martes, 25 de septiembre de 2012

Casi nada

Un espejo reflejando a otro espejo. Una sucesión de reflejos que no se acaba, se pierden nada más. Las últimas palabras de un hombre en el lecho de muerte, huecas y sin sentido como preguntar en dónde está el control remoto. El peluquero que sin clientes lee y relee una vieja revista de chismes, dibuja bigotes al azar y ríe para sí mismo. Los perros que caminan debajo del puente y beben agua del charco en el que flota una botella de PET. El niño que no puede dormir el domingo porque ha recordado que no terminó las planas de la letra "O" que le pidieron en la escuela y sabe que al día siguiente tendrá que mentir y que esa mentira se convertirá en pecado y el mismo miedo que siente ahora lo sentirá la noche del sábado antes de la confesión del domingo. Las montañas vistas desde la ventana del avión y la duda de si tomarle una foto o no. El silencio que se crea al atorarse una puerta giratoria con nadie adentro. El punto final con el que se cierra este texto. Casi nada.

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