jueves, 31 de diciembre de 2009

Desorientado

Cuando avanzo por a carretera y veo la neblina que lo cubre todo, me lleno de paz. El motor del coche revolucionando el camino. Los kilómetros que dejamos atrás se convierten en metáforas instantáneas de lo pasado. De lo avanzado. De lo que no volverá.

Siempre me he sentido ligado a los caminos. Desde niño. Mi padre nos llevaba a mi familia y a mi al rancho familiar en un pueblo cercano a mi ciudad. Dos horas y media de camino por una carretera terrible. La ausencia de una buena señal de radio no nos permitía distinguir una canción completa, el pequeño y modesto coche familiar era un punto que se movía en el horizonte, 5 personas unidas por un vínculo indestructible. La familia. El camino.

No he dejado de viajar y no quiero dejar de hacerlo. Sigo en movimiento cada día y cada día dejo kilómetros detrás de mi, mi coche me lo indica, mis tenis gastados también, los recuerdos de las personas que he conocido lo confirman aún más.

Cuando viajo, me siento más vivo. Más yo. El único problema es que siento que aún no llego a mi destino, que es un destino que se mueve y se pone más lejos. Cada vez más. Y no se si es un lugar o un momento o una persona. O quizá es los tres a la vez y no me he dado cuenta y lo que es peor, quizá ya pasó y rebasé a mi destino y eso me encabrona y me desorienta y desearía tener una brujula y una libreta en donde hubiera anotado cada momento de mi vida y poder regresar al punto en el que todo comenzó a defragmentarse en miles de bifurcaciones, de caminos cerrados, de vueltas en U, de esperanzas disueltas en agua, de retazos de tiempo que caén como ceniza volcánica en mis pensamientos...pero no se puede. Porque eso no existe, porque el camino sigue y yo sigo con él, esté o no en la ruta correcta. 

Hoy sólo tengo el consuelo de que a mí, ..... ...... me gusta viajar. 


domingo, 27 de diciembre de 2009

Rustico

El titanic naufragando en mis labios, el cielo que derrama una brisa marina y el rumbo que toman los coches alejandose de la rutina de una ciudad aún con resaca.

Creo en el destino, en los momentos que perduran y se vuelven estampas de tiempos increíblemente oportunos, creo en las cosas que se acomodan y que los guiones de las películas nunca pueden igualar. Porque pasan y se quedan para siempre. Creo en los ojos que se caen de bonitos y que al mirar la taza de chai latte, recuerdan.

Siento que lo dicho puede caer ante un momento oportuno, que la sinceridad de una pregunta bien hecha no inhibe, detona. En un parque lejos de mi casa, me sentí seguro, el frío no tocaba mis manos ni las de ella, el frío se quedó en otros días, en aquellos que ya pasaron.

Consigo detener el tiempo de nuevo, al chasquido de mis dedos todo se vuelve de papel, un set a oscuras y de nuevo, repito la escena, ella siendo ella, yo siendo el mismo. Naufragando en plena Avenida Garza Sada. Naufragando sin tener miedo. 




Cambiar de tren

"El tren que separa los días que han pasado, corre veloz por las vías de los recuerdos, por los olores afrutados que la melancolía desprende".

Sentado todo el día en el sillón de una casa a oscuras, con miedo de encender la luz y arruinar la paz que vive a costa del silencio, espera. Espera callado que todo tome un nuevo giro, que vuelva ella, que vuelvan ellos, que vuelva el tiempo perdido esperando. Es como si nadaras teniendo solo un brazo, en circulos, como un perro que se persigue la cola durante horas. Esperar es perder. Perder es esperar.

El tren se fue. Con ella. Sin él.


miércoles, 23 de diciembre de 2009

Especial Navideño

Tengo en mi lugar diferentes objetos, juguetes, una toronja, hojas con briefs y mi teléfono. Tengo también una duda y un sentimiento de culpa que pensé que hoy, casi en visperas de navidad, no iba a existir en mi vida.

Y pensé cerrar este blog. Malinterpretado. Egoista. Egocéntrico. Lleno de errores de ortografía. 
Este blog que me ha servido de válvula de escape. De confesionario. De amigo. De diario de mis momentos más tristes y alegres. Pensé cerrarlo pero no lo haré.

Porque sería cerrarme a mi mismo. A mi posibilidad de decirle a todos como me siento, como me ilusiono, como recuerdo y juego con las letras y los días que pasan, como soy y como no soy también.

Y creo que decirle adiós a una parte de mi sería contraproducente. Sólo pido a quienes lo leen algunas veces, que no todo aquí es cierto, que no todo aquí me ha pasado, que no todo aquí pasará. Pero que muchas cosas sí, porque escribo de lo que conozco, de lo que siento, de lo que vivo.

Este blog seguirá abierto. Ese es el especial navideño. Los que se sientan felices por ello se los agradezco, los que no también, porque aunque no coincida, respeto.

La nieve no cae en mi ciudad hoy. Este ejercicio literario de dudosa calidad, tampoco.

Felices fiestas.








martes, 22 de diciembre de 2009

suerte

Comiendo con ella en un pequeño restaurante japonés cerca de su casa. El sol afuera y ella con lentes oscuros negros, sentada frente a mi. Sus ojos, que creo son bastante más bonitos que el promedio de los ojos de todas las personas que conozco, me miran pero no se dejan ver. Detrás de ella, en el negocio situado frente al restaurante, se lee : DIVORCIOS URGENTES. 3,900 EN  SÓLO 30 DÍAS. Suena un click en mi cabeza, una fotografía.

Esperandola a ella, tenemos 13 años y nos vemos en la casa de una amiga de los dos, sus padres no están, sale con un vestido floreado y yo la observo y es la primera vez que me doy cuenta de que tengo un corazón que se mueve por y con ellas. Tengo 13 años y toda la vida para enamorarme. La tomo de la mano y la beso mientras la amiga en común nos espía tras la cortina de la cocina y en la mesa de madera hay una jarra de limonada con hielos. Un canario agita sus alas en la jaula en cámara lenta.

Hablando con ella, ceno un sandwich de jamón y queso mientras estoy al teléfono contándole las cosas que ya le había contado en persona, mi madre me grita que cuelgue pero no la escucho, sólo la escucho a ella y cuando habla, quiza percibo a través de la bocina, el olor a chicles de mora azul, el olor de sus besos, su lengua humeda y caliente en mi boca, mis manos nerviosas en la oscuridad del cine. No cuelgo el teléfono, la llamda dura para siempre.

En la cama con ella, me besa los ojos y me dice al oído que me quiere, que la quiera siempre, rodamos por la cama, nuestra ropa en el suelo y nuevas sensaciones me recorren, me liberan, tiemblo de nervios y su cuerpo salado es un camino sinuoso. Su cuerpo desnudo sobre mi se vuelve eterno.

Leyendo un mail de ella, sonrío cuando me cuenta que el master en Madrid va mejor de lo que pensaba, leo también entre los muchos Te Quieros, que ya no volverá siendo la misma, adivino entre las letras que componen su largo correo, que se ha enamorado de un español. Tuve suerte, pensé, fue bueno dejarla antes de que todo pasara y no pudiera solucionarlo. En el cybercafé donde estaba, entra una brisa de cabellos rubios y discusiones en un taxi. .......@hotmail.com se me queda en la memoria. 

En el metro con ella, traigo bajo el brazo una edición de un libro de Pérez-Reverte y la abrazo fuerte para que no caiga, chica de la udem en metro, le digo al oido que siempre la voy a querer, lo cumplo. Ella me toma de la mano y caminamos por la estación Félix U. Gómez, bajo las escaleras sujeto de una mano que no voy a soltar, ni aunque nos separen los años, las personas, la distancia. Nuestros converse bajando por la escalera no dejan de bajar nunca.

En la oficina sin ella. Recordándola en sus muchas formas y personalidades. Colores, olores, sabores, momentos, espacios, siluetas, manos, ojos, vestidos, zapatos, voces, gritos, llantos, te quieros, noches, días, tardes, coches, sonrisas, que pasan por mis ojos como una tormenta desbordando una represa, como una estampida de bufalos que se impactan contra un muro, como un rosario interminable de silencios. Tuve suerte. Tengo suerte. Tendré suerte.

En la oficina, yo.


 

lunes, 21 de diciembre de 2009

pan con tomate

guixha... dsd barcelona says: (10:33:25 AM)
en un rato me voy a las ramblas y me acordare de ti...

Estoy seguro que ella sabe que cuando yo fui por primera vez a Las Ramblas, me acordé de ella, iba bajando en bicicleta rentada, esquivando vendedores y turistas como yo, con una sonrisa y un sol engañoso porque el aire estaba frío en mis pulmones, acababa de almorzar pan con tomate y una coca cola con hielo y lima. Traía una mochila que aún sonaba en las tiendas cuando entraba, traía una bufanda y una libreta para escribir lo que fuera pensando, mi cámara digital y mi cerebro lo grababan todo.

Y pensé en ella antes de entrar en una exposición fotográfica de la India, y pensé en ella cuando le dí un euro a un inmigrante africano, y pensé en ella cuando en el mercado me senté a tomarme una cerveza. 

Ella estaba en mi ciudad (porque es mia nada más) alistándose para irse a vivir una aventura que nos iba a tener, justo un lunes 21 de diciembre del 2009, con los papeles invertidos, ella en barcelona, yo en su ciudad (porque es suya nada más). Ella en Barcelona pensando en mi. Yo pensando en mi pensando en ella en Barcelona. 

Mi lunes se llena de recuerdos, nostalgia y ganas de verla a los ojos. Mi lunes (porque es mio nada más) se vuelve infinito.

domingo, 20 de diciembre de 2009

chipirones

Pasaba por los pasillos de un supermercado, viendo las latas, los anaqueles llenos de especias distintas, los pasillos llenos de especies distintas.

Y no dejaba de pensar en fechas de caducidad, en el tiempo que tardaron todas las cosas para llegar aquí, a mis manos que juzgan cual verdura sirve y cual no, cual costo es indicado y cual no, cual oferta es perfecta y cual no. 

Salgo de ahí escuchando aún en mis oídos el zumbido de la luz neón, de la luz congelada que desnuda las imperfecciones de todos, que nos vuelve más humanos, expuestos ante los demás sin nada más que lo que somos.

Salgo de ahí y te busco.

Y te escucho y te cuento lo que soy y lo que fui y me río y me confundes y me doy cuenta de que no podré hablarte de amor porque te quiero mucho para eso. Y me divierto con eso. Y te ríes y me da risa tu risa y bajo la luz de la puerta de entrada de tu casa pienso que mi camiseta de Itchi and Scratchy me irá bien el jueves.

Y te digo adiós. Oye... volteas y te digo nada. Subo al coche y a casa.


viernes, 18 de diciembre de 2009

Baratija

La vida a medias.

Cuando salgo de casa y no veo al señor que afila los cuchillos en la esquina, cuando al pasar por la carnicería el olor a sangre y frío no me envuelve, cuando al caminar por la escuela no percibo el tabaco y el miedo en el aire, en esos días, a veces siento que vivo a medias.

Que estoy incompleto. Que no formo parte del ecosistema agresivo para el cual fui creado. Que el ayer, el hoy y el mañana no tienen una continuidad ni una razón de. Es ahí cuando me siento solo. Un ave que sobrevuela la colina más alta, hasta que las alas se congelan y cae y se estampa contra un risco y se parte en pequeños fragmentos de carne salada.

Vivo la vida a medias porque aún sueño contigo, en tus tenis morados, en el compás que dibujaban tus piernas abiertas en mi cuarto oscuro. En la sensación de tus manos sobre mis ojos. Vivo a medias y despierto presa de un ataque de tos en las mañanas. Dejé el cigarro pero no la idea y el recuerdo.

