martes, 3 de febrero de 2009

premio

Frente a la ventana de su habitación uno podía ver el mundo entero y él tras la ventana no veía más allá de su nariz.

La ceguera es temporal pero la estupidez es permanente. Porque rascar el suelo esperando encontrar oro en donde no lo hay? Porque ese afan de viajar cientos de kilometros a esa mina abandonada en donde no hay nada más que polvo y frío? Porque tomar ese tren lleno de nada para llegar a eso, a nada?

En la tierra más dificil del país uno siente que está perdido aunque haya un mapa que te diga  USTED ESTÁ AQUÍ.
Uno está perdido porque quiere y porque quiere. Dando por hecho que la palabra "quiere" funciona para ejemplificar dos cuestiones totalmente distintas entre si.

Yo quiero, tu quieres, el quiere, nosotros queremos, ustedes quieren...pero ella no quiere.

La conjugación del verbo está incompleta y no es lo unico que lo está en estos momentos, en las horas de su día falta algo, le han robado un minuto a cada hora de su vida y el con la esperanza tomó el primer tren que salía hacia aquella región antes habitable y ahora, con una rama que cortó del árbol en donde alguna vez juntos, disfrutaron de una tarde acostados en una hamaca, con esa misma rama, raspa el suelo y con sus uñas intenta abrir en la tierra una veta que le dé eso que tanto añora, el oro, el nombre de Dios, el significado oculto de una receta de galletas, el final alternativo de una cinta de Buñuel, el corazón que un día deseó tanto como ahora desea que le sean devueltos esos minutos y con ellos, comprarse días para si mismo en una tienda de regalos.

Tomó el tren de regreso a casa con una sonrisa y una rama desgastada y unas uñas desechas de tanto cavar, pero con la conciencia tranquila de que en esa mina no había nada y de que, porque no, era tiempo de clausurarla y dedicarse a buscar y buscarse en otro tiempo y otro espacio, después de todo, la tierra es de quien la trabaja.





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