lunes, 31 de mayo de 2010

Cenizas

Caen del cielo como copos de nieve. De una nieve cálida y que ensucia lo que toca. Que deja un rastro en la calle, como de tiza.

Camino a la azotea de mi casa y tomo con las manos fragmentos de esa nieve que no enfría, leo en ese pequeño "copo", una historia de amor entera en dos palabras. "Lo siento" dice y yo, en verdad lo siento.

Porque a lo lejos se distingue el origen de todo, es un incendio  que se ha desatado en la montaña, en el aire, el calor se confunde con el olor de las flores quemadas. Es rasposo, es una comezón que empieza en la nariz y termina en el corazón, es el incendio del amor que se acaba, que arde en la montaña.

Y yo me encuentro de nuevo sentado en las baldosas de una avenida en Barcelona, escuchando y viendo los fuegos artificiales, el espectaculo que se desata en el cielo, tan distinto a este nuevo show enmarcado también por el fuego.

Y soy el mismo y soy distinto, porque ahora no sonrio. Nadie puede sonreír cuando a lo lejos se queman la esperanza y el recuerdo. Palabras que se van, "te quieros" que hierven en el cielo y se condensan y quizá caigan como una lluvia de "perdonames" (si es que esa palabra llegase a existir), decenas de flores, de fotografías, de recortes, de planes, de sueños. 

Pobre del hombre que reniega y que quema su pasado. 
Pero más pobre es el hombre que vive con ese pasado.

De las cenizas del amor quemado, un fénix de promesas arde.




lunes, 17 de mayo de 2010

Contar ovejas

Todos los lunes, sin falta, analizo las posibilidades que tengo, escribo en una hoja de papel la serie de serias desiciones que debería tomar, hacia donde giraría mi vida si me decidiera a algunas cosas, hacia donde giraria si no me decidiera. 

Son miles de hojas de papel llenas de desiciones. Si me hubiera aplicado a reunirlas todas, podría, sin duda, armar un libro de esos de aventuras que te decían "si quieres que el protagonista abra la puerta del calabozo, vaya a la página 234, si quiere que monte el dragón, vaya a las 456".
Un libro de desventuras más bien.

Los lunes son de planeación. De reporte de daños. De modificación de patrones. De toma de desiciones. De junta directiva de mi cerebro. De analisis de competencia. De visión a 5 años. De reestructuración de la planilla directiva. De pensar.

Hoy es lunes y la hoja de papel está más blanca que nunca.

Izquierda o derecha? 


lunes, 10 de mayo de 2010

El cielo

Siempre le he tenido miedo a la idea de perder a la gente que quiero. Pero de un tiempo a acá me he refugiado en la idea de que nos volveremos a ver así que estar sin ellos, un par de años o quince, no se compara a estar toda la eternidad juntos, es sólo un pequeño momento en el espacio.

Pero después pensé...al llegar al cielo estarán todos? llegaré al cielo? y de hacerlo...reconoceré a mi gente?

Porque creo que todos mis abuelos al morir y estar allá arriba, deberán estar en la etapa de su vida que más disfrutaron y no creo que haya sido la vejez, no tendría sentido o al menos yo no lo haría, yo creo renacería en el cielo a esta edad, porque ahora me siento bien.

Y de ser así, como no los conocí jovenes y el cielo debe ser tan grande, encontrarlos debe ser imposible. Entonces mi cielo puede ser un infierno, desesperante, solitario, una busqueda eterna como eterno es el cielo.

Me dijeron que al llegar uno no recuerda nada, lo cual también torna todo en un infierno porque que clase de cielo es ese en donde no eres quien eres y te vuelves un amnesico que camina como loco por pasillos (en mi cielo hay pasillos) y cuartos llenos de gente que se empieza a conocer. 

No lo sé, pero que feo cielo sería ese en el cual no soy yo el que está ahí pero si soy yo. Eso significa que todo lo que hice en vida no tuvo una repercusión porque no contó y ahora, como si fuera un envase vacío de leche arrastrado por un vendabal, naufrágo en el cielo del desconocimiento.

Afortunadamente, me dijeron que el cielo, como santa clos, no existe.

jueves, 6 de mayo de 2010

Black Moleskine

El cielo, ese espejo de los días, no cambia.

He pasado tardes enteras esperando que algo acabe con él y conmigo y no pasa nada. El tiempo transcurre y yo, me deslizo en la tierra y me convierto en polvo porque polvo soy y en polvo me he de convertir.

No regales animales a quien quieres porque cuando el amor se acaba, el animal peligra. Puede sufrir un accidente, caer de la terraza, entrar al horno encendido, accidentalmente cortarse el cuello con una navaja, la vida está llena de accidentes.

Me doy vuelta sobre la tierra mientras reflexiono esto. Ahora respiro el polvo y aguanto lo más que puedo el estornudo, vamos a ver quien resiste más, yo o yo. Pierdo contra mi mismo. Siento la tierra caliente en mi rostro y saco poco a poco la lengua sintiendo el sabor de la tierra, el sabor seco, una vez leí que en un pueblo de Bolivia la gente no tenía que comer y se hacían pequeñas tortillas de lodo que comían y se enfermaban y morían con el estomago lleno de barro y bichos. No quiero morir. No hoy. No mientras el cielo siga en su lugar.