Espero que el día se me complete, que algo rompa la monotonía y me dibuje una ligera sonrisa. Que me tope hoy de frente a mi destino.






lunes, 14 de diciembre de 2009

sugar town

Llegaba  a la oficina aún con la voz de ella cantando "Sugar Town" girando en su cabeza. Tenía ganas de inhalar los sobres de Splenda como si fuera coca y endulzarse la nariz por dentro. No lo hizo. Le daba un poco de miedo lo que la fenilalanina podía provocarle.

Se sirvió un café y se dispuso a trabajar, revisar papeles y sellarlos, firmar algunos, señalar con un marcatextos los errores, ver por la ventana el mundo. Otro día más tirado. Otro día en donde los sueños se le iban como piedras cayendo por un acantilado.

Tenía que hacer una llamada pero no recordaba el número, marcó una vez, no era, dos veces, ocupado, tres veces, colgó.

Tomó el marcatextos y dibujo sobre la ventana de su cubiculo un sol. Cuando regresó al día siguiente el sol había crecido y su color cambiado. Dos días después era una bola de fuego incandescente, flotando en su cubiculo. No podía dejar de mirarlo, sus retinas se quemaron y lo último que alcanzó a ver fue un post it con el teléfono que no había encontrado antes. Típico. 

Amargo. Sin azúcar en la nariz. Sin "Sugar Town" en su cabeza. Sin sueños. Sin Sol.


viernes, 11 de diciembre de 2009

El vivir

Una vez me fuí de misiones con uno de mis mejores amigos en el mundo. Dos chavos de la UNI en las misiones católicas del TEC. Morenitos pues. 

Lo hicimos por lo que obviamente siempre ha sido nuestro motor. Las mujeres. Ambos tenemos el corazón inmenso y somos de fácil enamoramiento. Si una chica linda nos sonríe valió madre. Ambos caemos prendados y hemos llegado algunas veces a discutir por sus cariños, pero al final, cuando ninguno de las dos lo logra, volvemos a ser lo que siempre seremos. Amigos de toda la vida. 

Hoy que hace un frío maligno aquí en mi ciudad y que él está en un lugar aún más lejano y frío como lo es Toronto, recuerdo ese viaje. 

No la misión. EL VIAJE. Ambos, par de idiotas, decidimos que la ciudad de Mazatlán estaba mucho muy cerca de El Salto, Durango, y tomamos nuestras cosas, nos dimos un abrazo llenos de polvo y dijimos. Vamos.

Tomamos un raid en un camión de mudanzas en el cual casi morimos del susto, dos veces estuvo a punto de desbarrancarse en el Espinazo del Diablo, yo dormía, el rezaba, yo rezaba, el dormía. Llegamos a Mazatlán ya de noche y no teníamos donde quedarnos. No conocíamos a nadie y sólo teníamos 200 pesos para toda la vida. 

Cenamos cacahuates viejos y galletas aplastadas. Dormimos en el suelo y al despertar, a las 6 am, cuando empezaba a amanecer. Dejamos las cosas y nos fuimos corriendo a la playa. Ambos teníamos 18 años. Corrimos y respiramos la sal que corre por las calles, vimos las palmeras moverse con el viento y el sol aparecer frente a nuestros ojos. Nos detuvimos en seco. Eran las 6:03 de la mañana de un sábado en Mazatlán. Lo vimos una vez más pero siempre parece que es la primera. El mar.

Dos niños corriendo al agua, quitandonos la camiseta y en jeans entrando al frío del agua. Todo para mi era una película, todo para mi era tan perfecto como la ficción. El agua salada y la arena aún fresca. Una señora que pasaba corriendo y para quien el mar y nuestra aventura le eran indiferentes, nos hizo el favor de tomarnos una foto. La posteridad de una de mis mejores mañanas. 

Esa tarde tomabamos cerveza Pacífico con arena y fumabamos Delicados húmedos. Bajo el sol de Mazatlán. Lejos de casa. Lejos de mis 27 años en un frío Monterrey. Lejos de Toronto en invierno. 

Hoy quise sentirme de 18 años, al menos en este blog.

martes, 8 de diciembre de 2009

Gel

Comienzo el día con las manos llenas de gel sanitizante, el olor me produce sensaciones inexplicables. Abro la ventana y respiro el aire frío. Me lleno los pulmones de nieve y soplo sobre mis manos, se congelan, el frío que limpia, pienso.

Nunca he sabido atarme bien las agujetas, ni leer los relojes de manecillas, ni leer los ojos de las mujeres, dislexias pequeñas, pienso.

Camino por el filo de la acera, como cuando niño. Nunca saludo a la gente que me saluda con un gesto, solo los ignoro, me gusta que se lleven en la mente mi maleducadez y después, si muero antes que ellos, mientan y digan que siempre fui el tipo más amable, el más cálido, un ángel. Mamadas, pienso.

Compro un té de hierbas que me cuesta demasiado, lo disfruto y me siento sobre las bancas de madera de la cefetería transnacional. Escucho a los estudiantes de medicina hablar de disecciones, de cuerpos, de borracheras, de putas. Juventud, pienso.

Vuelvo a casa y me envuelvo en las cobijas, he decidido no volver a trabajar nunca más. Que venga el banco y me quite los muebles, que venga mi casera y me saque a golpes, que vengan de casa y me quiten el coche, la dignidad y lo que tengo, menos la sonrisa. Sueños, pienso.






Ella pierde una calceta

Leo a Haruki Murakami antes de dormir.

He iniciado el libro que más he deseado en mucho tiempo y al cual, le puse una clausula. No lo compraría, tenían que regalarmelo. Porque como regalo funciona en niveles aún mejores, en aquellos en donde el aprecio interviene. Y aquí me tienes, leyendo "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo". Genialidad. 

De él he leído ya algunos, cada uno mejor que el otro. Espero que cuando llegue a México "IQ84", sea aún mejor que éste que leo ahora y que en la página 6 ya me ha hecho sonreír porque este tipo está loco, de amor, de soledad, loco de gatos y de palabras, una enfermedad que me gustaría tener. Encontrar la magia en lo común, la belleza de la soledad y el tiempo justo para decirlo, la entonación adecuada, el sonido stereo del mundo, de japón, su japón, mi japón.

No se si clasificarlo como Realismo Mágico, pero sin animos de ofender...Gabriel García Marquez se la pela. Es verdad. Para mi al menos. Porque las palabras fluyen como un liquido viscoso que me va invadiendo la cabeza y que no para hasta el momento en el cual, cansado de los ojos, cierro el libro, y cada que lo cierro, soy una mejor persona. Porque tengo en mis manos, magia. 

Cortázar y Murakami. No se si influencias, pero si al menos, gustos, placeres. Ambos que se caen de amor por las mujeres, por los gatos, por ser ellos mismos, por ser.

Carajo que buen libro, me gustaría en estos momentos que este blog fuera conocido, así más gente podría enterarse de que en el mundo hay un viejo japonés enfermo de su jodida cabeza que nos hace o me hace, sonreír.

Como Marisol cuando me toca con su fuerza increíblemente débil y que a  la vez, me desarma. Como Brenda que hoy puso que cada noche pierde una calceta. Como el té zen de la mañana. Como ella que aún tengo sus pasadores en mi coche. Como manejar escuchando el soundtrack de 500 days of summer. Como la que está en España. Como la que escribe en Guadalajara. Como mis lentes limpios. Como mi mente igual.

Lo que es tener un buen libro en las manos.

lunes, 7 de diciembre de 2009

de frío

Mi madre pasa por una rotonda que está en Ciudad Benito Juarez, un municipio neoleonés que colinda con Ciudad Guadalupe, lugar en donde he vivído la mayoría de los años de mi vida, todos los días casi a las 1230 del mediodía. Ella es directora de una escuela secundaria, la mejor directora del mundo. Es la mujer que amo, a ella y a mi hermana.

Pasa por ahí a esa hora, menos el viernes pasado. Dios que es grande y de quien he dudado muchas noches cuando me rompen el corazón o cuando mi estado de animo es una mierda, hizo que ella diera la salida temprano a los alumnos, el frío fue el motivo. 

Mi madre estaba en casa de mi familia a las 1230 del mediodía de ese viernes. Justo a la hora en la que en la rotonda de Ciudad Benito Juarez, en donde dicho sea de paso, está una estatua de este increíble ser humano, orgullosamente mexicano, empezó una masacre. Si, el norte es tierra caliente, de hombres rudos que traen camionetas y pistolas y se enfrenten sin temor a matar ni a morir contra aquellos que piensen diferente y que les limiten su capacidad de vender drogas, narcos pues.

16 muertos. 15 sicarios, 1 civil. Una señora llamada Sonia, casi de la edad de mi madre. La señora esperaba que cambiara el semaforo, iba a mcallen con sus hijos. Ya no llegó. Su hija cumplía 12 años ese día. Le regalaron una bala en la cabeza que la tiene en estado de coma. Lo último que la señora dijo fue, agachense, rezó y después ya no.

Pudo haber sido mi madre. Mi vida hubiera cambiado para siempre. A la hora en la cual la señora había dejado de existir, yo comía con mi familia y mi madre me miraba a los ojos y me daba besos en la cabeza para que se me quitara un dolor que traía producto del stress de la agencia. 

Leí hace poco en el blog de Marco Colín, genial publicista mexicano, un texto que decía "Pinches Mariguanos", en dicho texto, más que meterse con los criminales, se metía con el consumidor. Tiene toda la puta razón.

Es culpable para mí, el amigo buen pedo que fuma mota. El adulto joven que la fuma después de un día de trabajo. El huasteco atrapado en el pasado que la fuma por la nostalgia de aquellos tiempos en los que se le paraba y ahora no. La chica fresa buena onda que sale con el chico cool que fuma mota. Incluso yo. La he fumado. No mucho, no soy asiduo consumidor, creo la he probado tres veces, nunca la he comprado, nunca he dado un peso. No lo haré. Porque todos, en menor medida, matamos a Sonia y quizá, hubiera matado a mi madre de no ser porque hacía un frío del carajo y ella, tan buena, dió la salida.

Mi vida hubiera cambiado.
Mi vida cambió.


viernes, 4 de diciembre de 2009

almibar

Uy está hasta arriba¡¡¡

La chica de la mercería del pueblo era la más guapa, un rayo de luz y de esperanza, la prueba fehaciente de que la naturaleza cuando da, da y bien.

Chilo siempre la quiso, al principio siendo niños, con la ternura con la que se quiere a la mejor amiga, a la que se le guarda el lugar en el camión escolar, a la que se le acompaña a casa y se le regala la última galleta de avena y miel. El tazo más preciado, ese, el díficil de Taz con gorra para atrás.

En la adolescencia, con el calor que provocaba en él cuando la tomaba por la cintura al bailar, esas cosquillas del infierno y la consecuente elevación de lo que no debe elevarse en público. Pero la quería bien, como quien quiere soñar que puede ver el sol a los ojos y no se quema.

Siempre el sueño de Zulema y su piel blanca, en un pueblo de morenos como Chilo, ella era la guerita de la clase, la reina de la primavera que lleva un lazo en la cabeza y como regalo se da a los alumnos para que la admiren cuando camina y rompe en dos las filas del ejército de púberes que pululan siempre con la esperanza de que ella alguna vez los mire.

Chilo lo sabía y por eso fue su fiel compañero, su amigo más cercano, el confidente de secretos íntimos y privadísimos, el pendejo que no saldría de amigo. Chilo lo entendía y tomaba su papel con la dignidad con la que puede hacerlo el rival que va perdiendo 8 a 0 en el primer tiempo. Chilo mira el suelo donde las hormigas lo comprenden en sus sueños de hormiga.

