lunes, 16 de noviembre de 2009

Dale

Dispara chingado, me mata más el no saber que la bala.

el miedo me tiene helado, paralizado, los segundos son eternos y quiero que todo acabe.

Desde el piso de mi sala escribo mejor que desde la cama. 

No me apatece volver a ella pero tendré que hacerlo, que volver a empezar, que programarme para dormir. 

Para dormir y no soñar, porque los sueños de mis desveladas son aterradores, tienen que ver con filas interminables de pagos, con autogoles de último minuto, con despedidas y con iguanas que me muerden los pies.

justo ahora acabo de decirte por msn que escribo sólo para ti.

no es verdad, lo sabes y lo sé.

una pesadilla más


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