jueves, 23 de abril de 2009

sonora

Nunca es suficiente y el "taimin" perfecto siempre aparece.

Un día genial, una mañana esperanzadora, el sol brillaba en el reflejo que dejan los autos al circular por las avenidas, frescura de mañana, de recuerdos de otros días, lejanos e inocentes.

Estar parado frente a una nueva audiencia desde el otro lado, desde el lado del que se supone que sabe y decirles que es dificil pero si tienes fe y ganas, serás el nuevo Marcelo Serpa.

Y luego, llamadas de casa, esas que no quieres recibir, esas que quieres bloquear pero que tu deber es atenderlas, perdida de apetito y ganas de no estar aquí.

El "taimin" perfecto.

Chingado

lunes, 13 de abril de 2009

marea

1.- En algun punto de nuestra convivencia juntos, nos dimos cuenta de que habíamos dejado de ser compañeros de trabajo, para convertirnos en compañeros de la vida.

En algun punto de mis horas frente a la computadora, me había dado cuenta de que el 87 porciento del tiempo era tiempo tirado.

En algun punto del tiempo que tardaba en cocinar un huevo estrellado en la estufa, me dí cuenta de que tenia miedo de que quiza esa fuera mi ultima comida.

En algún punto de la noche en donde siempre te sueño, me dí cuenta de lo imbecil que he sido 

1.- Demasiado tarde porque ya no trabajaba yo allá.

2.- Pero que divertido es tirar el tiempo.

3.- Que feo pero al menos era una comida ganada honradamente con el sudor de mis neuronas.

4.- Pero no me importa, mi orgullo me exime de pedir disculpas.

domingo, 5 de abril de 2009

siempre es mucho tiempo

Suena esa frase en mi cabeza desde hace tiempo y tiene toda la razón del mundo, siempre es mucho tiempo, es una unidad de tiempo inmensa, es un mar profundo en donde las palabras pueden navegar toda la vida, para siempre pues.

Que tiene el tiempo que no tenga yo? bueno, de entrada, tiempo. Yo no.

Siempre es mucho tiempo y nunca es una contradicción, me encanta la frase nunca digas nunca, contradicción linguistica, trampa de palabras y uno cae, muerde el anzuelo y no cumple, porque siempre siempre, uno termina diciendo nunca.

En el congelador de mi casa guardo, aparte de comida congelada y hielos con el nombre de las bebidas que prepararé, unas flores congeladas sin fecha de caducidad, las guardo para recordarte aunque no debería, quiza es tiempo de que las descongele y me prepare algo o al menos, las tire a la basura. O quiza no lo haga nunca. Aunque..nunca digas nunca.