Chilo sigue con la mirada el rastro que las hormigas van dejando por el estante viejo en donde guardan las conservas de la mercería de Doña Zule, la madre soltera de Zulema, las hormigas le hablan y le dicen "siguenos Chilo, sabemos lo que quieres, tú no hagas pedo" y él, con la mirada sigue que las sigue y en eso, las piernas de Zulema arriba de una pequeña escalera, buscando en los estantes del medio un frasco de cerezas en almibar que la mamá de Chilo le mandó traer. En eso Zulema sube sus piernas un escalón más arriba y Chilo pudo por fin ver el sol. El sol de la semidesnudez de Zulema, el secreto oculto de su falda con dobleces. Ningún almibar le iba a saber también como lo que sus ojos acababan de probar. 

Por esas cosas, Chilo decía..."bueno pues, mejor esto que nada". Pequeñas batallas que nunca lo llevaban a nada, pero que al menos, por ese día, le daban la confianza de que no había sido un día más tirado a la basura. A la basura del anonimato que brinda la confianza de la falsa máscara que los hombres tímidos como él, se crean. Esa máscara que le dicen "el mejor amigo".


martes, 1 de diciembre de 2009

las mandarinas

Dulce como el jugo que resbala por sus mejillas al morder la mandarina ya pelada. Así de dulce es lo que me dice cuando nos sentamos en el porche a ver como los fierros del coche viejo del vecino, se oxidan todos los días.

La escucho y sonrío y en ese momento, una vaca entra a cuadro caminando lentamente y de su piel azul, vibraciones del sonido de sus pasos mueven el pasto mal cortado en el cual descansan nuestros pies.

Todos los campos verdes del mundo caben en sus ojos y de ellos soy partícipe, soy rutinaria presencia en esa puesta en escena que es La Vida de Ambos. Es ella quien me llena las sonrisas y la paz de sus dientes blancos, me catapulta en sueños de té de tila.

Caminar de su mano. Sostenerla y mirarla mientras me catafixia sus ojos por los míos. Esos son los días en los cuales, reconozco que hay alguien arriba. Alguien inteligente al hacerla, un tonto al darmela. Los días en los cuales ella vuelve con su esposo, esos días de realidad difícil, de tequila reposado, de caminos de guanajuato, ese día los maldigo a ambos.

Me robaron. Eso dije al darme cuenta de que había llegado demasiado tarde. Otra vez.


lunes, 30 de noviembre de 2009

Raíces

Vive en niza, francia. Tiene mi edad y nos conocimos en un vuelo intercontinental. Primera vez que me agrada mi compañera de asiento. Creo vimos una película completa cada quien, pero charlamos 11 horas seguidas. Del amor, de la vida, del amor en la vida.

Ahora la leo a la distancia y la leo rara. Triste. No noto en ella la alegría que me regaló y que hizo más llevadero mi regreso a casa, justo en el momento en el que no quería llegar. Ella me lee y sonrié, creo, desde su hogar francés.

Hoy cociné lo que ella me mandó por mail. Sopa de cebolla. Y no lloré al partirlas, como sé que ella no llorará al leer esto. Es increíble lo cerca que puedes estar de alguién que apenas conoces. En cierta medida, la estimo. En cierta medida, creo nunca volveremos a vernos.

No creo volver a tener la suerte de una compañera de viajes perfecta como ella. 
Pero ella si tendrá la suerte de que en la distancia, todo toma otro valor, otro sabor, aún más intenso que el de los guisos que prepara y que, como la mejor consejera, me mandará para hacer más llevadero mi invierno y mi cocina.




viernes, 27 de noviembre de 2009

luces

Las luces, las que perdí y luego encontré, ninguna brilla como tú.

Chipirones. Nunca los había comido ni hubiera pensado hacerlo hasta que tú, con tus costumbres adquiridas en no se que jodidos lugares, me forzaste a hacerlo. Sabes que comerlos es lo menos que podría hacer por ti. Mi lista de cosas imbéciles que haría por amor pero más por ti, es inmensa y los chipirones no se acercan a caminar en brasas ardientes.

Anoche revisaba las fotos de una vez que salimos. Es horrible el flash y lo que revela al guardar los instantes que uno pasa en los bares, la penumbra y el humo lo hacen más llevadero, pero nada de eso resiste a la verdad, nada resiste al flash que todo lo ve y que nos muestra el verdadero y horrible lugar en el que estabamos y por el que pagamos tanto. Una mierda. Por eso cuando ya van a cerrar, encienden las luces, las encienden para que nos demos cuenta del verdadero lugar en el que estamos, para que nos demos cuenta de la verdadera persona con la que estamos y del verdadero estado en el que estamos. Una mierda la luz.

Menos la tuya. Que no quema. Que no revela. Que no se apaga.

A menos de que quieras que la apague. En ese caso, procedo ceremonialmente y sistemáticamente a insultarte esperando la mordida de perra brava que tienes por dentro, el zarpazo, el chingazo y el grito que suplica que me vaya, y me voy, porque se que el llanto que derramas es la señal de retirada.Cierro la puerta, te maldigo y me largo, hasta que te acuerdes que ninguna discusion es más grande que el puto pinche cariño que aún me tienes y que te tiene ahí, lamiendote las garras a la espera del nuevo encuentro, ese que creo es el mismo pero nunca ha acabado. 

Cuando me llamas siempre voy. Flojito y cooperando. Soy bien pinche fácil. Soy como me educaste. A responder a tus dedos tronando, a tu silbido secreto, a tu suspiro incompleto. 

Cuando quieras, quiero. Cuando quieras. Quiere.



martes, 24 de noviembre de 2009

Calca

Tengo un trabajo de medio tiempo que nadie de mis amigos conoce, una identidad desconocida que no revelo a nadie, sólo cuando me descubren y después de haber fingido demencia por un rato, puedo confesar que si soy yo. El tipo que dibuja en la banca del parque y que te hace retratos, soy yo.

Lo hago para satisfacer algunas manías que tengo y que sólo el dibujo puede darme, no lo hago por el dinero, aunque debo de confesar, que hay días en donde gano bastante, pero así como recibo los billetes, los regalo a la primera persona que extienda la mano y me lo pida con los ojos llenos de esperanza.

Porque cuando retrato a las personas puedo permitirme mirar fijamente a alguien sin que esa persona se extrañe y me acuse de acosador, de enfermo, pero es que disfruto tanto ver los rostros, las historias que hay detras de las arrugas, de la mirada vacía, de los nervios de la novia que no quiere suficiente al novio pero que accede a hacerse un retrato a sabiendas de que algún día va a tirarlo a la basura, disfruto sobre todo de las cicatrices, de las imperfecciones que tienen y tenemos, pero como si fuera yo un diseñador, corrijo y procuro regalarles una versión limpia y perfecta de ellos mismos, una versión de ellos mejorada. 

El otro motivo por el cual dibujo es porque siento que pirateo a Dios, que hago copias apocrifas de las personas que Él creo y sobre todo y como ya lo dije, corrijo sus errores y por unos instantes, perfecciono lo perfecto: Las personas. 
Dios no sabe que lo copio y si lo sabe lo permite, lo cual lo hace complice en un autosabotaje de Él mismo, en un autorobo de su propiedad intelectual y por eso mismo, sé que no presentará cargos, porque disfruta a final de cuentas de la complicidad, de compartir este vínculo criminal conmigo, disfruta del delito tanto como yo. 




japón

Bajamos en el Alhambra-bus, ruta 312, más o menos a las 4:20 de la tarde, hacía un calor del carajo y estabamos exahustos-yo un poco desilusionado- de lo que habíamos visto esa mañana.

4 horas de recorrido y lo más interesante para mí había sido la charla en uno de los descansos, con un par de matrimonios argentinos que creían que yo era brasileño, no se si por mi color de piel o por las chanclas  Havaianas que traía. Hablamos como siempre de dinero, de politica, de los problemas que como latinoamericanos compartimos, de las esperanzas, de la comida y de todo lo que puedes hablar con desconocidos. Unos eran profesores de una universidad en La Plata, la otra pareja eran argentinos radicados en Marsella que recorrían juntos, compartiendo gastos supongo, el tour por el sur de España.

Los profesores me recordaron a mis padres. Agradables, conversadores, simpáticos pues.

Y fuera de ahí La Alhambra no me había cambiado la vida esa mañana y que mal, porque tenía solo dos horas más en Granada antes de partir rumbo a Madrid a pasar la noche y regresar  ami país tres días después desde Barcelona conectando Londres.

Estaba lejos de casa pues.

Siempre me han dicho que los hombres japoneses son muy secos, que tratan a las mujeres como inferiores, que no quieren, que todo es trabajo y que sus mujeres, a pesar de ser emprendedoras, trabajadoras y muy inteligentes, dejarían todo por seguir al hombre de sus vidas. 

Eso lo he leído en blogs y en libros y lo he visto en el noviazgo que lleva uno de mis mejores amigos con su chica japonesa que los ha hecho enamorarse en Toronto y vivir alejados de sus patrias pero formando una nación nueva, la de ellos.

Pero toda la percepción que tenía se derrumbó y pude ver, una de las imágenes más tiernas que me llevo de mi viaje, teníamos un chofer que manejaba intrepidamente por las estrechisimas calles de esa ciudad y como destino final la plaza Isabel La Católica, el tipo venía como un loco y cantando sin preocuparse que los que no veníamos sentados hicieramos el máximo esfuerzo por mantener el equilibrio. A mi lado iba Gabriela, mi amiga mexicana radicada en Madrid y quien me dió asilo y su amistad durante los días que fuimos viajeros, al lado de ella una señora estereotípicamente española y frente a ella, una pareja japonesa, muy jovenes, ella líndisima, creo la mujer oriental más guapa que he visto en mi vida, su chico no era el hombre más agraciado creo, pero tenía esa elegancia y buen sentido de la moda que tienen todos los hombres japoneses y que envidio cuando al llegar a mi closet veo que mi ropa, aparte de vieja, es fea.

El Alhambra-bus 312 frenó para no impactar a un motociclísta que no había respetado un alto, todos perdimos el equilibrio, yo choqué con Gabriela, ella con la señora española y la chica japonesa a punto estuvo de caer, pero el brazo de su chico la sujetó fuertemente evitando con esto la caída, con el brusco movimiento, la chica había perdido sus lentes que cayeron por una rendija de la puerta que no había cerrado del todo, el chico japonés pidió que el bus se detuviera y corrió hasta el punto en donde los lentes de su chica habían caído. Los tomó y regresó rápidamente al bus. La chica lo miró con tanto amor que sentí envidia. Ojalá algún día alguien me mire así.

Bajamos del bus y supe que Granada me había servido mucho después de todo y que la impresionante construcción mora que acababa de ver hacía unos minutos, no se comparaba con la majestuosidad de una mirada llena de amor.

Camino a Madrid soñé con la chica japonesa, su piel blanca, sus ojos, su sonrisa. Ojalá su chico la quiera siempre como la quiso esa tarde.


lunes, 23 de noviembre de 2009

fechas

El sábado, 30 de julio de 2005 08:36:59 a.m desde Florencia, Italia, una chica me quería más que nunca.

El jueves 20 de diciembre del 2007 a las 11:08 de la mañana desde Monterrey, México, una chica se había comprometido a ir por mi al aeropuerto.

A ambas, cuando son las 3:52 de la tarde del lunes 23 de noviembre del 2009, las sigo queriendo y para una de las dos, ya no existo. La otra nomás se hace la difícil.

Borro mails antiguos los lunes que son  relajados, pero por más que me he desaparecido mails y mails, esos dos no puedo borrarlos porque ambos reflejan que al menos, por un breve momento, fui tan importante como para recordarme y extrañarme en otro continente o tan importante y querido como para tomar un pequeño compromiso pero a la vez tan importante como lo es recibirme en el aeropuerto.

