lunes, 27 de julio de 2009

manzanas grises

En la bolsa de manzanas verdes que compro una vez a la semana me encontré un par de manzanas grises y no pude evitar dejar de pensar en ti.

En lo diferentes que somos respecto a los demás, en lo complicados que somos, en lo atipico, en que no eres y no soy.

Me resistí a comerme esas manzanas y cada que veía el frutero de la cocina, pensaba en  ti. Hasta que un día, me armé de valor y tomé un cuchillo, tomé una manzana y la corté en dos. 
La manzana gris estaba partida ya y yo también. Eramos mitades complementarias la manzana gris y yo, yo y la manzana gris. 

La otra manzana no la toqué, subí a la azotea y la arrojé lo más lejos que pude, rumbo a las bodegas abandonadas que abundan por mi casa, la alejé de mi, sin despedidas, sin culpas.

No han dejado de gustarme las manzanas ni tú tampoco, pero ya no las como, me alejo por lo que me provocan, como me alejé de ti.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola... seguramente no me conoces, pero de alguna manera se de tu blog... hoy k es fin de semana entre a leer tus publicaciones o parte de ellas....

este es el primero k leo.... me llamo la antencion por el hecho de hablar de manzanas....

aunk eso dee scribir no se pues no tengo el conocimiento, en lo personal me agrada la forma en k mezclas tu realidad con un hecho k para mucho puede ser sin importancia...

ese imaginar de manzanas comparado con lo k alguien proboca aun en lo mas profundo es interesante....

seguire leyendo tu blog... kiza deje otros mensajes po ahi

lindo dia y un mejor mañana!!!