domingo, 17 de mayo de 2009

batallas perdidas

Una consecutiva serie de batallas perdidas, de cristales que se rompen como corazones, de comerciales de perfumes que no me dicen nada, de noches de domingo que en algun momento serán solo rastros de nostalgia que me voy a llevar a todas partes en la bolsa izquierda de mi camisa, si, esa por motivos puramente emocionales.

En la derrota dicen que uno aprende más, pero entonces soy increiblemente listo y aun asi sigo perdiendo...quien entiende a los que escriben, yo por eso he dejado de leer, solo leo los recibos que llegan a mi casa, las ventanas del msn que me dicen que alguien está Ausente, pero que se que está ahi, leo tambien los resultados de la loteria en la que nunca apuesto y sobre todo, leo los ojos de quien está frente a mi (mujeres solamente, los ojos de los hombres me vienen valiendo un poquito de madre).

Acá entre nos- sonando en la rockola, yo sentado frente a una mexicanisima botella de tequila, un caballito, limones y sal suficiente para toda la noche y un celular que no va a volver a sonar nunca, ni de aqui pa allá, ni de allá pa acá. 

jueves, 14 de mayo de 2009

Legitimidad

Me quedé con las palabras congeladas en la garganta, fue una chingadera eso...de repente el frío más frío que comerte 35 halls de menta al mismo tiempo, me congeló la garganta y lo poco que alcancé a decir, un pequeño Te... cayó al suelo, haciendose pedazos al estrellarse y yo sorprendido y tú ni lo viste porque doblaste la esquina y yo ahí, con el hielo en la garganta, que feo en verdad.

Caen copos de horas por la ventana y los días suceden uno tras otro con la ligera variación de la ropa que llevo puesta, porque el tiempo esperando se repite, se repite, se repite, el tiempo esperando se repite.

El monitor de mi televisión me refleja mientras me cambio, no de nombre, ni de nada importante, solo de ropa, hoy una camiseta con dibujo y jeans, mañana camiseta con otro dibujo y otros jeans, pasado mañana, camiseta con dibujo y jeans. Soy como Homero Simpson y su guardaropa igual. Quien dijo que saliendo de la secundaria dejariamos de usar uniforme? el que lo dijo o lo pensó es un pendejo porque yo a donde vaya veo gente con uniforme, la cara uniformada de estupidez y en el mejor de los casos, tapabocas, benditos tapabocas.

Me marcho pero volveré...amenazo con volver, me voy a probar otros labios, pero en eso vendrás, cuando muera la tarde y entonces yo daré la media vuelta y me iré con el sol...






martes, 5 de mayo de 2009

al aire

Acomodar  mientras desacomodo sin orden específico este lugar que tanto te gustaba y que antes, mínimo, llenabas con tu prescencia extraña atraves del teléfono mientras yo, impresentablemente bien vestido, miraba por la ventana, las cadenas de la ciudad que avanzaban sin detenerse a ver las horas en el reloj de sol de la plaza mayor.

Suenan todos los ringtones de los teléfonos celulares de esta ciudad al mismo tiempo y de entre todos esos sonidos variados no suena el mio, no suena porque no me llamas y al escuchar que todos dicen Bueno...yo me quedo con lo que te diría calandome la garganta, pero aguantando como los machos.

Es triste si, pero de la tristeza tambien se aprende y mucho...aunque cambiaria todo ese aprendizaje por una estupidez feliz.

Te mando un abrazo por mail porque en persona no soy tan cálido, tengo los brazos débiles y abrazo mal, muy mal, es un mal que tengo desde niño, nunca me enseñaron a abrazar y por eso cuando juego fut y alguien mete un gol, no lo festejo con él porque me da pena que se den cuenta de que carezco del don del abrazo fácil y sincero.


adios



 


lunes, 4 de mayo de 2009

este país

No niego que mi relación con mi país es extraña, nos amamos y nos odiamos a la vez, yo lo amo cuando me recuerda en la voz de mi madre que soy de aquí, y el me odia cuando el calor es insoportable y desearia caminar por una fresca calle de Londres.

Pero lo amo más de lo que lo odio y no sólo cuando juega la Selección (a final de cuentas ya sabremos que aunque juguemos como nunca perderemos como siempre), lo amo por esas cosas que van con la mexicanidad, la solidaridad del que no tiene y da lo poco de lo que puede desprenderse, la sonrisa de los amigos, sincera y cálida que no tiene otra nación, la capacidad de reírse de las adversidades a los cinco minutos de que estas ocurren, pero sobre todo, el profundo amor y cariño que tenemos por esta extensión de tierra que se llama México.

Allá ellos que nos cierran las fronteras por un fenomeno que no estaba presupuestado.
Allá ellos y la ignorancia que nos culpa incluso fuera de casa.
Allá ellos que se dicen salvadores de sus naciones pero no dejan de ser racistas.
Allá ellos que no entienden lo que pasa y no quieren entenderlo.

Situaciones como este encierro forzoso me han hecho pensar, mientras cocino, leo, escribo o escucho musica en la azotea de mi departamento, lo mucho que quiero a este país que da la mano siempre que alguna nación lo necesita (Siempre que hay un temblor devastador, México envía a un grupo de heróes preparados para situaciones de esa índole, a buscar cuerpos y sobre todo, sobrevivientes, después del huracán katrina, México envió al ejercito con ayuda solidaria para los damnificados, cuando alguna nación necesita ayuda, México, como país y como reflejo de su gente, envía siempre lo que puede y lo que tiene)

Por eso, esta prueba de vida, esta prueba de Dios para todos los mexicanos, es sólo una cosa más, una raya más al tigre, una situación que nos hará más fuertes mañana y que le dirán al mundo que este país que conforma toda está maravillosa gente, es el mejor país del mundo, porque sólo aquel que es mexicano, sabe y entiende los contrastes que vivimos, las situaciones que pasamos y el futuro que nos depara.