Giro de nuevo y con la cara al sol y al cielo, maldigo a ambos porque siempre tienen el futuro asegurado y no están como yo, actuando como un loco en una cancha de fútbol abandonada. Un vecino ha llamado a la policía y escucho como la sirena se acerca. El agente se inclina sobre mí y me pregunta si estoy bien, le muestro la lengua llena de tierra y el tipo se indigna y se marcha. Me gusta volverme un poco loco los martes. 

Me levanto de un salto y me sacudo el polvo, escupo la mezcla de tierra y saliva y avanzo a mi coche. Me voy y el cielo sigue donde estaba. Una vez más no he podido hacer nada.




miércoles, 5 de mayo de 2010

Paredes blancas

Los sueños vienen envueltos en los ronquidos que lo acompañan, en las respiraciones, en ese inhala-exhala que se genera en los cuartos, sin ellos no habría sueños, es el secreto que nadie conoce, nadie sabe que los sueños se generan en base al ritmo de respiraciones que uno tenga, por eso los niños chiquitos, al respirar acelerado siempre tienen sueños de aventuras, de peligros que sortean. Los adultos tenemos muchos sueños sexuales porque cuando respiramos, llamamos al sexo, incluso aún después de haberlo tenido, porque en la mente los adultos, sólo hay lugar para eso y vaya que uno no puede decir que hay personas santas consagradas que no sueñan eso, las noticias nos enseñan que los diablos también usan sotana.

Libertad, se va a llamar Libertad.

Cuando era niño quería llamar a mi hija Libertad, fui un niño extremadamente comunista, dividía la atención que le prodigaba a mis juguetes equitativamente, de tal forma que, ni el G.I Joe ni el coche de carreras podría sentirse menos.
Mis amigos, escasos amigos, de la infancia me veían como un animalito raro, como un  perro de tres patas, raro pero común, porque sigue siendo un perro pero tiene una pata menos, me veían con una forma de compasión, aunque ellos no supieran lo que significaba esa palabra y por lo cual, al no tener una forma de definir su sentir hacia mí, hacían lo cristianamente indicado, ignorar lo raro, ignorar al perro de tres patas que era yo.

Pero nunca me importó, acostumbrado al silencio desarrollé la habilidad mágica de mandar el mundo al carajo y de que el carajo fuera sólo un lugar, un destino para todos y yo, enmedio de conversaciones comunistoides con mis juguetes, era feliz. 

Era feliz con la soledad. Con ese espacio infinito e interminable que es la soledad porque lo importante para nunca sentirse solo, es saber que uno no está solo, uno lo tiene todo, nadie está ahí para compartir las cosas, es la perfección absoluta, es el hilo negro, es ganarle en el ajedrez al diablo, es ser feliz.

Hasta que te enamoras.

Y todo parece que te encierra y ese salón infinito que es la soledad, se vuelve una cajita de zapatos en donde te han forzado a cumplir condena y ese terrible lazo que se forma al querer, esas ganas de sentir que la otra persona está ahí, esa confirmación de que dependes...es lo opuesto a lo que eras y te das cuenta de que al perro le ha salido la cuarta pata y es uno más de la...perrada? manada? jauría?

El amor es indefinible, indescifrable, incoloro, inoloro, intocable, incansable, internacional, inmaculado, intravenoso. El amor es bien raro.


sábado, 1 de mayo de 2010

Pradera

Bajan por la pradera norte, la que va directo al despeñadero, una manada de mujeres desnudas.

Las hay de todos colores, hay asiaticas, caucasicas, latinas, negras, pelirojas, peliazules, peliverdes, todas las mujeres que alguna vez soñaste, esas, las hermosas, están corriendo por el campo libremente. 

Es como uno de esos anuncios de televisión en donde en un campo de sueño, un grupo de mujeres bebe té verde en una nueva presentación light sin saber a light, es casi así, perfecto, pero es perfecto doblemente porque ahora están desnudas y no se vislumbran rastros de té verde light que no es light.

Corren y entre ellas se cuentan secretos mientras galopan, se escucha el seseo y uno se siente casi asustado porque sus hermosas voces son canciones pop que nunca nadie ha cantado. Ellas se cuentan entre ellas esos sueños en los cuales estuvieron la otra noche, los sueños húmedos de adolescentes que nunca han conocido a una mujer desnuda, los sueños húmedos de los hombres casados aburridos de su misma mujer, los sueños húmedos de las mujeres que quieren conocer a una mujer perfecta.

Ellas bajan corriendo por la pradera contando en donde han estado, sonriendo, perfectas, hermosas, mujeres. 

Caen por el barranco. Desechables. El día ha terminado y una nueva noche comienza. A lo lejos viene bajando un nuevo grupo de mujeres. Hay asiaticas, latinas, caucasicas, negras, pelirojas, peliazules...