Tendrá cosa de un año- me dijo don Julián.
Me quedé esperando que comenzara el espectáculo de cada tarde, el oscurecimiento, la noche del polvo.
Don Julián me miraba mirando y yo sonriendo le ofrecí un cigarro, el viejo lo tomó y lo tiró fuera de la cabaña, en su casa no se fuma, me dijo...guardé la cajetilla y no volví a sacarla el tiempo que estuve ahí.
Mi abuelo es lo único que tengo- Me dijo Marcela cuando le pregunté por los demás miembros de su familia. No sabía ni ella ni él que eso ya lo sabía yo. Investigando en su historia familiar me enteré de que toda la familia de los dos no existía.
Caminé para hacer tiempo, salí de la cabaña para estirar los pies y poco a poco entré en el bosque cercano, leyendo las historias que los troncos de los árboles tenían escritos con una navaja, escuchando el silencio absoluto, la caida de las hojas, el grito que dan los gusanos que bajo tierra no encuentran el camino.
Tomé una ramita de pino y la mordí y me supo a otros tiempos, al pasado, al comienzo de las cosas, a sal y vinagre, a piel.
Entonces regresé a la cabaña y me senté en el centro de la única habitación, quedaban cinco minutos para la hora que don Julián me había dicho. El frío arreciaba afuera y escuché a lo lejos, el sonido que hacen las alas gigantescas de un demonio. Nunca lo había escuchado en mi vida, pero creo firmemente que en nuestra historia genética, en nuestros recuerdos que tenemos en el lugar más lejano del cerebro, en nuestra Sierra Negra personal, está guardado un rastro, un fragmento del sonido del bien y del mal y que cuando los escuchamos, sabemos.
Salí de la cabaña y no había nada mas que frío.
Cuando le dije a don Julián que recogiera sus cosas, que esa misma noche me lo iba a llevar detenido por robarse a una niña no dijo nada. No había sorpresa en esos ojos que ya lo habían visto todo. La sorpresa estaba en los mios cuando escuche un ruido y después nada.
Y efectivamente, el suelo comenzó a ponerse rojo y el olor a sangre lo llenaba todo.
Lo último que escuché fueron los pasos de Marcela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario