En la exclusividad de nuestros nombres, se labraron historias que nos volvieron lo que somos ahora, trazaron en el mapa astral de los momentos, los nacimientos y las muertes que hemos vivido y viviremos, la muerte del infante, el nacimiento del niño y su posterior muerte por el adolescente y la muerte subsecuente de este a manos del adulto joven, que como objetivo en atentado, cae abatido por las balas del adulto-adulto, esperando él, paciente, su muerte deseade que le regalará el viejo él.
En este mapa de muertes, encontrarte fue lo único que me tenía vivo.
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