Ambas ya no están y yo tampoco estoy. A la distancia y en el olvido, el pasado es un vacío inmenso que no lleno ni con todas las palabras que he escrito en la larga lista de computadoras en las cuales alguna vez he tecleado algo y que comprenden, desde la primera PC que llegó a casa de mis padres, pasando por los horribles cybercafés de monclova, o la lujosa y exclusiva computadora de un estudio de postproducción en la Condesa, hasta esta misma en la que me he dado a la tarea de escribir la mayoria de los post que aquí lees.

Algunas veces me pregunto, si aún vivo para ellas en el buzón de Recibidos de sus cuentas de Hotmail. 
O si ahora me encuentro y formo parte del Spam, de la cyberbasura, del correo no deseado.






domingo, 22 de noviembre de 2009

payasos

El rítmico pac-pac  de una torreta encendida, brillando como cristales en la noche lluviosa de mayo, un codigo morse que nunca dice nada y que a lo lejos se va perdiendo en las avenidas que nadie transita, en la ciudad que nadie visita, en el país que ha dejado de ser.

Nada parece cambiar la misma noche que se ha ido repitiendo desde hace mucho tiempo, tanto que ya no se recuerda. Tanto, que ya no importa.

De pronto, la novedad irrumpe y el tedio se va, algo que hacer, un momento nuevo, una variación de la tierra en la escala de Richter de nuestra noche, algo tan pequeño como una luz delantera averiada en un viejo Topaz 94.

El oficial Manrique sube a su patrulla y sigue al coche, el coche no se percata aún o le importa poco, el oficial acelera y enciende la torreta, por el altavoz le pide al conductor que se detenga en un costado de la carretera. El Topaz 94 se detiene, la patrulla también. El agua cae del cielo en una minuscula lluvia que no termina de empaparlo todo al cien.

El oficial desciende de su patrulla, hoy no tuvo compañero, Torres se reportó enfermo y a Manrique no pareció importarle, de todas formas Torres no sirve de nada.
Avanza lentamente y saca de una de las bolsas del impermeble una pequeña linterna, la libreta de infracciones y una pluma. El Topaz 94 sigue encendido. 4 pasajeros en él.

El oficial se acerca a la puerta del conductor, el vaho del interior impide verlo bien, el tipo baja manualmente el vidrio, el chirriar de la vieja manija es desesperante y la acción dura más, mucho más de lo que debería de durar, una eternidad, el sonido de un trailer que baja su velocidad lo interrumpe todo.

Manrique enciende la linterna e ilumina al conductor, no puede evitar sonreír un poco ald arse cuenta de que quien conduce es un payaso, maquillaje blanco por toda la cara, una sonrisa permanente de color azul y una peluca multicolor, ropa brillante, olor de colores y cerveza.

El oficial intenta hacer un comentario que rompa el hielo, algo como "que ustedes no viajan en coches mucho más pequeños?" el payaso no ríe, el copiloto, una botarga cabeza de rana y cuerpo con ropa de bombero descansa la borrachera contra el vidrio de su asiento.
El oficial no insiste en ser gracioso, le pide al payaso su licencia y los papeles del coche, en el asiento de atrás la botarga de una ardilla duerme, un segundo payaso intenta encender un cigarro, el encendedor anaranjado se le resbala de sus manos llenas de pintura. 

Payaso conductor revuelve la guantera, payaso del asiento trasero bebe de un trago largo todo el contenido de una lata de cerveza, el oficial Manrique aguarda, buscando en su mente la forma en la cual va a contar la historia cuando llegue a la estación. "Detuve un carro lleno de payasos, venían hasta su madre" "Un payaso vomitó de colores" "Estuvieron tan chistosos que los dejé ir".

Payaso del asiento trasero baja del coche, sus grandes zapatos-al caer en un minusculo charco- salpican las botas del oficial Manrique. Perdón, le pide el payaso...Perdoneme amiguito-corrige metiendose en su personaje. Manrique sonríe y busca en sus bolsillos un encendedor.

Enciende el cigarro del payaso, éste sonríe, Manrique observa como el humo del escapa de la sonrisa tatuada en el rostro del payaso quien observa pasar un auto compacto y al hacerlo, los salpica a ambos, el payaso suelta una carcajada y Manrique también. "puta vida" parecen decir y comparten una complicidad de mojados. 

Payaso conductor saca el brazo por la ventana llamando a Manrique. Payaso fumador se seca el rostro ahora un poco despintado por el agua que lo acaba de mojar. Manrique se agacha sobre la ventanilla y payaso conductor le extiende su licencia, "como sé que es usted si trae la cara toda pintada", Manrique ríe de su chiste. La risa se corta cuando observa por primera y detenidamente a la botarga de rana, no es pintura lo que sale de su pecho, no hay ningún sonido, ningún ronquido en rana o ardilla.

Manrique siente el calor de un cigarrillo apagandose en su oreja, el dolor lo hace soltar un grito y la lámpara, sus manos son sujetadas con demasiada fuerza por payaso conductor. Manrique siente el filo de un cuchillo, la lluvia sigue cayendo y en su espalda tiene nuevos huecos por donde el agua se mezcla con la sangre, payaso exfumador ríe, payaso conductor le manda besos al oficial que no grita ni se mueve, su rodilla toca el suelo, la lluvia arrecia y payaso exfumador mira hacía arriba y su cara se despinta. 

Payaso conductos baja del auto, va a la cajuela y saca una cabeza de conejo. Entre ambos payasos le colocan la cabeza y lo suben al auto. Encienden el coche y se reincorporan a la carretera. 

Dos payasos, una rana, una ardilla y un conejo van por una autopista en un chiste que no da gracia, en una broma que no divierte. 

Una patrulla con la torreta encendida en medio de la lluvia de una noche de mayo. 

A lo lejos, el chiste se pierde para siempre. Avanzando con una luz averiada.





viernes, 20 de noviembre de 2009

ciegos

Si todo lo que no se da se pierde, ya perdimos todos no?

Daniela razonaba así cuando el cielo se apagaba, cuando las luciernagas nos iluminaban los ojos, cuando el frío se colaba por las orillas de la pequeña casa que rentabamos.

Y nunca me dijo que no. 

Le propuse cosas por demás difíciles, modelar lenceria en un aparador en Montera, ser edecán de un mago en la calle Gitanos de Sevilla, dependienta en un cybercafé en pleno Argeles des Mar, nunca dijo que no, nunca dijo nunca.

La amé por eso, por ser mi sustento y mi motor. Y ella me amaba sin yo nunca haberlo merecido.

Porque mientras ella modelaba en Montera yo la engañaba con alguna puta de esa calle, cuando el mago solicitaba su presencia en un acto en plena tarde, yo me iba al bar más cercano de nuestro hostal y me cogía a la dependienta en la alacena, cuando ella no hacía nada más que repartir los tickets y las computadoras en Argeles, yo me perdía en las calles más cercanas a la playa y buscaba que alguna mujer me sacara del tedio en el cual, creí que Daniela me tenía. Y yo les contaba una triste historia de como mi mujer era una villana que me engañaba con todos los jefes de sus empleos, y la rebajaba a una puta que haría lo que fuera por dinero.
Todas mentiras.

Eso creía yo, hasta que un día que regresé a casa, el mago me había aparecido unos cuernos inmensos en la cabeza.

Con un mago, carajo que verguenza. Me hubiera sentido menos ofendido con un gitano o un enano...pero un mago. 

Al día siguiente, ella y el mago desaparecieron. Se esfumaron en Sevilla y yo mismo lo hice. Regresé a México sin mujer y sin dinero. Magia. 

Aún pienso en ella cuando enciendo la televisión y el Mago Frank ve que lo veo, la extraño no lo niego, pero creo que con el Mago debe de ser feliz, porque a final de cuentas, de mí se fue porque nuestra magia como pareja se había terminado. 

A veces, cuando voy a ver un show de magia al teatro cercano de mi casa, espero con ansias que aparezca ella en vez de un tigre o que la chica que parten en dos sea ella y el truco falle. Pero nada pasa nunca, nunca pasa nada.






jueves, 19 de noviembre de 2009

Polar

"Permitanme comenzar diciendo que chinguen a su madre todos los que opinen diferente a mi"

Eso parecían decir los ojos del orador de la conferencia en la cual estabamos obligados a asistir, pero como nadie le ponía atención, lo verbalizó y todos nos quedamos callados al escuchar un fuerte y masculino. !Callense el puto hocico hijos de la chingada!

-Vergas- Raúl se impresionó y dejó en el aeropuerto de sus manos, el avión que a punto estaba de despegar.

Tomé la libreta y comencé a dibujar al conferencista. 55 años, entradas pronunciadas, mentón con cicatríz, orejas grandes, ojeras marcadas y cuello muy corto. Moreno.

No había nada de interesante en sus palabras, pero en sus actitudes y sus acciones sí, observé como veía con lujuria las piernas de las estudiantes que se encontraban en las primeras filas, nadie lo veía, nadie le prestaba atención, sólo yo. Si ponías atención en sus ojos, en la forma en la que se movían de la hoja a las piernas, de las piernas a la hoja, te dabas cuenta de que el tipo tenía una erección en ese preciso momento.

Lo dibujé con una erección impresionante, que rompía el auditorio de la secundaria en dos, acabando a su paso con, las chicas de las piernas linda, con Raúl el del avión y conmigo. Una verga inmensa, destructora, una verga apocaliptica.

Estaba dandole los últimos toques a mi dibujo cuando todo el auditorio hizo un silencio que no olvidaré. El orador me estaba señalando e invitandome a pasar al estrado. Dejé el dibujo y pasé. Ilusamente. El orador me invitó a subir con todo y dibujo.

Orador: Te llamas.
Yo: biiip
Orador: Y que dibujaste que nos quieras mostrar.

Sin penas lo mostré.

Yo: Es un homenaje a nuestro orador desde un punto de vista de poder, es una representación de nuestro orador en un papel que funge como destructor y creador de este miniuniverso en el cual nos encontramos, su imagen fálica destrozando el presente, pero a la vez, creando un futuro mejor, ignoren la imagen de lujuria de sus ojos, es solo el estado de trance en el cual el creador se encuentra en el momento de la concepción, del genesis.

Por diez segundos que parecieron eternos, el tiempo se detuvo. Hasta que Laureano gritó desde el fondo del auditorio: !A que pinche vergota profe!

Otra voz : Con esa pistolota si me dejo asaltar.

Todos se cagaron de risa, yo, cínicamente hice una reverencia e invité a la gente a aplaudirle a nuestro orador quien quiza por única vez se llevó una oración de pie en su puta vida, sobra decir que su erección desapareció, sobra decir que fue la última vez que pisé esa escuela.

Pero sigo dibujando.
Algunas veces.
Cuando vale la pena.










miércoles, 18 de noviembre de 2009

La nena

Dice mi madre que La Nena siempre me quiso. Desde el mero día en que nos conocimos siendo niños, La Nena se enamoró de mi.

Mi madre siempre me molestaba con eso, cuando La Nena pasaba por mi casa y yo arriba del árbol le lanzaba ramas, mi madre veía amor en la pasividad con la cual la nena soportaba los proyectiles, mártir ante el bombardeo del amor, de su amor.

Yo era un niño y no sabía nada  de nada, a mi sólo me interesaban las fabulas de Esopo, la soda de Ponche y caminar por el filo de las abanquetas. Ahora me doy cuenta de que muchos de esos pasos, de esos desafíos al vacío de 15 centimetros, no los dí sólo. Ahí estaba La Nena. Cuidandome los pasos.

La Nena no era una niña de la cual uno podría haberse enamorado, era tosca, pecosa y flaquisima, creo recordar que tenía los pies muy grandes, una vez comparamos sus huellas con las mías en cemento fresco y mi respuesta fue un "Ooosssuuuu". Tenía el cabello chino y las manos, esas sí, de niña. Pequeñas manos que nunca se rozaron con las mías.

