Mañanas en las que al abrir los ojos no te pesa el dar el primer paso.
En las que al bañarte el agua sale con la presión indicada, la temperatura perfecta.
En las que el hambre no te pega en la boca del estomago.
Mañanas en donde te sientes bien pues.
Hoy está raro, como que quiere ser una de esas veces, pero no termina de ser.
Todo se queda a medias. Medias tintas. Medias de seda. Medias noches. Mediodía.
Esperemos que en la tarde todo tome otro matiz. Otro color. Más digamos, duraznoso.
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