viernes, 12 de diciembre de 2008

silencio

Las cicatrices en mis muñecas hacen creer a las personas que mi vida es miserable, que no vale la pena, que cargo con dolores agudos que no tienen solución, que soy un cobarde, que  soy un incapaz, que soy un despechado de amores, que soy un condenado al infierno, que soy un inútil que no puede ni siquiera acabar con su existencia, que soy un iluminado que encontró una nueva oportunidad para enmendar su paso, que me rompieron el corazón, que quebró mi negocio, que murieron las personas que más amaba, que no creo en las esperanzas, que no tengo un Dios, que no tengo trabajo, que pasé por una etapa difícil, que soy homosexual y no puedo salir del closet, que mi esposa se llevó a mis hijos, que la deuda con mi tarjeta de crédito es impagable, que debí de haberme disparado, que que cursi forma de matarse escogí, que no volverá...

pero sólo yo sé la verdad de las héridas y con eso me basta.

PD: Chingasa tu madre azulejo de la cocina

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