Cuando caminaba a la primaria en donde estudiaba, me topaba casi todos los días con La Nena, ella estaba en otra escuela y tenía que tomar un camión para llegar, pero siempre fingia casualidad y fortuna en toparnos, me preguntaba cosas sobre la televisión y como a mi la televisión siempre me ha apasionado, le contaba que Mazzinger Z había estado increíble, que los Thundercat´s se salvaron de milagro y que en la telenovela de las 8, la villana se había salido con la suya. La Nena me miraba y dejaba pasar un par de camiones más.

En secundaria compartimos el mismo salón de clases, mi madre me contó que se topó a La Nena con su mamá en una tienda de ropa el fin de semana antes de iniciar el curso, ambas sonreían y mi madre le dijo a la mamá de la Nena, "un día vamos a ser familia ya verá", La Nena se sonrojó y mi madre le ayudo a escoger el vestido más bonito de la tienda.

En secundaria yo era aún más desobligado y dejé de hacer y de participar en los proyectos, La Nena siempre hayaba la forma de incluirme y darme trabajo que me permitiera no hacer mucho, así fue que pasé año. Una vez recuerdo que la Nena comía un lonche junto a un árbol y una abeja le picó cerca del ojo, la Nena soltó el lonche y salió corriendo, la detuve y vi el aguijon y ella lloraba y yo no supe que hacer y la llevé a la enfermería. Me quedé esperando a que saliera, cuando salio, vi que del ojo que no traía vendaje, salía la mirada de más amor que me han dado en la vida, yo me sentí intimidado...un chavo con una descalabrada impresionante que esperaba su turno sólo dijo : Eeee novios. 
Yo me fui de ahí.
 Ahora entiendo que la Nena tenía la mala suerte conmigo, nunca me tocó el turno de besarla jugando a la botella, nunca le acepté una propuesta a bailar durante las fiestas y la única vez que me habían convencido de bailar con ella, que era en la noche más importante de su adolescencia, la fiesta de XV, tuve paperas y el dr me dijo que no fuera.

Ahora, a años de distancia de todo esto, comprendo que La Nena pudo haber sido el amor de mi vida, quiza yo fui el amor de su vida, quiza lo soy aún y me recuerda con cariño.
Quiza con la Nena mi vida hubiera sido diferente. Me enteré hace poco que es una exitosa abogada laboral, que tiene años que vive en otra ciudad y que sigue soltera. Quiza esperando.

En una de esas, aún después de tantos años, le queda corazón para quererme como antes. Pasivamente. Dulcemente. Esperanzadamente.












martes, 17 de noviembre de 2009

featuring

daniela guixha... intentando jugar a lo estructurado says: (11:47:54 AM)
Me gusta cuando te irrespeto, porque caes del pedestal donde te tengo y te rompes en mil pedazos, de los cuales, obviamente, ninguno me pertenece. 

Me gusta cuando la distancia me permite tomarme libertades como imaginarte como quiza no eres, pintarte el cabello, aumentarte el busto o tal vez con ese atrevimiento que quizá no alcanzas a lograr, imaginarte en sitios, con personas, involucrándote 
daniela guixha... intentando jugar a lo estructurado says: (11:48:07 AM)
involucrándote mas de lo que puedes. 

Me gusta que me guardas en las palabras que escribo, que me guardes un texto porque mi blog no funciona.
Me gusta cuando a pesar de todo y del tiempo, me sigues creyendo mis estupideces y se va alargando la historia aunque sea través de cuentos y escritos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Dale

Dispara chingado, me mata más el no saber que la bala.

el miedo me tiene helado, paralizado, los segundos son eternos y quiero que todo acabe.

Desde el piso de mi sala escribo mejor que desde la cama. 

No me apatece volver a ella pero tendré que hacerlo, que volver a empezar, que programarme para dormir. 

Para dormir y no soñar, porque los sueños de mis desveladas son aterradores, tienen que ver con filas interminables de pagos, con autogoles de último minuto, con despedidas y con iguanas que me muerden los pies.

justo ahora acabo de decirte por msn que escribo sólo para ti.

no es verdad, lo sabes y lo sé.

una pesadilla más


domingo, 15 de noviembre de 2009

goma

still i wake up in the morning.

Se que cuando leas esto, sabrás que es por ti.

Porque lo sabes cuando me lees.

Porque sientes lo que siento.

Porque el mar no nos separa.

Porque dejaría ahora si que todo, porque un día me dijeras te quiero.

Porque me quieres.

Porque solo espero el momento en el que llegues y digas...ganaste, aquí estoy

Porque se va a llamar Pablo Torres.

Porque se va a llamar Aurora Torres.

Porque nuestro camino es una línea de coca, de nieve, de polvo...una bocanada de aire bajo el agua. Dos dragones que miran al cielo al mismo tiempo, una pirueta, un rezo.

Porque nunca, nunca, nunca...serás mia de nuevo

era ella

Son casi las 6 de la mañana y todos se han ido de mi departamento....pero ellos no me importan...solo ella, la chica que al cerrar la puerta del refrigerador, me ha cerrado las puertas...todas las puertas del mundo ella las a cerrado, me a dado con la puerta en la nariz y se a desmarcado, me a dejado, me abandonó.

ella, a quien quise, me dijo que no, un ultimo intento, el más doloroso, el más difícil...y ella, ella se fue...y yo, sólo pude regalarle un libro de Ryu Murakami al tipo que me la robó...

ella se fue y yo, en el piso de mi departamento, escribo y pienso en el no...en el corazón que se me volvió a romper por pendejo.

Lo se, no es ella, ,la que es no es ella y quien creo menos y me quiero largar de aqui y como hank moddy, coger para olvidar. y quiza, busque en mi celular a esa chica que le dije que no y que siempre me dice que si, quiza lo haga para lastimarla, para lastimarme, porque a quien quiero, a ella...no puedo hablarle

viernes, 13 de noviembre de 2009

en el espejo

Duele reconocer cuando uno no tiene la razón porque se asume a sí mismo como un pendejo.

Y de esa pendejez pública y reconocida, uno no puede escapar y se vuelve blanco de críticas arteras, de autosabotajes, de atentados de una sola víctima. Uno se vuelve su propio verdugo.

Por eso no me gusta equivocarme.

Por eso no me equivoco.

Por eso avanzo y atravieso la tormenta sin mojarme.

Por eso limpio la escena del crímen con mucho cuidado.

Por eso oculto en los cajones más escondidos de mi closet, todo aquello que no quiero que sepas pero que me hace feliz.

Por eso cada vez que puedo, hago las cosas dos veces.

Por eso me mantengo lejos de donde puedo potencialmente cagarla.

Por eso los trato con algodones.

Pero a pesar de todo. A pesar de mis esfuerzos. El error está ahí. Esperando. Acechando. Existiendo. A pesar de mi. A partir de mi.

lunes, 9 de noviembre de 2009

elemental

Va cargando 50 kilos de cemento mientras camina sobre un piso de hielo que cruje y se estremece a cada paso.

Avanza y suda enmedio del frío y los mosquitos de la nieve no lo dejan respirar bien y él resopla y siente la comezón en la nariz y no suelta por ningun motivo el bulto de cemento y se balancea algunas veces pero no lo suelta.

Cascaras de platano por doquier, las pisa y va rezando de que ninguna lo haga caer, de pronto...pone una rodilla en el suelo y descansa un momento y del esfuerzo, comienzan a rodar lágrimas que en un segundo se congelan y se rompen en microscopicos fragmentos de sal que caen y se pierden para siempre en el piso de hielo.

Bajo el piso de hielo hay animales de las nieves, tiburones blancos, estacas afiladas, agua venenosa y auditorias, cientos de auditorias y pagos atrasados, él lo sabe y se levanta y sigue caminando. Ve la orilla, la vé a ella, el final de su castigo y como una pesadilla, el piso comienza a resquebrajarse violentamente y el corre con las últimas fuerzas que tiene y algunas veces el agua fría toca sus tenis y siente levemente el filo de un colmillo, el aroma del veneno.

Arroja el bulto a la orilla y se desploma sobre la nieve. Su boca esta llena de hielo y sangre.
Se incorpora y al hacerlo, vé que sigue igual de solo que antes u aún más. Ni los 50 kilos de ella, ni los 50 kilos de cemento, ni nada. 

Solo el frío.

viernes, 6 de noviembre de 2009

volar

Amo los aeropuertos casi tanto como amo a las mujeres.

Tomando un té de hierbas, escuchando acentos, en el frío...Señor su equipaje.

Son mi amor de verano, otoño, invierno y primavera.

Pinches aeropuertos como me gustan

lunes, 2 de noviembre de 2009

ok

Morirse en pagos. 

Siento aún que no estoy listo para afrontar algunas cosas como la muerte, hay días, más bien noches, en las que despierto asustado y marco el teléfono de casa de mis padres sólo para escuchar y saber que están ahí, al menos la contestadora.

"Hola, estas llamando a la casa de la familia Torres, no estamos disponibles por el momento pero llama más tarde, saludos"

La muerte me intranquiliza, sobre todo la muerte ajena porque la propia pues, uno la toma natural, como debe de ser, pero la muerte de quienes quiero, de quienes son mis sonrisas y mis abrazos, mis ojos y mis manos, la muerte de ellos me pone en un estado de perpetuo nerviosismo que sólo acaba cuando me devuelven la llamada.

Hoy conduje a casa de mis padres mientras iba sufriendo un ataque de fiebre y angustia, de la nada mi lunes se transformo en malestar y dolor y no se como hice pero llegue.
No dije nada y me dejé caer sobre la cama del cuarto de mis padres, me intentaron despertar y no pudieron y yo con fiebre, recostado sin poder explicarles porque me sentía mal.

Pastillas y una almohada. 

Debo cambiar estos malos habitos familiares, las cosas no duran para siempre.


viernes, 30 de octubre de 2009

honestidad

Hoy me dijeron algo de ti...

No supe como interpretarlo sólo te doy un adiós a la distancia.

Porque si de algo puedo presumir es que siempre fui honesto, si de algo puedo presumir es que cuando estaba contigo no estaba con nadie mas.

Porque hoy me di cuenta de que los hombres quieren más, porque cuando quieren renuncian a tanto, mucho más que las mujeres, porque se quitan capas, estigmas, limitaciones y reglas que la masculinidad conlleva, uno no es familiar al amor y de repente se enamora y todo tiene sentido y el te quiero fluye natural.

La honestidad, sólo pido eso.

Los platos de segunda mesa como yo, los encuentras casi gratis.

Creo me merecia algo más.

jueves, 29 de octubre de 2009

disfraz

Uno de los recuerdos de la desolación y la tristeza más culeros que conozco y que tomo como referencia cuando quiero sentirme triste y desolado, sucedió por estas fechas hace como 7 años.

Ibamos, El chavo del ocho, dos luchadores, un hombre con una bolsa de plastico en la cabeza y El Preguuuuuntame caon, de Eugenio Derbez, no sé como se llama el personaje la verdad pero ibamos todos en el coche conducido por el Chavo del 8.

Nos fuimos a una avenida en donde la gente sale disfrazada y comienzas a platicar con los demás y todo divertido y en buen pedo...y el Preguuuuntame tenía una morrita que le interesaba bien, de hecho el nos iba diciendo que le gustaba bien y que si se podía, andaría con ella a la brevedad.

Le marcó a su celular y ella no le contestó.

Él propuso que fueramos a verla y que nos viera disfrazados, nosotros, medio borrachos dijimos, VA.


Llegamos y cada quien en su personaje avanzando por la calle, cuando llegamos a la puerta de su casa, la alcanzamos a ver, vestida como una sexy vampiresa...acompañada por un pirata.

