola de Vainilla.

Pasaremos de moda alguna vez?

Pero como siempre pasa, todo vuelve y el mundo es cíclico y lo que fue desterrado vuelve con fuerza y lo que se mantiene clásico existe, perdura para siempre. Dejémos una huella en las personas y volvámonos unos jeans azules en el closet, unos converse negros y todo el tiempo puede pasar y no pasar a la vez. Seamos y no nos preocupemos.

Volverémos alguna vez?

si cada semana hay un nuevo jueves, yo creo que sí.

de moda

¿Pasaremos de moda algún día? Dejaremos de ser para las demás personas, eso que somos ahora, ese momento, esa pequeña necesidad y ganas de existir en el presente inmediato y nos convertiremos en un número teléfonico perdido en el orden alfabético de la memoria de un teléfono.

Dejaremos de existir y veremos como LA NADA, ese villano invisible de La Historia Sin Fin, nos sumerge en la más profunda oscuridad del olvido. Estaremos todos destinados a pasar de moda, a dejar de pertenecer al Top de amigos en alguna comunidad virtual, a ser borrados de los números frecuentes, a caer en una espiral de incertidumbres, de llamadas no realizadas, de citas por siempre pospuestas.

Tenemos tatuados en los brazos nuestra fecha de caducidad personal. Debemos ser remplazados por nuevas emociones producidas por nuevas personas y perdemos nuestra originalidad, estamos por siempre condenados a ser un producto temporal que será reemplazado del anaquel al cambiar la promoción. Pepsi azul, Coca-Cola de Vainilla.

Pasaremos de moda alguna vez?

Pero como siempre pasa, todo vuelve y el mundo es cíclico y lo que fue desterrado vuelve con fuerza y lo que se mantiene clásico existe, perdura para siempre. Dejémos una huella en las personas y volvámonos unos jeans azules en el closet, unos converse negros y todo el tiempo puede pasar y no pasar a la vez. Seamos y no nos preocupemos.

Volverémos alguna vez?

si cada semana hay un nuevo jueves, yo creo que sí.