En todos esos lugares se supone que también está Dios.
domingo, 8 de marzo de 2009
delirio
En la soledad y en el delirio. En la duda y en el sistema. En la carroña y en la oscuridad. En la elaborada malicia de una palabra dicha con el afan de lastimar. En la sabana blanca que cubre al fantasma y que siempre está inmaculada. En la seducción y lo que detona. En los ojos del pecador. En la cortina del motel de paso. En la sintesis de lo terrible y lo malsano. En la locura y sus efectos. En las sucias manos del que mata, roba, hiere y no se conmueve. En las plumas del halcón que come al ratón de campo y no se percata que a lo lejos alguién le apunta con un rifle. En el piso de una carcel. En la bala que atraviesa el salón de clases y rompe vidas incluso sin cumplir el objetivo con el cual fue creada esa bala. En ese kilometro de más. En esa copa de más. En la pornografía. En los lupanares. En el grito desgarrador del hombre lobo. En la mano mutilada en una maquiladora que no paga lo que debe. En el "no eres tú, soy yo". En los días nublados. En las malas noticias. En los pecados que no le confesaste al padre porque son tuyos y son vergonzosos. En las veces que alguien hace llorar a alguien. En la publicidad engañosa. En las personas que usan a las personas. En los imbeciles y su felicidad imbecil. En el azulejo mohoso de un baño abandonado. En la garrapata que se come a una garrapata más chica. En el abanico que no refresca. En las noches largas de lagrimas y sudor.
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