Nadie dijo nada. El chavo del 8 deseó no haber salido nunca del barril, los luchadores sintieron un dolor solidario más grande que cualquier llave y el hombre de la bolsa de plastico en la cabeza se sintió aliviado de que no le vieran el rostro de sorpresa y tristeza que acababa de reflejar.

El personaje de Derbéz, dejó de mover la panza, se quitó la gorrita y no dijo nada. Ella lo miró, el pirata entendió y se metió a su coche después de decirle que la esperaba en el mismo.

Mi amigo, con toda la dignidad que alguien disfrazado ridiculamente  podría tener, sonrió, le movió la panza por última vez y le dijo adiós con la mano. Ella lo había perdido para siempre.

Nos subimos al coche y nos fuimos de ahí.


martes, 27 de octubre de 2009

no me lees

yo se que no me lees, nunca lo has hecho a pesar de que te he dedicado muchos textos, muchas noches de escribir y tú nunca me has leído...no te interesa hacerlo, no sabes descifrarme aquí en donde soy más vulnerable y por eso ahora he dejado de pensar en el futuro.

le digo adiós a los caminos que ibamos a recorrer, a las noches que ibamos a pasar, a las tardes viendo tv, a las pláticas interminables en la azotea, a los cafés de madrugada, a los besos bajo la lluvia, a los te quieros, a los te odio, a las caricias y a los instantes que, como fotografía, me iba guardar para siempre en las retinas.

Le digo adiós a todo eso y a ti porque no tienes ni eres, porque no fuiste y lo que es peor y más triste, no serás...y yo le daré vuelta a la pagina...no, la arranco de tajo y la tiro por la ventana y espero que se la lleve el viento y que el mismo viento le quité el color a las letras que dibujé y que llevaban el aroma de tus besos, el calor de tus ojos y el latido que me provocabas cuando me veías.

le digo adiós a la esperanza

domingo, 25 de octubre de 2009

por última vez

Tengo un grave problema, me da miedo que se acaben las cosas, que no vuelvan a pasar, que no tenga la oportunidad de ver algo, de probar algo, de sentir algo por última vez.

Es casi una enfermedad, es una necesidad que me hizo conducir como desesperado para llegar a la clínica en donde iban a operarle la nariz a mi hermana menor y poder despedirme con un beso de esa nariz que amo tanto como la amo a ella y que a partir del viernes amaré a su nueva como amé a la anterior.

No podía dejar de ver por la ventana del avión el aeropuerto de Londres, por ese miedo a las ultimas veces, a la última vez que iba a ver Heatrhow quizá en mi vida.
La última vez que ví con vida a mi abuela, la última vez que la ví a ella pasar la aduana, la última vez que la ví a ella cruzar la puerta de su casa para no abrirmela a mi nunca más, la última vez que vi el cielo de monclova, la última vez que sentí el aire de Girona, la última vez que nos dijimos que nos queríamos.

Las últimas veces me dan tanto conflicto que me asusta y lo que es peor, no me dejan  disfrutar de las primeras veces, esas que a mi me han dejado de emocionar porque ni el mundo ni el amor son nuevos ni únicos, porque las primeras veces anteceden a las segundas y a las terceras, porque las primeras veces carecen de la nostalgia de la Edición Limitada, del Producto Temporal, del Sólo esta Navidad, las primeras veces son únicas es cierto, pero las últimas...las últimas son el adiós.


jueves, 22 de octubre de 2009

anoche

No te diste cuenta pero antes de salir de tu casa me puse un poco de tu perfume.

Me fui conduciendo a casa y en cada semaforo lo aspiraba y pensaba que estabas ahí y estupidamente le platicaba las cosas del día, lo que no te dije, lo que oculto y que me averguenza y no te digo porque no lo entenderías.

Y fue tu perfume, tu olor, el que me dió el perdón de mis fallas y me dijo tranquilamente.."mira aquí no pasa nada"

Tu vuelo y tú se fueron de la ciudad y yo me quedé aún con muchas cosas que no te dije, amarradas a las paredes interiores de mis costillas, multiplicadas como germenes en la garganta, dos toneladas de pendejadas que hice y no te confesé pero que sé que ni aunque tuvieras el corazón más bueno del mundo podrías perdonar.

Y me fui cobardemente a un centro comercial a buscar tu perfume.

Cítricos...no...flores....no...té verde con almizcle y seda china...no...mandarinas uruguayas con aloe...no....Papel multicolor y bambú tostado...no...

Va a ser un poquito más difícil de lo que pensé conseguir el perdón de tu olor una vez más.



lunes, 19 de octubre de 2009

pero...

Contrario a lo que piensas, tu silencio no convierte en paz estos días, no transforma en hojas nuevas las que ya cayeron, no me devuelve el sueño perdido ni las esperanzas que se fueron.

No saber de ti me ha convertido en una duda la vida, porque ahora no sé que carajos haces, en donde, ni con quien...y eso desde acá me hace pensar las cosas.

Siempre he sido lento y tonto para algunas cosas, quererte fue una de ellas y quizá, mi más grande error. Nunca supe manejarlo, eras una lata de coca cola agitada, metro y medio de furia, una explosión en Mojave, un accidente de coches, un deja vu de un deja vu.

Te regalo dos instantes que vivimos juntos, los más importantes, recuerdalos, vivelos de nuevo.
Ahora prendeles fuego y diles adiós. Porque los que fueron ese día, no son los mismos que son ahora.



jueves, 15 de octubre de 2009

paredes

Es todo menos lo que crees- así me dijo el señor que me lo vendió afuera del metro y me dejé llevar por la emoción de por fin tenerlo en mis manos, aún sin siquiera saber como carajos manejarla.

Llegué a casa y lo puse en la televisión, una de esas nuevas tarjetas informáticas de plástico biodegradable que al tacto, comienza una secuencia de números e imagenes que se proyectan en las paredes de la casa. Simple, tecnología y nada más.

Por accidente y por estúpido, no revisé el contenido de dicha tarjeta y en vez de un diagrama computarizado de secuencias de baile (salsa, tango, banda) porque, debo de decirlo, soy terrible para bailar, y la sola idea de intentar pedirle a una mujer que me acompañe al centro de la pista y que no se ría de mi incapacidad, me llena de miedo, pero volviendo al tema, no había tal secuencia de baile, no, nada cercano a eso, a menos de que por secuencia de baile uno tome pornografía dura, asesinatos de ballenas, capoeira, la segunda guerra mundial y un par de siameses tomando el té desnudos.

Era en verdad extraño el video y lo peor es que, dadas las condiciones de la proyección, dichas imagenes eran de tamaño real en la pared de mi sala, afortunadamente vivo solo y nadie pudo ver lo que puse por error. 

Tenía razón el anciano afuera del metro, es todo menos lo que crees.

Saqué la tarjeta del televisor y me fuí a acostar. Guardé la tarjeta en la mesita que tengo junto a mi cama en donde tengo dos libros electrónicos a medio leer y jeringas con agua por si me da sed a media noche. 

Al despertar, las paredes de mi casa estaban  manchadas, las imagenes que había visto la noche anterior estaban grabadas a fuego sobre mis paredes y yo no tenía idea de como quitarlas...has visto siameses desnudos tomando el té? no? es terrible, es como...no es natural pues y fui al patio por unas tabletas de jabón y un químico antimanchas. Nada funciono y el bailarín de capoeira seguía balanceandose junto a mi sillón. Estático. Inútil. Como yo cuando bailo.

Odio la tecnología y lo que eso conlleva. Porqué la única manera en la que puedo conseguir algo es fingiendo y mintiendo y siendo y no siendo desde mi monitor? creo tengo tres años sin salir con alguien, bueno...fisicamente, contará como salida la vez que llevé a una chica del trabajo a hacerse unos analisis? claro que ella muy apenas recuerda mi nombre...sólo fue un favor de colegas pero vamos..que le rocé la mano cuando ella iba a entrar al consultorio...lo malo es que cuando salió me di cuenta de que le habían aceptado su solicitud para cambiar de sexo y a partir de un mes ya no sería Martha sino Marte, el dios de la guerra, como la pinche segunda guerra que no se va de mi techo por más que le tiro cosas, vamos vete carajo.

Pensándolo....mmmm podré decir que soy uno de esos artistas interesantes que hacen cosas raras y que se perforan los pezones con ganchos...ouch, no no creo, eso no es lo mío, lo mío es el romance, el alimentar el fuego del amor, el caer prendado de una chica y callar este amor sosegado, cruel y malcorrespondido y bla bla bla esas mamadas que a las mujeres les gustan...


no sé...el viejo del metro me hizo perder dinero y unas paredes que me gustaban.




martes, 13 de octubre de 2009

Casi nunca lo digo

Casi nunca lo digo, pero siempre que estás conectada te odio un poco más, porque estás allá y yo acá y porque no puedo decirte "e vamos al cine?" y no puedes decirme "no puedo, hice planes" y no puedo decirte "pues cancelalos" y no puedes decirme "no te prometo nada".

Casi nunca lo digo pero las horas más felices las pasé contigo.. no era eso una canción? no sé, sólo sé que me lleva la chingada cuando crezco y no salgo de aquí, cuando deseo firmemente que vengas mañana y toques a mi puerta y me borres los pecados con un beso y que incendies de nuevo estos ojos que se han de comer los pinches putos gusanos pero sé que no va a pasar ni aunque le rece a san martín de porres o a michael jackson...no va a pasar y no pasa nada porque si pasara no pasaría lo que ya pasó que fue que te fueras.

Casi nunca lo digo pero escribí tu nombre en un papel que puse bajo mi almohada a ver si de casualidad te transformas en un sueño y como tal, desapareces.


Casi nunca lo digo pero aeromexico conspira contra mi y solo me muestra los boletos más caros.

Casi nunca lo digo pero tienes en las manos el destino y los futuros textos que se me escapan de mis dedos, juro que intento detenerlos pero los cabrones tienen vida propia.


Casi nunca lo digo pero es entre semana cuando más te extraño.

Casi nunca lo digo pero ven.


domingo, 11 de octubre de 2009

acá

El aire que mueve la lona colocada en la azotea, es el mismo que se encuentra guardado en el interior de una botella vacía de agua tirada en el mismo lugar, es también el mismo que recorre tus pulmones mientras duermes a mi lado. Yo creo que nunca estará de más decirte que justo hoy, el universo ha conspirado para hacer de este inofensivo amanecer, uno de los momentos que guardaré para siempre.

Porque en los días siguientes, tú y yo no lo sabemos aún, pero dejaremos de ser lo que somos y quizá nunca más podamos volver de ese lugar en el cual nos escondimos.

Aún no lo sabemos pero en 72 horas tú recibirás una noticia que te cambiará la vida y por ende, la mía. En 72 horas vas a ser la portada de una revista de espectáculos, de esas que uno encuentra en el supermercado junto a los chocolates que nunca compras porque dices que te hacen engordar, junto a las cosas que sacamos una a una del carrito porque no nos alcanza para pagarlo todo, en una de esas revistas, va a estar tu rostro, ese mismo del que no he dejado de ser adicto.

Sirvo café en dos tazas y subo por las escaleras a la azotea, te ves tan perfecta cuando tiemblas de frío que tiemblo yo pero de nervios. Tenemos tan poco tiempo para estar juntos que no sé como decirte que te vayas a casa, que quiero estar solo, que los chismes que te rodean son y serán para mi, espadas afiladas, aguijones de veneno puro, palabras e insultos que no sé como manejar.

Es un hecho que te dan el papel?-
Sí-
Felicidades, lo mereces-
No es verdad lo que dicen sabes?Crées en ellos o en mí?
Creo en lo que veo y ví las fotos-

72 horas después, ví en portada del periódico, la noticia de que ella, la mujer que quiero para mí, es la nueva protagonista del proyecto más importante de la televisora líder en el país. 
Se vé tan bella, pienso, y nunca más va a ser para mi.

