martes, 9 de febrero de 2010

así de fácil

Poco a poco te desprendo de mi. Como cuando pelas una mandarina y le vas quitando la cáscara con los dedos, sin las uñas, sólo a presión. Te me vas y al irte dejas en el aire un minúsculo rocío perfumado de besos y en mis manos, restos de lo que tuviste aquí.

Y sonrío. Y mezclo ya en mi cabeza situaciones que vivimos con las que no y todo es una gran masa de plastilina de colores-no tóxica- que forma al amasarse, un corazón multicolor que al combinarse aún más, se vuelve pardo y sin chiste. 

Corro de ti. La frase en sí suena mal y no se si es correcta, creo debería ser "huyo de ti", pero me gusta como suena "corro de ti", tiene un poco de revolución, de dignidad, de calor y dolor que dejan los pasos del que corre de ti. Corro a darle la vuelta al mundo y cuando vuelva a pasar por donde estés, agacharé la cabeza y seguiré de largo, porque "correr de ti" es quizá, el paso que uno necesita para avanzar. Para correr.

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