miércoles, 29 de julio de 2009

chau

Vamos a ahorrarnos el momento, el trago amargo, la despedida de hielo.

Vamos que no se pierde nada pues, sigues y sigo y seguiré y seguiras y entonces, quiza algún día no muy lejano Dios quiera, sigamos.

Se va la nevada en julio, las cenizas de agosto, los regalos de diciembre y el abrazo en septiembre, se va, se va, se fué.

Nos ahorramos lo que quieras, incluso el pasado.

Chau

lunes, 27 de julio de 2009

manzanas grises

En la bolsa de manzanas verdes que compro una vez a la semana me encontré un par de manzanas grises y no pude evitar dejar de pensar en ti.

En lo diferentes que somos respecto a los demás, en lo complicados que somos, en lo atipico, en que no eres y no soy.

Me resistí a comerme esas manzanas y cada que veía el frutero de la cocina, pensaba en  ti. Hasta que un día, me armé de valor y tomé un cuchillo, tomé una manzana y la corté en dos. 
La manzana gris estaba partida ya y yo también. Eramos mitades complementarias la manzana gris y yo, yo y la manzana gris. 

La otra manzana no la toqué, subí a la azotea y la arrojé lo más lejos que pude, rumbo a las bodegas abandonadas que abundan por mi casa, la alejé de mi, sin despedidas, sin culpas.

No han dejado de gustarme las manzanas ni tú tampoco, pero ya no las como, me alejo por lo que me provocan, como me alejé de ti.








jueves, 23 de julio de 2009

de lo que pasa

Recibi la llamada a las 13.45 horas del miercoles, me encontraba sentado en las escaleras del edificio donde trabajo y fumaba un cigarro con los ojos apagados, escuchando a los coches que pasaban por enfrente, sintiendo el aire acondicionado del edificio cada vez que alguién abria la puerta principal.

Decía "Numero desconocido", no le dí importancia y contesté, la voz detrás de la bocina me dijo: "Diana se murió". Colgó. 

No conozco a muchas Dianas, tengo si acaso en mi facebook a 3 Dianas, una de un trabajo anterior, a la que medio veía con morbo cuando pasaba por mi lugar pero nunca me habló propiamante, tengo a una Diana que estuvo en la prepa conmigo y que era novia de un amigo, y la tercera es una Diana que creo me agregó porque tenemos amigos en común pero la verdad, si ella se hubiera matado sería algo que me tendría sin cuidado. Tambien tengo una vecina que se llama Diana pero no nos hablamos nada, solo nos saludamos cuando voy a casa de mis padres y ella está ahí, con su panza de embarazada, ya más grande aunque sólo nos llevemos un año.

Me conecté y busqué a las CyberDianas, una estaba en línea y lo que nunca, la saludé...me dijo que como estaba le dije que bien, en ese momento le dije adios. La otra diana aparecia Away, no creo que pongas un status de Away el día que te mates. La otra, la desconocida, intenté entrar a su facebook pero me había borrado ya, pensé...ni modo, si se murió ni modo.

Le llamé a mi padre, lo saludé, le pregunté si de casualidad había visto estos días a Diana, la vecina, me dijo que se la había topado 5 minutos antes comprando leche en la tienda de por la casa. 

Cual Diana? me quedé pensando.

Conduciendo a mi casa pasé por donde estaba La Diana, reproducción de la Diana Cazadora que tenemos en nuestra calurosa ciudad, no dejaba de pensar en Diana, no me importa Diana y si se mató la verdad me vale madre, pero la duda, el desconocimiento, el no saber y no controlar es lo que me tenía harto.

Diana...Diana...chingado pinche Diana.

Dormí pensando en Diana, una Diana que yo no conocía, una Diana perfecta que caminaba entre mis sueños y a quien yo veía sonreir maliciosamente mientras se ponía un revolver en la cabeza y se escuchaba el disparo seco que rompía mis sueños y me despertaba.

Me volví a dormir y de nuevo la misma escena, Diana ahora, con otra cara, lentamente, siendo Diana y todas las mujeres de mi vida, tomaba el revolver de nuevo y ahora si alcanzaba a tomar sus manos justo en el momento del disparo, sentí el calor, sentí la sangre, la probé, el olor de la carne quemada...y a Diana, desvaneciendose en mis brazos. Pinche Diana.

Al día siguiente recibí una llamada. "numero desconocido"...contesté...era la voz de Diana en una grabación.

-Hola, soy Diana, decidí hacer esta llamada postuma para decirte que hoy más que nunca debemos apoyar a las fundaciones de lucha contra el cancer, yo ya no estoy aquí, pero hay muchas personas que aún pueden salvarse..con sólo donar..."

Colgué. Pinches Publicistas. Pinche Diana.









lunes, 20 de julio de 2009

caramelo

Recuerdo aun el momento en que nos vimos, fue perfecto, fue una postal, una pelicula de hallmark con final feliz, el segundo más importante de mi vida, el diario de ana frank, el olor del campo, de la miel, del color azul, de los otoños.

Fue tan perfecto que no supe controlarme y me acerqué a ti, y con todo el desparpajo de mis 26 años, te dije Hola. Tú dijiste Hola. Y camino a casa me guardé en la cartera esa voz, esa oración, esa estrella fugaz que sale de tus labios.

Pero sabes...cuando llegue a ti me pasará lo que siempre me ha pasado. 
Habré llegado y ya estaré pensando en irme de ahí.

domingo, 19 de julio de 2009

anestesia

No se como describirlo, como definirlo pero fue.