Compro la revista y me voy a casa, triste de no poder comprarlas todas. Aún suena en casa el ruido de la puerta y en el llavero están colgadas las llaves que dejaste, ridícula sucesión de llaveros, cada uno más horrible que el otro, cada uno, un detalle de ti que nadie, ni la reportera de espectáculos más perspicaz, podría deducir.

Pero felicidades, acá te espero cuando caigas, acá te espero deseando que fracases y que tú fracaso sea mi victoria, acá te espero, con el egoismo acostumbrado, con la mezquindad que me ha hecho lo que soy, un pobre idiota que sostiene en una mano, una revista de espectáculos y en la otra, un llavero que nunca más va a abrir una puerta.




jueves, 8 de octubre de 2009

desde la ventana

...y la esperanza se me diluyó en la boca...

Compré el departamento que está en el edificio frente al departamento tuyo. Lo siento, pero quiero verte aunque ya no estés. 

Me interesa ser el único público de este reality show que tienes por vida y que sin saber, me lo actúas a toda hora. Afortunadamente, tengo un buen empleo que me permite trabajar en casa, he colocado mi centro de trabajo y todo lo que más necesito, justo frente a la ventana, para seguirte viendo, incluso cuando salgo, pongo una cámara de video a grabar y cuando llego, te vuelvo a ver, diferida pero tú.

Esto nunca ha sido nada sexual, no me excita ver cuando te desnudas para meterte a bañar, cuando caminas en calzones por tu departamento, cuando invitas a un amigo y cogen en la sala, nunca ha sido sexual lo repito, ni siquiera me dan celos, es sólo que mi vida es tan cero interesante, que verte es lo único que me mantiene aquí. He pensado que el día que te mudes me mato.

Pero ayer si me preocupaste, cuando estabas comiendo, creo palomitas de maiz viendo una película, y sonó tu teléfono y quisiste contestar y comenzaste a ahogarte, y tosías y corrías intentando respirar, estuve tentado a ir corriendo a aplicarte la maniobra de Hemlich...es Hemlich? pero que iba a decir después de salvarte..."oye, es que desde hace 4 meses te veo siempre y hoy ví que estabas por morir y aquí me tienes, salvándote". Afortunadamente la pudiste escupir y mi programa personal siguió sin cambio aparente.

Lo único que me conmueve de todo lo que haces, es cuando juegas con La Nena, la gatita que te regalé y que creo es lo único bueno que sacaste de mí, te veo como la ves y me muero de envidia de que ella puede estar ahí, oliéndote, oliendo tu perfume que no sé si siga siendo Escada, Lempicka o Happy...quizá con el adiós me cambiaste hasta de aroma y ahora eres otra.

Los días de lluvia me cagan demasiado, porque esos días todo es borroso y te veo como pixeleada y a veces pienso que no eres tú. Ojalá no llueva en esta ciudad nunca más.

He pensado en llamarte e invitarte a salir de nuevo, pero me da miedo. Para mi eres perfecta ahora, a la distancia, diferida, lejos pero cerca. Para mi eres perfecta sin mi.


miércoles, 7 de octubre de 2009

interferencias

Le preparé la cena doctor, era lo menos que podía hacer por la mujer que acababa de decirme que iba a tener un hijo mío, en ese momento, le juro por mi madre, que no dejaba de temblar.

El niño viene mal, le soy sincero Javier, no creo que podamos hacer nada.

2,456 gramos. Un ser humano.

Elena, quieres vivir conmigo?

Voy a perder el vuelo.

Me voy contigo entonces.

Se va a llamar Tadeo, como San Juditas.

No piensas conseguir un verdadero trabajo ya? escribir en una revista de coches no te hace escritor, piensalo...

Te ví con él, platicando afuera del edificio, algo traes con tu jefe a mi no me chingas.





domingo, 4 de octubre de 2009

los besos pospuestos

Nunca sabes cuando los vas a cobrar. Cuando van a aparecer. Cuando el deseo se cumple y bajo la luna, una preciosa luna, aparecen y te marcan, como un tatuaje el corazón.

Los besos pospuestos, esos que siempre estuvieron pero nunca se dieron, esos que se soñaron, esos que quizá nunca vayan a suceder, pero de los cuales guardas la esperanza como boleta de empeño.

Son esos los motores, el silencio y la paz de una noche de otoño viendo el cielo, tomando un tinto, viendo a los gatos pasearse por las azoteas, sonriendo en la semioscuridad y pensando en el mañana que es hoy.

Los besos pospuestos que suceden, llegan y se instalan, son el presente y el recuerdo, son el momento en donde todo quedó atrás y donde todo vuelve a empezar, porque en los besos pospuestos, cuando suceden, uno cambia un poco, para bien. 

viernes, 2 de octubre de 2009

lo que une

Hola. Soy lucía, no me conoces pero soy tu nueva mejor amiga.


Así entró...el problema es que ya no sale de aquí, lo que es peor aún...no sólo no sale, sino que cada vez está más aquí...y lo que es aaaaaúuun peor, ya no sólo está aquí sino que me ha acompañado a otros lados...otros países...hice lo posible por correr, esconderme, huir y nada.
Seguía ahí.

La primera vez que le llamé, estaba yo filmando un comercial y ella manejando.
Incluso en ese momento pensé que no existía. Pensé que era una broma porque no todos los días uno encuentra una chica así, que escriba, que diga tanto.

De eso hace algunos meses, meses en los que he sido un poco infeliz y feliz a la vez. Feliz porque la leo, infeliz porque sé y casi tengo la certeza, de que jamás la veré.

Es como mantener un ídolo en un pedestal. Quieres que no caiga, que se mantenga ahí, estática, vigilante, más allá del bien y del mal.

Un día le llamé, saliendo borracho de una fiesta y ella desde una boda aburrida, hablamos un rato, fué raro.

Hoy le dije que le escribiría algo sólo para ella. Hoy cumplí mi palabra.

Juguetrón. KLG.Barba. Chihuahua. Guadalajara. Sarah. Starbucks. Bodas. Blogs.

Palabras para los demás, cosas que recuerdo y a veces, me hacen sonreir.

Enzimas proteícas y codigos postales

Anoche tuve un sueño, nada romántico, nada sexual, no uno de esos sueños en donde repito los mejores goles que he metido en mi vida (18 de septiembre de 1998, canchas de la preparatoria 8, entrenamiento de táctica fija. Tiro de Esquina. Balón cobrado por Anibal, me anticipo al marcador y corro a primer poste, el balón me queda atrás y por instinto lo golpeo de inglesa, con el talón, el balón marca una curva, el portero-el mejor de la preparatoria- se queda quieto, el balón se va al poste contrario de él, lo golpea y entra. Impresionante. De todas formas nunca dejé la banca)

Soñé algo extraño. Soñé con los libros de texto de la primaria, quienes hayan, como yo, estado en escuela pública, quizá recuerden un cuento que se llamaba "Esta escalera sólo sirve para bajar" y soñé que estaba en ese cuento y yo, como los demás personajes, deseaba desentrañar el secreto de esa escalera. Mi plan para hacerlo era el mejor, infalible, consistía en construir una escalera igual a la que había y después...olvidarme del asunto, para que quería yo subir una escalera destinada al fracaso si ya tenía yo mi propia escalera para subirla y bajarla cuantas veces quisiera?

Evadiendo el problema? Pensando "out of the box"? Siendo creativoRecreativo?

No lo sé, sólo sé que la escalera es mia y que el futuro se ilumina mientras más se llena de humo, mientras el caos me llama, mientras la virgen me habla.








jueves, 1 de octubre de 2009

xibeca

Quieres más cerveza-
bueno-

La quieres?
No lo sé

Qué sientes por ella?
No lo sé.

Me quieres a mi?
A tí sí.

Pero a ella ?
De verdad, no sé que me pasa, me pone nervioso pero no sé si el nerviosismo es amor o sólo que soy nervioso por naturaleza.

Recuerdas cuando me dijiste que me querías, la primera vez?
Te soy sincero. Casi no.

Yo sí.
Excelente. Al menos uno de los dos tiene buena memoria.

Quieres salir a caminar?
Para que?

Para no pensar?
Caminas sin pensar?

A veces.
Vamos.

Como se llama?
Para que quieres saber?

Porque quiero saber quien te trae así, tan no tú?
Siempre he sido así, sólo que ahora, pues...no sé, que sé yo.

Dejala si no te quiere.
Quiero que me quiera.

Ja¡, como la canción?
Cual canción?

Olvídalo.
Bueno.

Te quiero.
Yo también.

Me voy a casa.
Quieres que te acompañe?

Quieres acompañarme?
Lo que quieras quiero.

Quieres subir a tomar algo?
No, siempre terminamos donde mismo y la verdad mañana voy a trabajar temprano y la verdad, si se me sale el nombre de ella te vas a encabronar.

Pendejo.
Como quieras.

Adios, no me das un beso?
Dejemoslo en un amistoso apretón de manos no?

Vete a la chingada.
Si, como sea.


martes, 29 de septiembre de 2009

vivir en la ficción

Hoy, alguién que aprecio mucho me dijo que vivo en la ficción, no entiendo bien a que se referia con esto, porque ayer todo fue tan real.

No fue ficción el taxi de la calle Napoles a Paseig de Gracia, no fue ficción el tren al aeropuerto, no fue ficción llegar a londres y correr para alcanzar mi tren, no fue ficción volar junto a una mexicana y contarle sueños, no fue ficción aterrizar en el aeropuerto de la ciudad de México y escuchar su voz, la voz que tantas veces me dijo que me quiere y algunas que había dejado de hacerlo, no fue ficción correr y encontrarte ahí, linda, como la primera vez que nos vimos hace tanto, hace tantas personas, hace tantas ciudades, hace tantos te quieros que no nos dijimos.

No fue ficción ese café, esa bufanda, esas fotos, esa sonrisa que me volviste a dar, mi cara de idiota que había perdido junto con mi maleta en Madrid, no fue ficción decirte adiós y hola a la vez, no fue ficción el beso que una vez más tuve que pedir pero hoy, después de mucho, me regalaste.

No fue ficción porque de haberlo sido, l0 sabría y hoy, no tendría esta sonrisa, este recuerdo, esta cámara que te guarda una vez más, para mi, para el mañana.

No fue ficción porque aún no soy tan bueno para contar los finales de las historias de amor.



sábado, 26 de septiembre de 2009

Renfe, bcn, 10pm

Ella salió de Roma a las 630 de la tarde del 26 de septiembre de 2009.

Él salió de Madrid a las 7 pm del 26 de septiembre de 2009.

Ella llegó a Barcelona a las 8 20 de la noche.

Él llegó a las 810 de la noche a Barcelona pero por un problema con su equipaje salió y abordó el bus que lo llevaba a Renfe a las 830 de la noche, la hora exacta en la que ella abordó el autobus haciendole al chofer la misma pregunta que él pensaba hacer. Este bus me deja en Renfe?

El chofer asintió y ambos abordaron el bus. Ella no lo miraba, él no podía creer lo que era la suerte, de verla ahí.

Él recordó que tenía un boleto en la maleta. Ella fue a la taquilla por uno.

El avanzó y llegó a la línea 1. Pensó que no volvería a verla.

Ella llegó a la estación y lo vió.

Él con todo el nerviosismo del mundo, respiró y deseó tener las palabras para decirle que era la mujer más guapa que había visto en su viaje por Espa;a. Ella dijo, es el tipo del bus.

Él le pregunto la hora, ella le dijo...905 y le mostró los 3 relojes situados detrás deél, él se sintió un tonto. Ella se sentó a su lado, él le dijo...como viajaste?

Ella le dijo que bien.

Sotelo italia, cicatrices, cine, 27 a;os los dos, maestra de danza, maestria en londres, publicista con sue;os, viaje por espa;a, amigos en barcelona, monica belluci, comida mexicana, comida italiana, Barna Sans, Barna Paseig de Gracia.

Elena. Él. Yo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

me fumo la fortuna

Me fumo la fortuna y klas ganas de verte, me bebo la alhambra y te imagino aqui, conmigo...estando, paseando, de la mano, en un sueño.

En un sueño.

Tienen tus dedos la magia, el encanto, el secreto, y ante ellos caigo y me entrego, porque siendo tu tan tu, me veo, me pierdo, muero y renazco, porque tu...corazon, eres el verbo, la carne, el dia y la noche.

Que duermas bien porque hoy he pensado en ti

domingo, 20 de septiembre de 2009

mira que lejos

En las ramblas de barcelona me encontré un peso, un peso mexicano, un peso que habia viajado quiza antes que yo y que no había sido detectado ni confundido con un Euro ni por error, y él, y yo, estabamos solos y juntos a la vez en nuestra soledad de connacionales que se topan con alegria..y el peso y yo fuimos los mejores amigos y a veces platicabamos de cosas que no tenian sentido.

El peso me acompa;o ne mi trayecto y fiesta catalana, resguardandome, dandome la seguridad de casa y yo de vez en cuando lo sacaba a dar vueltas sobre mi mano...el peso y yo viajamos juntos a La Sagrada Familia, al Camp Nou, a 4 bares de tapas y uno de kebabs, a Figueres, a Cadaqués en la frontera con Francia y en Collieure estuvimos a nada de separarnos, pensando yo que era una moneda de acá, intenté pagar, cuando se fue, no me dí cuenta pero el mesero llegó y me dijo...messie, su moneda no vale y yo en vez de apenado estaba aliviado e incluso le dejé una gnerosa propina..el peso y yo estabamos juntos.

En Alger des Mar compartimos cama y miramos juntos la tv en francés, ambos nos reímos pues nuestro francés se reducía a Pardon, messie, merci...y nada más..

El pesito y yo nos detuvimos en Girona y en un bar de tapas le prometi no separarnos nunca, sería mi peso favorito, mi moneda de la suerte, mi confidente, mi apoderado, mi casa.

Hoy a unas horas de viajar a Madrid, él ya hizo su maleta y se guardo en mi chamarra porque es mucho más responsable que yo.

Yo sólo espero no perderlo por error.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Tiene el tiempo

Cuando me separo del cuerpo, cuando escribo pensando en que no tuviste la delicadeza de decirme...Hola, felicidades, cuando camino por las brasas esperanzado de que dejen de quemarme alguna vez, cuando abro una botella de cerveza indio y pienso que nadie las abre como tú, cuando siento que el momento más feliz que viviré contigo no ha pasado, cuando me dices que no me conoces, cuando sólos en el cuarto me conoces más que nadie, cuando las calles de la ciudad más grande del mundo me parecen chicas ante lo que siento por ti, cuando los abrazos de los amigos son como vitaminas, cuando los aeropuertos se congelan, cuando miro dentro de mis ojos y estás, cuando tomo mezcal y vino blanco, cuando un depa en Patricio Sanz y Eje 6 es un refugio, cuando te veo leyendo este blog, cuando cargo esperanzas en un CD, cuando un comercial mio viaja a Cannes, cuando no quedan cigarros en mi cajetilla, cuando veo lo que dejaste, cuando te veo partir, cuando toda la miel de maple no me endulza el corazón, cuando la ficción es más fuerte que la realidad, cuando creo que no soy yo pero soy, cuando duermo soñando una cosa, cuando mis tarjetas de presentación no dicen lo que soy, cuando Tom Waits canta Im still here, cuando de verdad pienso en ti, cuando miento y miento bien, cuando el día, la noche, el silencio, los perros, los cometas, las abejas, los comerciales de la tv me dicen que eres tú...


Cuando pasa todo eso, no eres ni soy.

lunes, 7 de septiembre de 2009

discretamente

En las tardes el suelo de la cabaña donde vive Marcela y su abuelo, en el rincón más escondido de la Sierra Negra, se oscurece sin explicación aparente. Se torna rojo intenso y después guindo y comienza a despedir un olor a metal, a sangre seca.

Tendrá cosa de un año- me dijo don Julián.

Me quedé esperando que comenzara el espectáculo de cada tarde, el oscurecimiento, la noche del polvo. 

Don Julián me miraba mirando y yo sonriendo le ofrecí un cigarro, el viejo lo tomó y lo tiró fuera de la cabaña, en su casa no se fuma, me dijo...guardé la cajetilla y no volví a sacarla el tiempo que estuve ahí.

Mi abuelo es lo único que tengo- Me dijo Marcela cuando le pregunté por los demás miembros de su familia. No sabía ni ella ni él que eso ya lo sabía yo. Investigando en su historia familiar me enteré de que toda la familia de los dos no existía.

Caminé para hacer tiempo, salí de la cabaña para estirar los pies y poco a poco entré en el bosque cercano, leyendo las historias que los troncos de los árboles tenían escritos con una navaja, escuchando el silencio absoluto, la caida de las hojas, el grito que dan los gusanos que bajo tierra no encuentran el camino.

Tomé una ramita de pino y la mordí y me supo a otros tiempos, al pasado, al comienzo de las cosas, a sal y vinagre, a piel. 

Entonces regresé a la cabaña y me senté en el centro de la única habitación, quedaban cinco minutos para la hora que don Julián me había dicho. El frío arreciaba afuera y escuché a lo lejos, el sonido que hacen las alas gigantescas de un demonio. Nunca lo había escuchado en mi vida, pero creo firmemente que en nuestra historia genética, en nuestros recuerdos que tenemos en el lugar más lejano del cerebro, en nuestra Sierra Negra personal, está guardado un rastro, un fragmento del sonido del bien y del mal y que cuando los escuchamos, sabemos.

Salí de la cabaña y no había nada mas que frío.

Cuando le dije a don Julián que recogiera sus cosas, que esa misma noche me lo iba a llevar detenido por robarse a una niña no dijo nada. No había sorpresa en esos ojos que ya lo habían visto todo. La sorpresa estaba en los mios cuando escuche un ruido y después nada.

Y efectivamente, el suelo comenzó a ponerse rojo y el olor a sangre lo llenaba todo.

Lo último que escuché fueron los pasos de Marcela.

jueves, 3 de septiembre de 2009

en días nublados no entran moscas

Tengo una debilidad por los días nublados, por la ausencia parcial de sol, por el frío, por lo gris que se vé todo.

Me siento fuera de lugar y eso me gusta, me gusta alejarme de lo usual, del día soleado, del calor, de eso que la gente dice "qué bonito día", para mi, esos bonitos días son como hoy, nublados, frescos, esperanzadores.

Me ponen de buenas estos días nublados, me alejan, me sientan bien.

Los días nublados me suenan a José González, a Sondre Lerche, a Regina Spektor, a Robie Draco Rosa, a sopa, a bufandas, a días en cama, a caminar de la mano, a jurar que te querré toda la vida. 

Cosas que el verano y sus ensaladas, sus hits de verano, sus amores pasajeros, sus antros de playa...esas cosas que el verano no entiende.


lunes, 31 de agosto de 2009

sin pasos

No hagas planes, ten sueños.

Siempre me he considerado un idiota soñador más que el tipo listo que planea, siempre me había visto a mi mismo desde atrás del vidrio a prueba de balas y de ruido, como el joven/adulto/contemporaneo/semiateo/semipolitico/buen ciudadano que sueña.

Hoy me dí cuenta de que hacía mucho que había dejado de soñar. 

No sé porque dejé de soñar si era tan chingon soñar, y no me siento triste por eso, sólo  no me había dado cuenta y sin sueños es a veces como que pierdes un pedacito de alma en esa gráfica en forma de pay en la que pienso que se divide y se fragmenta nuestra conciencia, y a mi, se me fueron. Se fugaron los sueños y me quedé prisionero, no me dijeron de la fuga y me quedé dormido, soñando por ultima vez, que volaba y era libre.

Cómo me digo a mi mismo SUEÑA? empezaré quizá por darme ordenes más sencillas como PIENSA o CREE. Porque hace bastante que no creo y la forma de pensar que llevo, ya se convirtio al capitalismo más atroz y el comunismo libre de la infancia revolucionaria, incendiaria, heróica, se me fue lejos, más lejos que Cd. Cuauhtemoc, chihuahua y eso es mucha distancia. 

Pero bueno, como me dice el médico: Tómese esto y veremos como va evolucionando.

Espero evolucione para bien y hoy me sienta un poco más soñador.


martes, 25 de agosto de 2009

Doce cuentos

He vuelto a correr, a trotar más bien por la colonia o por los parques, tengo una condición física terrible, lo más que hago es jugar futbol, y lo disfruto mucho, pero sé que nunca seré un atleta.

Hoy he vuelto a correr y como caso raro y que no había puesto atención, es que ahora vivo en la colonia en donde vivió hace como unos 7 años, una chica que quise y quiero mucho, de quien me enamoré mientras, acostados en su cama, me leyó sus cuentos favoritos de "Doce Cuentos Peregrinos" de GGM. 

Lo recuerdo, lo tengo muy presente en la mente porque esas imagenes, la imagen de ella caminando, tarde, hacia mí, con una sonrisa que como rayo de sol  me quemó la retina e impidió que por muchos meses yo pudiera volver a  ver a otra chica que no fuera ella.

Recuerdo que estaba yo sentado en la banqueta, con un discman escuchando una compilación de éxitos de los Fabulosos Cadillacs, tarareando "Basta de llamarme así", revisando en mi reloj la hora, pensando que me había dejado plantado cuando la ví, vestido largo, cabello igual de largo, blanquisima la piel y lentes, las chicas de lentes siempre me han parecido hermosas y despiertan en mi una sensación de querer protegerlas de todo, la ví y nos sonreímos.

En la universidad ni siquiera eramos amigos, no entiendo aún porque habíamos quedado de vernos en su casa, pero así fué, y recuerdo que salimos a caminar por la iglesia y al 7Eleven a comprar sodas y cigarros. Ella aún no fumaba.

Platicamos sobre la escuela, sobre lo que había pasado en la semana y un poco sobre quienes eramos, ella me dijo que acababa de terminar el libro de los "doce cuentos..." me dijo, acuestate y te leo, y me acosté en su alfombra con sus rodillas como mi almohada y ella me leyó un par de cuentos, cuando terminó el segundo, yo ya estaba enamorado.

Me despedí y me fuí a casa de mis padres a pensar en ella, ella no sé si se quedó pensando en mí y la verdad hoy no me importa, porque lo que ella había despertado en mi persona, más que un amor a ella, era un amor a un tipo de mujer que me ha seguido y creo me seguirá toda la vida.

Antier que pasé por la que fué su casa no pude evitar pensar en ella mientras en mis audífonos sonaba "I will Follow you into the Dark" de Death Cab for Cutie. Me fuí a una librería cercana y compré los "Doce Cuentos Peregrinos" que ahora tengo sin abrir, en el librero de mi cuarto.

De la serie: COSAS QUE NUNCA OLVIDARÉ de Elihú. El autor se reserva los nombres de los protagonistas. Derechos reservados, elblogquelees.blogspot.com. Si hay alguna coincidencia con algo que te haya pasado en tu vida, no es coincidencia, es que tenemos vidas paralelas. Si te pareces por algún motivo a la persona descrita en este cuento, comunícate inmediatamente con el autor el cual ya está enamorado de ti sin dudas.
Agradecimientos a Gabriel García Marquez, Deat Cab for Cutie, 7Eleven, a Dios, a mis padres y a ellas.