domingo, 20 de septiembre de 2009

mira que lejos

En las ramblas de barcelona me encontré un peso, un peso mexicano, un peso que habia viajado quiza antes que yo y que no había sido detectado ni confundido con un Euro ni por error, y él, y yo, estabamos solos y juntos a la vez en nuestra soledad de connacionales que se topan con alegria..y el peso y yo fuimos los mejores amigos y a veces platicabamos de cosas que no tenian sentido.

El peso me acompa;o ne mi trayecto y fiesta catalana, resguardandome, dandome la seguridad de casa y yo de vez en cuando lo sacaba a dar vueltas sobre mi mano...el peso y yo viajamos juntos a La Sagrada Familia, al Camp Nou, a 4 bares de tapas y uno de kebabs, a Figueres, a Cadaqués en la frontera con Francia y en Collieure estuvimos a nada de separarnos, pensando yo que era una moneda de acá, intenté pagar, cuando se fue, no me dí cuenta pero el mesero llegó y me dijo...messie, su moneda no vale y yo en vez de apenado estaba aliviado e incluso le dejé una gnerosa propina..el peso y yo estabamos juntos.

En Alger des Mar compartimos cama y miramos juntos la tv en francés, ambos nos reímos pues nuestro francés se reducía a Pardon, messie, merci...y nada más..

El pesito y yo nos detuvimos en Girona y en un bar de tapas le prometi no separarnos nunca, sería mi peso favorito, mi moneda de la suerte, mi confidente, mi apoderado, mi casa.

Hoy a unas horas de viajar a Madrid, él ya hizo su maleta y se guardo en mi chamarra porque es mucho más responsable que yo.

Yo sólo espero no perderlo por error.