Te duele aquí?...
-no
Aquí?
-No
Te duele si hago esto?
-Si, me duele.

Que rara que es la anestesia, la carencia de sentir, la ausencia de sentir por espacio de dos horas, dos horas en donde una parte de ti está y no está.

Debí quizá de anestesiarme más anoche, aún más y no llegar a casa, a la computadora,al frío de 38 grados en la noche, al espacio en blanco de las paredes que nunca he decorado y que creo, nunca lo haré.


Ya no te duele?
-No, ya no.

En eso suena mi teléfono y tengo un mensaje nuevo.







jueves, 16 de julio de 2009

bromas

Al final del día, lo que quedaba en la alacena, en el refrigerador, en el fondo del tanque de gasolina de mi coche, en la parte más lejana de debajo de mi cama, en el ultimo canal de los 340  que no veo en la tv, al final no había nada.

De las bromas que me haces, de las bromas que siento que ya caí y vuelvo a caer, no me canso, porque si me cansara, arrojaria la toalla, caeria en el precipicio sin fondo y al menos, en las bromas creo que uno de los dos rie y dios, espero que tú lo estés haciendo.

De las espinas de los icebergs caen estrellas que no tocan el agua, de las flores del cerezo caen dilemas y haikus incorrectos, imperfectos, como tú, como yo, como el silencio.








viernes, 10 de julio de 2009

el japonés

Traía una mancha de soya en la camisa, terrible mancha que me hizo pararme de la silla donde me encontraba e ir al baño a intentar desaparecer esa jodida mancha, esa  mancha que mandaba al carajo la camisa blanca que llevaba y que me hacía sentir tan seguro, pero ya no, ya una mancha me recordó que no era yo una camisa sino un tipo inseguro, desgraciadamente inseguro.

En el baño del exclusivo restaurante japonés donde me encontraba comiendo con amigos que aparentaban más de lo que eran y por eso yo los quería más, porque me gusta querer a la gente mentirosa, la gente honesta algunas veces me estresa, me obliga a mi mismo a ser honesto y en la mentira de los que aparentan, me refugio, me escondo y no soy yo mismo y me encanta no ser yo mismo, porque cuando no soy yo mismo puedo ser quien quiera.

Intentaba quitarme la mancha de soya cuando me ví al espejo y me dije..."como he cambiado cabron", eso pensé que me dije a mi mismo pero no, fue la voz del que estaba al lado mio en los lavabos que se refería a si mismo, sorprendido por la impresion de escuchar que mi voz interior no era mi voz exterior pero dandome cuenta de que no había sido yo el de la frase, le dirigí la mirada al tipo y él, sonriendome, me dijo hola.

Instintivamente pensé decirle "no soy gay", porque creo firmemente que los hombres no se saludan en el baño, no se cruzan miradas en el baño y mucho menos, las miradas que él me dirigía.

Salí del baño apresuradamente y lo que ví me dejó sin habla, sin aliento, sin no se qué me dejó pero debió de ser algo muy impresionante porque el único mesero que quedaba se me acercó y me sirvió una coca cola en un vaso y yo temblando comencé a llorar y no entendía nada como hoy no entiendo que carajos paso esa noche, la noche de la mancha de soya, del saludo en el baño, del mesero de la coca cola.

Me senté en el suelo de lo que quedaba del exclusivo restaurante japonés y me percaté de que todo estaba lleno de manchas de soya gigantescas que absorbian las mesas y la gente que me acompañaba, mis amigos mentirosos, se ahogaban en salsa oscura y el tipo que ví en el baño caminaba extremadamente lento y no llegaba a ninguna parte y yo, en el suelo, quise con todas mis fuerzas despertar.








jueves, 9 de julio de 2009

es lo que pensaba no


En los momentos en los cuales uno espera, confía, cree, es justo ahí cuando la red se protección se rompe, cuando las medidas de seguridas son insuficientes, cuando el altímetro marca error y los controles del avión no responden.
Y estalla todo, como fuegos artificiales en el cielo, como frutas tropicales en alguna animación de comercial de chicles o shampoos. Como corazones rojos en los sueños de alicia.
De los pedazos que quedan vamos a formar un collage y reiniciemos todo, demosle la oportunidad de volver a empezar y carguemosle la batería que tanta falta le hace.
"Creo que es momento para otra bomba de humo y batirme en retirada..." suena en mis audifonos y no comprendo nada.
Barcelona está cerca
muy.
y yo aquí con mi camisa nueva.

miércoles, 1 de julio de 2009

el tiempo

Desgarrados los ojos del león, él dejó de sufrir.

él solo, él mismo se desgarro los ojos cansado de ver el mundo tras la jaula y sentirlo enfermamente cerca y lejos, inaccesible, inalcanzable, llamandolo, retandolo, coqueteandole todos los días, todas las noches.

Hoy el león decidió ser un payaso, una caricatura de un león y abandonarse y dejarse arrastrar por lo que él considera su nueva vida de oscuridad ilimitada pero sin la locura que conlleva, el ver el mundo y no poderlo tocar.

El payaso mira al león convertido en un payaso y se enfurece y como un león saca al león de la jaula y lo monta y huyen ambos del circo que habitaron. Entristecidos payasos enfurecidos. 

Enfurecidos entristecidos payasos.

El maquillaje mancha el pelo del león y el olor grasoso se impregna y ambos se abrazan y olvidan las jaulas que habitaron y empiezan un viacrusis, su camino santo de redención de sus pecados, de busqueda de un sentido para su vida. Un payaso sin publico y un león sin selva.