jueves, 28 de julio de 2011

El miedo

El teléfono que suena.

El teléfono que no suena.

La llamada en espera.

Esperar la llamada.

Los días que faltan.

Los días que nos quedan.

Las distancias que nos separan.

Las distancias que nos unen.

Volar de noche.

Volar de día.

Perder el sentido.

Recuperar el sentido.

Morir.

Vivir.

martes, 26 de julio de 2011

El estado del tiempo

Vamos a incendiar el viento- Me dijo y no le creí.

No se puede, no puedes incendiar el frío-Le dije mientras sonreía burlonamente.

Si no crees que se pueda menos podrás hacerlo, anda, alcánzame los cerillos y la gasolina- Ella intentaba a toda costa safarse de mí, yo intentaba a toda costa impedir un accidente.

Me pidió que lanzara el primer chorro de gasolina al aire, lo hice y ella con los cerillos intentaba incendiar la estela que dejaba el líquido, la trayectoria que dibujaba en el aire la gasolina. Intentos infructuosos de un incendio idiota.

De repente, el aire comenzó a incendiarse a nuestro alrededor, ella se acercó a mí y me besó en los labios, eramos un remolino de fuego en el centro de la habitación, afuera llovía, nosotros nunca nos enteramos. El aire incendiado. Los cerillos tirados. La lluvia que no nos tocaba.

jueves, 21 de julio de 2011

Tener

Tengo una obsesión por saber en donde estás a cada rato, te llamo y no te encuentro y muero un poco.
Tengo la necesidad de cuidarte, de protegerte, de devolverte el favor.
Tengo el miedo de perderte.
Tengo los días contados.
Tengo una lágrima que se resiste a caer.
Tengo unas palabras que quiero pero no puedo decir.

Tengo un recuerdo que no me deja en paz.

No te tengo.

jueves, 14 de julio de 2011

Acá llueve...allá?

La llamada que podía hacer una vez a la semana desde el centro de desintoxicación en el que lo habían metido sus padres, siempre iba dirigida a ella.

Ella sólo descolgaba el teléfono y lo escuchaba hablar, no lo interrumpía, él le decía lo mucho que le hacía daño estar ahí, lo infeliz que era, lo patéticos que eran los demás internos, él era mejor que todos ellos pero no lo dejaban salir porque decían que recaería en sus vicios, en el mal camino, en el lado oscuro de Dios.

Al terminar la llamada, él se iba a su habitación, había dejado de compartir cuarto desde que denunció que el tipo que le había tocado de compañero de cuarto, lo había acosado sexualmente, él pidió trato preferencial, una habitación sólo para él y una botella de agua en la mesa todos los días. Su padre tenía dinero y nada de eso fue problema.

Ya tenía un año en ese lugar, un año de llamadas sin respuesta, de terapias, de agua embotellada.

Al año y dos días dejó de llamarla.
Un día llamaron preguntando por él, una voz de mujer. Le dijeron que ya no estaba ahí.
Se había ahogado en su propio cuarto.
La chica preguntó que como si no tenía tina.
Ellos le dijeron que había sellado su closet y con todas las botellas que había reunido en un año lo había llenado, ahí fue donde se ahog, en el centro de su habitación.

Ella colgó para siempre.

miércoles, 6 de julio de 2011