lunes, 4 de marzo de 2013
adiós
Tengo exactamente la mitad de su edad y diez veces más las ilusiones que él pueda tener. No entiendo el hecho de dejarse morir, de dejarse caer, de despedirse de mí así, dejándome con la certeza del fracaso, enseñándome a través de la deploración, lo que yo no quiero ser.
Me llevo en la maleta la derrota de él. De lo que fue. Del ex deportista amateur que no logró nada. Del directivo escolar que perdió. Del hombre que no pudo ser y me quedo solo, más solo que nunca.
Pero me llevo también lo que me dió y que nadie más pudo, amor. Abrazos necesarios. Cuidados únicos. Comida terrible pero de corazón. Lo extrañaré tanto que olvidarlo será lo más difícil que haya hecho. No se comparan mis esfuerzos de dejar de fumar y de despedirme para siempre del ex amor de mi vida. Hoy me queda la tarea personal de enterrar los recuerdos de mi infancia feliz, mi adolescencia fracturada y mi maduréz incierta.
No seré como tú, le dije. No seré como tú porque yo no voy a perder contra mí. Un día a la vez me voy a vencer y te venceré a ti.
Dejar de querer es imposible, dejar de pensar...me estoy convirtiendo en un especialista.
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